Con una mezcla de miedo y asco, Daniel levantó el cartón mojado del piso. Ya saben, uno encuentra toda clase de insectos bajo la humedad, cualquier cosa que encontrase debía por lo menos tener seis pares de patas. No alcanzó a alzarlo completamente cuando el cartón cedió en uno de sus pliegues y se rompió, golpeando a Johnny, quien la noche anterior no había encontrado mejor refugio que este, a las afueras de un almacén de electrodomésticos. Johnny tenía solo cuatro extremidades, pero se sentía un insecto… Daniel corrió.
Relatos
Diseñador
– ¿A qué te dedicas?
– Soy diseñador
– ¿De modas?
– No, de futuro.
Caminata
Empecé a paso lento, tal vez con la intención equivocada, ver el mundo dar vueltas. La forma más lógica de hacerlo es lograr un viaje hacia arriba, y aunque soy de esos trabajadores honestos, no pude estar entre los 7 que hicieron turismo espacial. La manera más fácil me dije, es pisar la Tierra con atención, de todas maneras es un planeta redondo y si me apuro lo suficiente puedo lograr ver como da vueltas, ser como esos osos de circo que existían cuando el abuso animal no estaba prohibido.
Durante mi travesía me dejo distraer fácilmente pero una vez que pasa la primera marejada de pensamientos me enfoco y empiezo a correr, es raro el mundo en el que vivimos, no puedo ir en una sola dirección. Encuentro por todas partes postes, muros, autos, gente estancada y el mundo sigue girando pero como yo, la mayoría no puede verlo.
Necesito un despoblado, el despoblado por otra parte no me necesita, me amenaza, no encuentro alimentos, el refugio es peligroso y solo me otorga un alivio temporal, empiezo a desesperar, veo unas flores venenosas. Quizás las pruebe…
Y entonces el mundo dio vueltas.
Sincronía
La vida es una cosa tan curiosa e intrigante.
Solo pensar que tus palabras se transformanen una cosa fría y muerta. Bits que viajan a la velocidad de la luz para luego volver a tomar una forma cálida y honesta e impactar en una manera inesperada…
El cuerpo se estremece, las máquinas inconscientes dentro de mis células empiezan a descargar sustancias, se abren y cierran puertas/canales, mis neuronas comparten electricidad…
El impulso se transforma, algo se mueve, otra se derrama, todo se reorganiza y el agua, el sodio, el cloro y otros pedazos de cosmos empiezan a formar algo tan real y tangible como la lágrima que va cayendo mientras cuelgas.
El teléfono y mi voz se apagan en una sincronía menos mágica.
Conversación casual
«A veces necesitamos más que respuestas, incertidumbre».
– Hey Ramiro, no se te ocurra votar por los [inserte partido político aquí] mira esta hermosa carretera que ha construido mi presidente -Le dice la ‘madre’ Beatriz a Ramiro, el conductor de la ambulancia. Lo deja cavilando y voltea hacia la parte de atrás donde me encontraba yo- Y tú ¿Por quién votaste la última elección?
– Por nadie -le dije- hasta donde sé las carreteras las construyen los ingenieros, no los políticos.
– ¡Ah! Pero ellos dan el dinero.
– Nosotros damos el dinero, ellos no hacen nada
– …
– ¿Realmente cree usted que la política es una buena forma de administrar los recursos?
– Pues no, la verdad que no. Pero… no existe otra manera.
– No se la han presentado que es distinto. Hay muchas otras maneras.