Un amigo tiene un amigo… que trabaja con la SENAIN

Y me están buscando. Que me cuide me dijo mi amigo, que me andan «haciendo inteligencia». Meses atrás, en un lugar de Ecuador de cuyo nombre no quiero acordarme tuve una conversación con alguien que trabajó en la Secretaría de Comunicación (SECOM), fiel al régimen. No veía nada de extraño en lo que hacía, me confesó que trabajan con la Secretaría Nacional de Inteligencia (antigua SENAIN) espiando en la Asamblea Nacional, que también espiaban reporteros. «Es que te toca», «clarof» le interpelaron. Normal.

Confirmé el chisme—claro, esto no puede ser otra cosa— cuando adiviné esta semana quién exactamente era el amigo de mi amigo, la soplona que le contó que me seguían. Fácil. Trabaja en la SECOM. Raro también que todo se de inmediatamente después de que yo publicara una crítica a la SECOM en este blog, una crítica que a la fecha no llega a las 300 visitas.

¿Y la orden del juez? ¿Y la causa aparente? No hace falta, toda disidencia es traición.

Para eso drones y satélites, para eso explotar «todos los dispositivos móviles«, para eso el software de reconocimiento facial y de voz, para eso el monitoreo de redes sociales, el ataque a computadores, los 79 millones anuales y las casi 400 personas de la Secretaría de Inteligencia.

Para mí solito.