Perder peso. Ganar músculo: ¿qué dice la ciencia?

Bajé de peso. Pero más importante, sé exactamente cómo lo hice y puedo enseñarte el «secreto». No escribo esto para presumir ni para venderte nada. Olvídate de eso. Lo escribo porque bajar de peso siempre me había parecido una cosa factible pero misteriosa. A pesar de ser médico, nunca aprendí exactamente cómo bajar de peso. Todos sabemos que con dieta y ejercicio, pero escribe «dieta» en Google y sálvese quién pueda. Hay literalmente millones de artículos y una gran mayoría quiere estafarte de alguna manera. Te doy mi palabra que aquí no encontrarás nada de eso.

El objetivo de esta publicación es acercarte a la ciencia detrás del manejo de peso corporal. Y digo ciencia en el sentido más estricto, investigaciones en humanos que nos muestran exactamente qué funciona y por qué. Investigaciones que no se preocupan de tener detrás una marca o promocionar un producto, sino de mejorar los indicadores en salud y alargar la vida y calidad de la población.

¿Por qué bajar de peso?

En junio de 2020, pesaba 171 libras. Esa grasa extra aparece en mis fotos: alrededor de mi estómago, en mi cuello, diría que hasta debajo de las cejas. En términos médicos, estaba «saludable», mi índice de masa corporal era de 25 (entre la normalidad y el sobrepeso). Sin embargo, estaba cansado todo el tiempo, tenía mal ánimo casi siempre y estoy seguro que mi colesterol estaba por los cielos. 

Iban meses (sino años) en que yo había querido bajar de peso. Recuerdo haber leído el tuit de una chica que decía «no saben cómo te cambia la vida». Y obvio, quien no querría. También tengo amigos místicos que me decían «cómo puedes transformar la realidad si no puedes dominar tu cuerpo» y cosas por el estilo. Esto es algo que siempre he querido, pero hasta hace poco jamás encontré la manera.

Sin embargo, todo cambió en los primeros días de 2020, cuando un virus asesino empezó a matar personas alrededor del mundo. Lo peor de todo, tenía una predilección por los gorditos. Una y otra vez, los estudios epidemiológicos indicaban que las personas con un alto porcentaje de grasa (los obesos) tenían un mayor riesgo de muerte si se infectaban por coronavirus. Como la gran mayoría, me encerré, pero eso no fue todo. Una mezcla tres cosas —amor propio, preocupación por las personas que dependen de mí y suerte— me motivaron a bajar de peso y transformarme en alguien bastante más joven.

Todo empezó con algunos dolores de espalda. Cuando me duele algo no voy al médico (no me regalaron el título), pero busco información en internet hasta encontrar algo que me satisfaga. Los dolores de espalda no son misteriosos, están causados por peso, sí, pero también por vicios posturales. Si estás leyendo esto en tu celular o en una computadora, seguramente estás inclinando el cuello hacia adelante. Es difícil escapar a estas posturas y, a la larga, acalambramos unos músculos y debilitamos otros. Mucho de esto se arregla con fisioterapia. Y acá en Canadá hay unos fisioterapéutas excelentes. El problema es que estamos en pandemia y ni siquiera quería ir a la tienda. Vi decenas de videos para solucionar mi tema, pero ninguno me satisfacía. Al igual que pasa con la pérdida de peso, los fisioterapéutas te dan una guía mínima, pero luego quieren que les pagues. Ninguno me daba lo que necesitaba.

Pero si algo he aprendido en la vida es a ser persistente y a no confiar en los algoritmos, seguí revisando más y más videos hasta que encontré un canal que tocó las puertas mi inconsciente: built with science. Por coindidencia, el creador de contenidos vive en Vancouver, y sí, trató de venderme algo, pero antes de hacerlo soltó toda la información que tenía para quitarme los dolores de espalda. Pero eso no fue lo que más impresionó, además de ser extremadamente organizado, cada uno de sus consejos derivaba de un artículo científico específico sobre el tema. Jeremy Ethier hablaba mi idioma.

No me detuve en el primer video, una vez que ves algo hasta el final, YouTube te recomienda algo parecido. Empecé a curiosear otros temas, como las diferencias fisiológicas entre hombres y mujeres al ejercitar. Ejercicios específicos para fortalecer la espalda, la dieta más barata para x, y, o z. Al final de cada uno de estos videos, Jeremy dice algo así: «y si quieres un plan personalizado para estar en forma que se adapte a tu nivel y necesidades, entra a mi página web y haz la prueba. Te garantizo que obtendrás los resultados que esperas. Si no lo logras, te devolvemos tu dinero». La página web tiene cientos de transformaciones, before and after. La ubicación era importante, si alguien ofrecía devolver tu dinero en Ecuador, ese pillo seguro ya había escapado del país, pero Canadá me daba un poco más de confianza. Hice la prueba, estos son los resultados.

Quemar grasa

Apenas pagas un monto totalmente risible (un pago único de $50 de por vida), tienes acceso a un montón de contenido multimedia muy similar al que está subido en YouTube. La única diferencia es que el contenido estaba organizado a manera de curso y que —surprise, surprise— no es hasta que pagas que te enteras que debes hacer dieta. Mierda.

Obviamente no me esperé que eso sucediera, pero ya era tarde. Si tenía que hacer dieta y me garantizaban resultados tal vez valía la pena. No los voy a mantener en vilo. La dieta no es compleja. Se trata de hacer dos cosas:

  1. Comer menos calorías; y
  2. Comer una alta proporción de proteínas.

Empecé a leer al respecto y, de hecho, mi manuscrito más reciente tiene que ver con la restricción calórica. El estado en el que gastas más energía de la que ingieres. Como les contaba, leí sobre el tema. Uno de los artículos clave tiene una frase preciosa.

«La fisiología humama cumple con la primera ley de la termodinámica … la energía puede ser transformada de una forma a otra, pero no se crea ni destruye.»
Hall et al. en Energy balance and its components, Am J Clin Nutr 2012;95:989-94.

Voy a traducirles:

«El peso de una persona cumple con la primera ley de la termodinámica … la comida se transforma en actividad física y no hay más misterio.»

No puedo enfatizar en esto suficiente. No importa el tipo de dieta que hagan en absoluto, lo único que importa es la cantidad de calorías. Hubo un profesor que bajó de peso a punte comida chatarra porque lo único que importa es la cantidad de calorías. En ese sentido, nos parecemos mucho a un auto. Solo que en esta metáfora, el auto almacena gasolina no solo en el tanque, sino también en contenedores que empiezan a arrumarse primero en los asientos y luego en la parrilla. Para bajar de peso, solo debes dejar de consumir más gasolina de la que usas diariamente.

Cuando pagas, Jeremy te comparte una hoja de cálculo para que hagas una copia. En ese diario, ingresas religiosamente el total de calorías que comes (en calorías) y tu peso del día. El peso en sí no es importante, pero el cambio semana a semana permite calcular nuestro gasto energético (en calorías).

Cambio de peso (libras) = Comida que ingerimos (calorías) – Ejercicio que realizamos (calorías)

La ecuación de arriba no tiene mucho sentido porque son unidades distintas, pero la verdad es que podemos transformar el cambio de peso en calorías a libras fácilmente. Necesitas quemas unas 3,500 calorías por semana para perder una libra de peso. Entonces:

Ejercicio (calorías) = Comida (calorías) – Cambio de peso en libras x 3500 (calorías)

Eliges comer menos de lo que gastas y en poco tiempo estás bajando de peso. Esta es una gráfica de mi proceso:

Ganar músculo

La segunda parte de la dieta era comer una alta cantidad de proteínas. En algún momento de la historia reciente, alguien calculó el mínimo indispensable de proteínas que debemos consumir por día y eso, por absurdo que suene, se transformó en la dosis recomendada diaria. Como resultado, comemos demasiados carbohidratos y grasas y muy pocas proteínas. Muchos investigadores recomiendan incrementar la cantidad de proteínas, pero otros piensan que esto podría ser perjudicial

Miren, no les voy a mentir. El problema de investigar este tema es que usualmente las personas que comen mucha proteína comen mucho de todo lo demás. Lo que realmente necesitamos saber son los efectos de una dieta alta en proteínabaja en calorías. Los resultados son prometedores:

  • Disminuye el hambre;
  • Incrementa la pérdida de peso (porque te sientes más lleno y comes menos);
  • Disminuye la cantidad de trigliceridos;
  • Incrementa la cantidad de energía que consumimos mientras dormimos;
  • Conserva la masa «libre de grasa».

El único problema con comer más proteínas en la dieta es saber qué comidas son altas en proteínas, pero ese es otro tema.

EL ANTES

 

Esta es mi primera flexión de pecho:

 

Como ven, fallé. En ese momento tenía unas 40 libras de grasa, me costaba mantener una figura erguida incluso antes de acercarme al piso. ¿Qué hice? Ejercitar lo que podía. El secreto es trabajar hasta que te queda poca energía (pero no hasta fallar) e incrementar el peso con el que trabajas cada semana (sí, compré un par de pesas para trabajar en casa).

EL DESPUÉS

Este soy yo hace pocos momentos:

La forma todavía deja mucho que desear, pero puedo tranquilamente levantar mi peso unas diez a quince veces. He perdido veinte libras de grasa y una o dos de agua (retengo menos líquido por cosas algo complicadas de explicar, pero es algo que sucede cuando empezamos a perder peso).

Conclusión

Es posible bajar de peso y el método es extremadamente sencillo.

  1. Descarga una aplicación que te permita contar las calorías de TODO lo que comes. Yo uso la versión gratuita de My Fitness Pal.
  2. Calcula cuánto debes comer para bajar de peso. Por ejemplo, acá: https://www.calculator.net/calorie-calculator.html
  3. Asegúrense que el 30% de calorías que coman sean proteína. El resto realmente no importa.
  4. Si quieres además de bajar peso, ganar músculo, ejercita 3 veces por semana.
  5. Se constante.
  6. Se constante.
  7. Se constante.
  8. Se constante.
  9. Se constante.
  10. Se constante.

Por favor, escríbeme si tienen dudas. la idea de esta publicación es desmitificar la pérdida de peso. No puedo ofrecer todo lo que built with science tiene, pero si hablas inglés lo recomiendo al 100%. Si no, pues ya veremos, seguramente puedo encontrar versiones en español sobre la rutina que yo uso. Dependerá de cuánto interés despierte el tema.

 

Copia tus artículos científicos en WordPress

Escribir un artículo científico toma mucho tiempo, paciencia y dedicación. Esperar a que la gente las lea en revistas especializadas es bastante optimista. Estos sitios no siempre están bien posicionados y su estilo no siempre es amigable. Podemos (tal vez debemos) acercar nuestros textos a las personas usando herramientas más amigables.

Paso 1: Asegúrate de tener permiso

La mayoría de artículos científicos (86.3% para ser exactos) son de acceso cerrado. Es decir que el simple hecho de publicar el texto sin cambios puede constituir un delito. Debes asegurarte que tu artículo pueda ser publicado en tu blog. Si un artículo usa licencia Creative Commons, seguramente eres libre de hacerlo. Pero tienes que ser un poco más meticuloso en este sentido. Recuerda que si el artículo tiene licencia «no comercial», no puedes publicarlo en un blog que te genere ingresos. De la misma manera, si piensas realizar ediciones a tu artículo, fíjate que la licencia no tenga la clausula «sin obras derivadas (ND)». Si quieres aprender más sobre las licencias CC, puedes leer este artículo.

Utilizaré mi artículo «Estado del acceso abierto en Ecuador (2017)» como ejemplo. Este tiene una licencia CC-BY-NC en la revista original, por lo que puedo realizar cambios y publicarlo en internet, siempre y cuándo no gane dinero con ello.

Paso 2: Copia el resumen de tu artículo

El primer párrafo aparecerá en la vista previa que WordPress genera automáticamente, así que es importante que empieces con el resumen de tu artículo. Si tienes permiso de realizar ediciones, trata de empezar con una frase corta y pegajosa que explique de qué trata tu trabajo. Después, si quieres, puedes pegar el resumen tal y cómo lo enviaste a la imprenta.

En algunos casos, WordPress te permitirá escribir el resumen legible para máquinas. Si ese es tu caso, usa esa opción puesto que es mucho mejor saber donde empieza y termina esa frase de vista previa. Usualmente encontrarás esta opción debajo de la sección donde escribes el texto de tu artículo.

Paso 3: Crea una sugerencia de cita

Eres un académico y tu reputación se construye también en base al número de citas que puedas obtener. No está mal ayudar a otros con el trabajo de darte crédito. Que la cita sea claramente visible y fácilmente extraíble incrementará las posibilidades de que alguien te cite.

Pequeños trucos le pueden brindar un aspecto profesional a tu cita. El uso de líneas horizontales es estéticamente adecuado y facilita una visualización adecuada. Adicionalmente, puedes incluir un texto sugerido y un enlace al artículo original y su licencia:

Paso 4: Genera enlaces de referencias

Muchas investigadores utilizan gestores de referencias como Zotero, EndNote o Mendeley. Así que, después de mi cita sugerida, agregué otra línea horizontal y referencias en formato BIB, RIS & XML. Esta es la parte más complicada de este tutorial. Así que usaré un video tutorial para ahorrarme algo de texto.

Cuando descargas un artículo científico en Mendeley, este extrae automáticamente toda la metadata relativa al archivo: autor, resumen, título, año de publicación, revista, número, etcétera. Así que vamos a ayudarnos de este software para crear enlaces a tu artículo. Una vez que hayas descargado el software y creado una cuenta, deberás hacer lo siguiente:

  1. Descarga tu artículo en Mendeley;
  2. Revisa que todos los campos sean adecuados (corrige lo que esté mal);
  3. Dale clic derecho a tu artículo y selecciona ‘Export’, el software te dará 3 opciones, así que repite este proceso con cada una de ellas.

WordPress no permite cargar este tipo de archivos en su biblioteca multimedia, así que tendrás que subirlos a otro lugar: El archivo de internet. Cargas ilimitadas por tiempo ilimitado. Crea una cuenta y sube tus tres archivos:

Captura de pantalla de 2015-08-19 08-53-28

  • Ingresa a https://archive.org
  • Crea una cuenta
  • Selecciona el ícono con la flecha, aparecerá una etiqueta “Upload”
  • Carga tus tres archivos
  • Llena todos los datos pertinentes (te sugiero elegir la licencia de dominio público)
  • Espera a la transformación de tu archivo

Una vez esté lista la carga, verás algo como esto:

 

Fíjate en el cuadro de la esquina inferior derecha. Selecciona «SHOW ALL» para ver los enlaces web de la referencia a tu artículo:

Usa estos como enlaces externos. Ahora pon todo junto y el resultado será el siguiente:


Cita del artículo original:

Delgado-Ron, J. A. (2018). Acceso abierto en publicaciones científicas emergentes en Ecuador. Información, cultura y sociedad, (38), 41-52.

Artículo original bajo licencia CC-BY-NC


[DESCARGAR CITA: BIB | RIS | XML]


Paso 5: Pega el texto del artículo

Esto puede ser fácil o difícil dependiendo de la naturaleza del texto. Casi siempre tendrás que corregir problemas de formato y asegurarte de que las tablas e imágenes funcionen de manera adecuada. Asegúrate de no haber perdido notas al pie o cosas por el estilo.

Paso 6: Libera tus datos

Creative Commons tiene una guía sobre cómo crear datos abiertos. Esto consiste básicamente en subir tus archivos a internet y aclarar que son datos abiertos. En el artículo que usé como ejemplo, compartí un archivo CSV y otro ZIP.

Los pasos que usé son estos:

  • Ir a Medios, Añadir nuevo
  • Sube tu archivo
  • Haz clic en el ícono que se acaba de crear. Una vez ahí, podrás ver dos campos clave:

No hay opción guardar, así que escribe tus cambios y guárdalos haciendo clic en la «X» en la esquina superior derecha.

Paso 7: ¡Publica tu artículo!

Ahora sólo debes preocuparte de los últimos detalles. Escribe etiquetas apropiadas, puedes empezar con las palabras clave de tu artículo y otros términos asociados. Sube tu imagen destacada y selecciona la categoría apropiada. ¡Listo! Tu artículo está listo para publicarse.

Seguramente hay otras cosas que podrían hacer que tu artículo se vea mejor. Si las tienes, déjalas en las comentarios y no olvides suscribirte a mi blog para más contenido aleatorio en tu vida.

Guía no comercial para usar Twitter

Unos cuantos consejos para usar Twitter. Esto no es para mejorar su estrategia de mercadeo, simplemente para embellecer las conversaciones que se crean en la plataforma y un mejor uso en casos de investigación:

  • Evite sólo compartir enlaces a cosas externas. Twitter es una red social de microblogueo, la gente espera que usted escriba y aporte no simplemente que conecte a páginas externas.
  • Puede interrumpir sus tuits si debe hacerlo, pero es mejor concatenar ideas de 140 caracteres o menos. Si usted va a crear un hilo, puede responderse a sí mismo y no hace falta dejar su nombre en el nuevo tuit. Twitter lo conectará automáticamente de todas maneras.
  • Para responder, no cite los tuits de otros. Genera una ruptura en la cadena de diálogo que no permite a los lectores seguir la conversación.
  • Recuerde que si busca difusión de algún contenido en específico, puede cargar una foto y etiquetar hasta diez personas en su tuit.
  • Evite enviar el mismo tuit a varias personas mediante menciones, puede enviar un mismo tuit a varias personas mediante mensaje directo. Es más probable que las personas reaccionen bien si el mensaje es personalizado y usted explica porqué es importante para usted que ellos lean o compartan ese contenido.
  • Recuerde que las funciones de búsqueda avanzadas pueden ayudar a «recordar» tuits de manera muy precisa. Si usted busca el tuit de una persona en específico, puede usar «from:» antes del nombre de usuario, y así se ahorra buscar entre todos los RT de una cuenta. Así mismo, si twitter le sugiere términos similares que usted no ha buscado —si buscan «melena» pero twitter les muestra resultados de «Melendi», por ejemplo— usted puede eliminar esos resultados de la búsqueda añadiendo un menos antes del término que no desea buscar. «melena -melendi»
  • Si usted quiere seguir a gente pero no quiere que las personas lo sepan, haga una nueva lista secreta. Esto es, casi seguro, el método que Snowden utiliza.
  • Recuerde que en Twitter se discute mucho, y agigantar bolas de nieve es fácil, pero las contribuciones más apreciadas son las que usted inicia. Comentar está bien, pero crear contenido es mucho mejor.
  • Finalmente, despéguese de Twitter cuando lee otra cosa. A menudo, la gente interrumpe sus lecturas para compartir algo que les causó impacto, y el flujo de lectura se pierde. No haga eso.

Recomendaciones para los 4 pelagatos

Las últimas semanas me he separado bastante de las redes sociales y casi no me entero de este nuevo sitio web llamado 4 pelagatos. Todavía no les puedo contar mucho del sitio porque por ahora sólo está lleno de buenas intenciones. Los autores (Roberto Aguilar, José Herández y Martín Pallares) han publicado un manifiesto al tiempo que han explicado en cada uno de sus blogs las razones por las que han iniciado esta nueva aventura. El D’Artagnan de estos tres mosqueteros es el no menos célebre Crudo Ecuador. Asumo que para la mayoría de ecuatorianos que hemos extendido nuestro sistema nervioso hacia las redes sociales, esto es lo que nos genera más expectativa. Al contrario de sus compañeros, Crudo Ecuador no ha roto el silencio en sus cuentas de Twitter o Facebook. Su última publicación la hizo el 19 de febrero de 2015, exponía sus razones para abandonar Internet para resguardar el bienestar propio y de su familia.

En su momento, yo redacté una serie de consejos para el próximo Crudo Ecuador, que eran sobre todo consejos para resguardar el anonimato, pero que creo 4P merece su propia lista. Ellos no empiezan en una condición de anonimato y su tarea será, como la de la mayoría de medios digitales que hacen periodismo de investigación, resistir.

Todas las páginas web se alojan en algún servidor de internet, al cual todos accedemos desde nuestras computadoras. Es importante conocer las leyes del país donde se aloja nuestro servidor, al menos las que tienen que ver con Internet. Si los países tienen regulaciones muy relajadas sobre derechos de autor en Internet, es mejor alejarse de ahí. Lamentablemente, carezco de conocimientos suficientes para realizar una lista específica de dónde colocar o no sus servidores, pero sería interesante echar un ojo a esfuerzos previos por mapear esto. El Mapa de Responsabilidades de los Intermediarios de Internet (WILMap por sus siglas en inglés) es un recurso en línea que informa al público sobre la evolución de la regulación de internet que afecta a la libertad de expresión y a los derechos de los usuarios alrededor del mundo. En última instancia, EcuadorTransparente.Org encontró un buen proveedor que le dijo que no a Ares Rights y le pidió una orden judicial antes de procesar una de sus tantas solicitudes infundadas en el copyright.

Luego del servidor, el siguiente eslabón es el nombre de dominio, en este caso 4pelagatos.com; que según veo lo han adquirido usando los servicios de domainsbyproxy.com (un servicio para la compra de dominios web que protege la privacidad de sus clientes). El riesgo que veo acá es que (a) trabajan con godaddy.com y (b) la gana de proteger a veces no es suficiente. Sería de ver si cuestiones como el registro de marca podría ocasionar problemas a futuro, eso ya le pasó a Crudo Ecuador. Para suerte de los gestores, uno puede registrar la marca en cualquier otro país y su aplicación es a nivel internacional; eso les puede evitar ciertas complicaciones con las instituciones locales.

Los ataques DDoS son otra de las cosas que se han vuelto el pan de cada día. Servicios como CloudFlare ayudan a resistir los ataques de bots. CloudFlare tiene un programa específico para proteger sitios web que defienden el interés público, se llama Galileo y cuenta con el respaldo de docenas de organizaciones que protegen los derechos en la red. Se puede aplicar para ser parte del programa de forma gratuita. Finalmente, una buena práctica consiste en respaldas los nuevos artículos apenas se hayan publicado. Se puede hacer eso utilizando al menos dos herramientas: web.archive.org y archive.is, esta última es más resistente a intentos de censura.

Puede que algunas de las opiniones que han publicado en estos meses los arriba mencionados —no es excepcional— no sea de mi entero agrado. No obstante, me siento bastante identificado con la situación en la que se encuentran. Es importante respetar esa último metro cuadrado de libertad que nos hace quienes somos. Seguramente, muchos sentirían que su vida no sería igual si no pudieran volver a ver. A otros nos sucede que necesitamos escribir y hablar. Cercenar ese talento resulta lesivo a un nivel personal… yo no sería el mismo si no pudiera escribir. Sobreviviría, como mucha gente lo hace después de accidentes fatales, pero no sería yo. Aún más importante, hay algunas expresiones que si no se dicen, se pierden. Son ideas en peligro de extinción y, a veces, son la última esperanza que nos queda para apegarnos con cordura al mundo.

Éxitos en su nueva aventura.

Cómo hacer archivos públicos más accesibles con Internet Archive

Acá en Ecuador, el volcán Cotopaxi ha iniciado su actividad eruptiva y mucha gente está asustada y desinformada. El gobierno, después de cerca de tres explosiones, ha anunciado hace pocos días su decisión de adquirir equipos de «alerta temprana», pese a que las primeras fumarolas aparecieron en 2002 y, en ese entonces, los expertos ya estimaban una erupción inminente en cuarenta años. Entienden el punto: no estamos preparados. Las redes han servido a los ciudadanos para compartir información durante los dos meses pasados y, pese a ello, el gobierno ha decretado una censura previa en los temas que respectan a la actividad del volcán.

El municipio ya anda repartiendo información —más vale tarde que nunca— pero cuando apareció este tuit y alguien pidió una versión digital, no estuvo tan fácil de encontrar. Ingresé a la página web del municipio de Quito y en su portada, donde debería estar toda la información sobre qué hacer, en mi caso, si erupciona el Cotopaxi, no encontré nada. La verdad es que fue mi culpa porque no esperé a ver todas las imágenes del banner, si hay información sobre qué hacer y el mapa también estaba ahí. Distraído como soy, fui directo a los siguientes enlaces:

Captura de pantalla de 2015-08-19 08-39-35Llamó mi atención el «Atlas de amenazas naturales y exposición de infraestructura DMQ» y entonces hice clic. Para mi sorpresa, inició la descarga de un archivo .rar que pesaba 91 MB. Muchas personas no saben cómo abrir este tipo de archivos comprimidos. Al inicio, Windows te da un mes gratis de WinZip —el programa que usualmente se suele usar— pero luego cobra por la licencia y los mensajes de alerta suelen confundir a la gente (a esas personas les recomiendo que mejor usen el programa de software libre 7z); en mi caso, no tenía instalado nada para abrir el programa. Lo resolví en un segundo, descomprimiendo el archivo en línea, pero si se hubiera tratado de mi madre, hubiera estado llamando al municipio porque el archivo no se abría. En áreas rurales, con un internet más lento, seguramente la conexión se habría interrumpido unas cuantas veces antes de lograr la descarga.

Al descomprimir el archivo original, aparecía un PDF de 128 MB —es un archivo muy grande—. Si se hubiera tratado de otro tipo de archivo, donde las imágenes de mapas no fueran tan importantes, el uso de herramientas en línea como smallpdf (otra herramienta en línea) habría ayudado a reducir su tamaño. No sé qué tan buena idea sea en este caso, pero es bueno dar opciones a las personas que pueden tener una conexión más lenta o no tienen tanta pericia para manejar archivos comprimidos como .zip o .rar.

Lo que el municipio podría hacer es poner el archivo a disposición de la gente pero no únicamente para descargar, sino también para poder leerlo en línea, explorar sus páginas y revisar los contenidos. Imaginen que alguien con conexión lenta demore una hora en bajar el archivo para después descubrir que no le sirve. Así que esto es lo que recomiendo:

1. Carga tus archivos a Internet Archive

  • Ingresa a https://archive.org
  • Crea una cuenta
  • Selecciona el ícono con la flecha, aparecerá una etiqueta «Upload»

Captura de pantalla de 2015-08-19 08-53-28Una vez ahí seleccionamos el archivo de nuestro interés y le damos cargar.

2. Llena todos los datos pertinentes y elige la licencia de dominio público

Si un documento ha sido creado con dinero público, lo más lógico es que este no tenga derechos de autor y se dedique al dominio público. Usualmente todas las obras quedan desprotegidas —es decir, libres— después de algunos años de la muerte del autor, pero si queremos que la obra esté libre desde el inicio, podemos usar la etiqueta CC0 de Creative Commons que produce el mismo efecto (he usado otro archivo como ejemplo):

Captura de pantalla de 2015-08-19 09-12-21

Otra buena opción es usar alguna otra licencia libre de Creative Commons. De las 6 licencias Creative Commons disponibles, solamente dos son licencias de cultura libre (CC-BY y CC-BY-SA). Que una obra de interés público sea libre es importante porque entonces pueden haber trabajos derivados, por ejemplo un podcast o un video explicando la misma información. Si no le damos libertad a nuestra obra, quienes estén interesados en hacer difusión, tendrán que pedir nuestro permiso y eso siempre retrasa el proceso de socialización. También corremos el riesgo de un mal uso de los derechos de autor —la Secretaría de Comunicación, por ejemplo, le pone copyright a todos sus contenidos y a veces lo usa para censurar mensajes críticos—.

3. Espera a la transformación de tu archivo¹

Internet Archive almacenará nuestro archivo gratuitamente en al menos dos localidades distintas, con la condición de que lo pongamos a disposición del público en general. Además, transformarán el archivo —las transformaciones varían según el formato del archivo original— a otros formatos, para que pueda ser leído en muchos dispositivos. En nuestro caso (un PDF), crearán también un libro electrónico o e-book, esto es lo que yo hice con el atlas de amenazas naturales y exposición de infraestructura del Distrito Metropolitano de Quito. Todos los formatos disponibles se pueden ver en este enlace y, desde ahí, se puede también acceder al libro electrónico. La otra ventaja de haber usado los servicio de Internet Archive, es que ahora la gente puede buscar dentro del texto del libro directamente en Internet. He realizado una búsqueda del término «Cotopaxi» y en la base de la imagen se puede ver en qué partes del libro aparece esta palabra, si uno hace clic puede ir directamente a esa parte del texto:

Captura de pantalla de 2015-08-19 09-03-56

Internet Archive crea también un audiolibro —lo que realmente sucede es que un software de text-to-speech lee en voz alta el texto—. Claro, el software por ahora lee el idioma inglés, y en este caso el resultado será tener una gringa leyendo en un acento bastante divertido nuestro libro; seguro otros idiomas se volverán disponibles con el tiempo y esto es importante para las personas con discapacidad visual.

4. Inserta el nuevo libro en tu sitio web

Aunque personalmente prefiero el enlace al libro electrónico, por todas las características que he mencionado, también se puede insertar el e-book dentro de cualquier página web, en un visor más pequeño. Para ello, selecciona en la parte superior derecha el ícono de compartir: . Te aparecerán la dirección URL del libro, la URL de la página que estás leyendo —así puedes dirigir a otros a una página específica— y también un código para insertar un marco dentro de tu página web: un iframe. Pegas el código y listo, ni siquiera tienes que decirle a la gente que usas Internet Archive, aunque sería amable de tu parte. Acá un ejemplo con un embed pequeño:

Si les gustó esta publicación compártanla, sobre todo con las instituciones públicas que tienen documentos difíciles de leer —o que los cuelgan en páginas que restringen su accesibilidad mediante las condiciones de uso o requieren software malicioso, como Adobe Flash, para ver los archivos—.

Notas al pie:

1. La transformación a otros formatos no será inmediata. Habrá un tiempo de procesamiento para el archivo, en este caso fue menor de doce horas.