Entrevista a Andrés Delgado, por Evolucionarios

Texto de la entrevista que me realizara Evolucionarios (hoy fuera de línea)
¿Cómo definirías la cooperación?

Cuando dos o más personas trabajan juntas de buena gana para obtener un resultado que beneficie a los participantes (y en muchas ocasiones a toda la comunidad).

¿Crees que el principio de cooperación es aplicable a la sostenibilidad?

No sólo creo que es aplicable, sino que es imprescindible. En la economía actual las personas y las empresas hacen de todo para acumular dinero, y eso a veces incluye que los platos rotos los paguemos las otras personas e incluso la propia naturaleza. Sin una visión cooperativa, pronto nos quedaremos sin recursos para llevar una buena vida y sin amigos con los cuales compartirla.

Gabor Maté, un reconocido psiquiatra, menciona que nuestra felicidad es directamente proporcional al número de «iguales» que tengamos, gente como nosotros con las cuales nos podamos conectar, y es eso precisamente lo que genera la cooperación.

Desde un punto de vista más técnico, las herramientas que la cooperatividad ha creado tienen una lógica distinta a la del mercado, en lugar de crear productos para vender más y más. Se crean productos pensados en su reutilización y durabilidad. Podemos mencionar como un ejemplo de esto a los diseños de Open Source Ecology, quienes han reducido el costo de máquinas industriales a un octavo del precio en el mercado, pero paradójicamente han aumentado su durabilidad 5 veces.

¿Cuál es el concepto de FLOK Society?

Para entender al proyecto FLOK Society hace falta conocer un concepto clave que en los últimos años ha mejorado la calidad de vida de muchas personas en el mundo y ha permitido además el nacimiento de una nueva cultura de innovación: El COPYLEFT.

Al contrario del copyright (derechos de autor), el copyleft es básicamente un acto de nobleza por parte de quien inventa un nuevo diseño, escribe un nuevo libro o codifica un nuevo software. Es declarar a su creación como patrimonio común de toda la humanidad, para siempre.

Gracias a esto hemos podido apreciar el surgimiento de toda una industria mundial (software libre), que ahora ha tomado uno de cada cuatro computadores corporativos en el mundo y ya en 2007, la economía de productos libres constituía un sexto del Producto Interno Bruto de los Estados Unidos.

Ya tenemos muchos ejemplos de consumo colaborativo aquí en Ecuador. Tenemos una red de autos compartidos (www.autocompartido.com.ec) que, si los usáramos bien reduciríamos un 80% de las emisiones en nuestras ciudades. También hemos implementado algo similar con las estaciones biciQ, las cuales poco a poco van tomando todas las ciudades de Ecuador. Otros colectivos ciudadanos han empezado a usar las redes sociales como medio para intercambiar objetos a fin de no gastar más e incluso montaron una especie de tribuna de defensa del consumidor con un grupo llamado «Te aviso para que no les compres». Nosotros queremos llevar esto mucho más lejos para que los productos de la gente que ha regalado su trabajo a la humanidad (al registrarlo con una licencia libre o bajo copyleft) tengan su máximo alcance en Ecuador, convirtiendo a este país en un laboratorio de ideas.

La Sociedad del Conocimiento Libre y Abierto pretende crear una nueva forma de producir y consumir. Queremos dejar atrás al Ecuador que únicamente basa su economía en recursos limitados (como el petróleo) y proponer un país que use recursos ilimitados (como son la ciencia, la tecnología y el conocimiento) para sacar adelante a su gente y conservar su naturaleza.

Queremos que Ecuador cambie al mundo.

¿Cómo crees que se puede aprovechar el conocimiento para el bien común?

Si bien no creo en el conocimiento individual, sí creo que cada uno de nosotros tiene destrezas únicas que pueden dar aportes igual de únicos a este conocimiento que compartimos como humanidad. Isaac Newton lo explicó mejor cuando escribió:

«Si he logrado ver más lejos, ha sido porque he subido a hombros de gigantes».

Lo que Newton quería decir es que nosotros siempre creamos algo solo a partir del conocimiento que han dejado las 4000 generaciones de humanos que han pasado por este planeta, no existe nada que pueda ser 100% original, y es importante reconocer este hecho, porque nos permite entender que el mejor aporte que podemos hacer cuando tenemos una nueva idea, una explosión creativa, es brindarla como un apoyo a las presentes y futuras generaciones.

La imprenta revolucionó la historia porque permitía que los libros se reproduzcan mucho más rápido y ahora con Internet las ideas viajan a la velocidad de la luz (literalmente), si logramos que estas ideas se transformen en diseños de maquinaria libre, educación abierta y programas de computación gratuitos, podremos mejorar la calidad de vida de la gente.

Cuéntanos tu experiencia en la sociedad del conocimiento compartido.

Bueno, ahora mismo escribo usando un sistema operativo gratuito basado en GNU/linux (Ubuntu), en un programa de software libre, hubo gente que escribió el código de esos programas para mí. Creo que todos empezamos primero ‘usando’ estas herramientas del conocimiento compartido y posteriormente empezamos a realizar aportes que aunque nos parezcan pequeños terminan acoplados a un sistema enorme de conocimiento que otras personas pueden usar. En mi caso específico, he registrado obras de arte y ensayos bajo licencias libres.

Hace pocos meses, mis amigos David y Rafael, junto con mi primo Vinicio, hemos empezado a armar algunas impresoras 3D y eso gracias a que alguien más ha publicado libremente los diseños en internet. Algo interesante sobre esto es que una vez que estén terminadas, podremos imprimir las piezas para otras impresoras. ¡Es alucinante!

También he usado mucho de los contenidos en línea para aprender por mi cuenta, he aprendido otros idiomas humanos y computacionales (programación). Una vez fui a clases de salud mental tras haber escuchado una ponencia de uno de los más grandes expertos internacionales de la universidad de Stanford en línea. El profesor salió muy sorprendido.

¿Cómo crees que se puede incentivar a la juventud para formar parte de la sociedad del libre conocimiento?

Creo desde el fondo de mi corazón que las personas nacemos con una gran motivación hacia un mundo mejor, el problema no es incentivar a los jóvenes sino detener a quienes inhiben esa curiosidad innata.

Ken Robinson resume muy bien el sistema educativo:

«Sólo hay una respuesta… y está al final del libro. ¡Y no mires! Porque es hacer trampa»

Hay que crear nuevos centros, instituciones, empresas, clubes, grupos de amigos que funcionen desde una lógica distinta, dónde podamos reunirnos a compartir ciencia y jugar con ella. En Ecuador existen algunos HackLabs y podemos crear muchos donde no existen.

Debemos ir a clases y asombrar a nuestros compañeros siendo mejores que el profesor. Se imaginan el rostro de uno de sus profesores porque ustedes son los que le están enseñando.

Las universidades deben dar soluciones reales a la gente involucrando a sus estudiantes en proyectos que le quiten el frío y el hambre a las personas que no han nacido en la misma posición que nosotros. Y nosotros los jóvenes somos el puente para eso.

Debemos armar esos autos que ahora se encuentran en internet a una fracción del costo e invitar a la gente a dar un paseo en el futuro.Lo mejor que uno puede hacer para cambiar la perspectiva de la gente y conectarla con este proceso es informarse continuamente sobre nuevas posibilidades que cambian el mundo, que hacen que los problemas de hoy se vean ridículos, asombrarse ante tales cosas y compartirlas de una manera sincera, siempre revisando tus fuentes, siempre citándolas, porque lo más importante no es ser un fin, sino un puente entre aquellos que te rodean y las grandes posibilidades que encierra el presente.