Lo que vemos quienes alquilamos internet

Conseguí un nuevo trabajo en una de esas empresas que vende el servicio de Internet. Me he vuelto un poco huraño y estar encerrado en una oficina aislado del ruido parece una buena opción, tengo tiempo de sobra para leer y escribir porque mi tarea es bastante pasiva. Sólo tengo que supervisar los registros de cuando la gente se conecta y desconecta a Internet. La pantalla se parece a esta —sólo que no tenemos política de bloqueo y, bueno, la fecha es junio de 2015:

El día de mañana van a capacitarnos sobre la herramienta pero hasta tanto he visto algunas cosas interesantes. La primera es que muchos clientes corporativos, es decir que trabajan en empresas, acceden a páginas porno en horarios de oficina. Las mujeres, fuera de las páginas a las que parece que tienen que acceder por el trabajo, miran sobre todo qué comprar.

Casi todos usan Facebook más que cualquier otra cosa, como cada perfil tiene un usuario distinto, puedo saber los perfiles de quién está visitando un cliente en específico. No sé quien es el cliente al inicio pero hay maneras de averiguarlo. Puedo buscar en el contrato el nombre, la dirección o el número de teléfono registrado para el servicio técnico, pero la persona que paga no es necesariamente la que está navegando, lo mejor es esperar a que suban una foto o algo así para que Facebook «arroje» la URL (la dirección que aparece en la barra de direcciones) de la foto una vez que ha terminado de cargarse, entonces es muy fácil entrar al enlace y ver de quién se trata.

Lo he hecho unas cuatro veces el día de hoy, el tercera era una señora casada que pasa mucho tiempo viendo el perfil de uno de sus compañeros de trabajo (la gente suele poner en Facebook cuál es su empresa). Estoy preocupado por otra persona que anda buscando en Google sobre zimovudina y abacavir, seguramente tiene VIH y, o no puede conseguir la medicación o le da vergüenza ir a la farmacia. También me enteré —wow— que existe una página llamada comosuicidarme.com. Iba a entrar para ver qué es, pero me dio miedo que mi nueva jefe vea eso en su registro y me mande al psiquiatra.

Captura de pantalla de 2015-06-04 14:21:03

También tenemos este juguete llamado IP2Location, que nos dice desde dónde se están conectado los clientes. La verdad es que en la nueva versión del programa de monitoreo es mucho más amigable y nos da la información igual que con los otros datos de arriba. Aquí se ve sólo la ciudad pero realmente la IP —esos cuatro números divididos por puntos— me puede decir exactamente dónde se encuentra una persona. Andre, mi amor, si estás leyendo esto no te preocupes que tu universidad no está dentro de nuestros clientes, ya busqué.

En este video nos enseñan todo lo que podemos hacer, está chévere. Está en inglés pero tiene subtítulos en español que hay que activar en YouTube. Hablan muy rápido así que toca leer más rápido todavía:

Metadatos

El trabajo está muy bien pero yo no quiero que vean lo que hago, así que creo que voy a usar Tor, en mi anterior trabajo lo usaba porque la mayoría de páginas web estaban bloqueadas y Tor me permitía verlas sin ningún problema.

The Onion Router o TOR es un explorador como google chrome, de hecho es una variante de firefox que todo el mundo puede descargar. Utiliza matemática muy avanzada para ocultar tu conexión. No es perfecta, se pueden correr computadoras para descifrar su clave pero hacerlo demoraría entre cinco y diez años, entonces TOR usa este cifrado para conectarse a un «nodo tor» en cualquier lugar del mundo, repite este proceso tres veces —es decir que hay tres capas de cifrado, demasiados años de cálculos hasta para la NSA— y finalmente uno se conecta a la página que buscaba. Si no entrego datos personales a la página donde me conecto puede que jamás averigüen que estuve ahí.

Quizá a los jefes no les guste eso.

Internet pobre para gente pobre: Free Basics equivale a racismo económico

Artículo original publicado por Mahesh Murty en LinkedIn

Tal vez has estado siguiendo las noticias desde el frente digital. En India, hubo un movimiento importante en defensa de la neutralidad de la red.

Este es el concepto que sostiene, entre otras cosas, que todos los bits y bytes deben ser tratados igual por todas las empresas de telecomunicaciones y operadores de red, para que todos los usuarios puedan experimentar exactamente el mismo internet, sin sesgo a favor o en contra de cualquier sitio, sin importar el motivo.

En la última semana, se han enviado más de 750.000 correos electrónicos a la Autoridad de Telecomunicaciones de India (TRAI por sus siglas en inglés), el regulador de las telecomunicaciones, desde savetheinternet.in. Esto por sí mismo no tiene precedentes (savetheinternet.in es una página web creada como una plataforma para que los consumidores envíen sus respuestas a TRAI).

Profunda desconfianza al Cero en la tierra que lo inventó

Algo que ha asumido proporciones mucho más grandes ahora es el estado de los servicios de “Tarifa Cero”. En pocas palabras, se trata de productos en los que se agrupan un conjunto de sitios web y se les permite a los usuarios navegarlos de forma gratuita, ya que el ancho de banda en estos casos es pagado por el operador del propio sitio.

Dos de las ofertas más infames de tarifa cero son Airtel Zero y el Free Basics de Facebook.

Airtel ha estado tratando de presentarse como una “plataforma de marketing para las aplicaciones”. ¿Cuál es el problema con eso? podrías pensar. Míralo de esta manera, si se ofrece acceso a internet de forma gratuita, a continuación, se puede suponer que la gente irá apresuradamente a usar ese servicio, y muchas de estas personas serán los mas desfavorecidos económicamente. Una vez que inicien sesión, sin embargo, terminarán viendo sólo un puñado de sitios que, por lo general, han pagado una gran cantidad de dinero para estar allí. Y aquellos que han pagado estas comisiones esencialmente se sientan en la ‘puerta de entrada’ de Internet para estos usuarios novatos —y van a subir sus precios para recuperar los elevados honorarios que han pagado para obtener sus espacios privilegiados. Además, desde el punto de vista del usuario, no hay otra parte de la internet a la que pueden acceder desde aquí.

En todos los sentidos, desde la explotación a los pobres, pasando por ser una práctica comercial restrictiva —porque los startups no tendrán la oportunidad de ser descubiertos por los usuarios a través del boca a boca y porque no pueden pagar las tasas de colocación— hasta simplemente negar la maravilla y la variedad de Internet a los jóvenes y a quienes tienen sed de conocimiento, esta práctica es terrible.

Y 750.000 personas creyeron lo mismo, lo suficiente como para escribir al gobierno para que lo detenga.

Ambos servicios de Tarifa Cero, el de Airtel y el de Facebook, han tenido malos días últimamente, con Flipkart dejando a la primera y una serie de empresas de Internet de la India: Cleartrip, NewsHunt, NDTV y (parcialmente) Times Group dejando al último.

 Zuckerberg defiende su supuesta caridad

Mientras las empresas de telecomunicaciones, especialmente Airtel, se ocultan detrás de su cada vez más agobiado grupo industrial —la Asociación de Operadores Celulares de la India— Mark Zuckerberg de Facebook decidió ir a la ofensiva con una “pieza editorial” en un importante diario donde trató de defender a su producto Free Basics como algún tipo de esfuerzo de responsabilidad social corporativa (RSC) para cambiar el mundo nacido de la bondad de su corazón.

Free Basics es ligeramente diferente del producto de Airtel. Mientras los chicos Airtel reconocen abiertamente que están lanzando su servicio de tarifa Cero para ganar dinero porque dicen que no obtienen ganancias netas suficientes actualmente —la ganancia neta de los últimos años ha sido 9500 millones de rupias (1,5 millones de dólares)— Zuckerberg es un poco más sutil.

Así es como funciona el sistema: Facebook se acerca a una empresa de telecomunicaciones, en el caso de la India, Reliance y ofrece cubrir los costos de ancho de banda utilizados para acceder a la página de Facebook y a un pequeño grupo de sitios adicionales.

Así que cuando los pobres, que en teoría no pueden pagar una conexión de red de llegan al servicio Facebook Zero confusamente llamado Free Basics, son engañados para que crean que están en Internet, mientras que en realidad sólo están en Facebook y en algunos sitios escogidos.

Y los sitios también son escogidos en secreto bajo algún proceso desconocido. Por ejemplo, Facebook optó por ofrecer el no tan popular motor de búsqueda Bing en lugar del líder en la industria Google. ¿Por qué? ¿Es la rivalidad con Google, o debido a la participación de Microsoft en Facebook? Y entonces el producto de Tarifa Cero de Facebook cuenta con un sitio de trabajo pequeño como Babajob en lugar del líder en la industria Naukri. ¿Por qué? ¿Para que los pobres tengan menos opciones de trabajo? Nadie sabe. Facebook no cuenta con YouTube —el sitio de videos más grande del mundo y un recurso educativo inmenso— pero permite sus propios videos en su totalidad. En realidad no parece caridad, ¿verdad?

El periodista indio Nikhil Pahwa ha respondido al editorial de Zuckerberg, señalando que investigación tras investigación demuestran que los servicios de tarifa cero en todo el mundo tienden a hacer mal para las personas que los utilizan, universalmente. Todo parece equivaler a racismo, la explotación de los pobres en las partes menos desarrolladas del mundo para convertirlos en tus clientes bajo la apariencia de un supuesto fin benéfico. Mientras se les ofrece una versión más pequeña y de mala calidad del internet real. Como Vijay Shekhar Sharma, fundador de la aplicación de pagos PayTM, señala: “Es internet pobre para gente pobre”.

Irónicamente, Zuckerberg habla acerca de observar cómo se maravilla un niño en una remota aldea india al descubrir el poder de la Internet. El golpe de gracia es que si Zuckerberg —un niño prodigio— hubiera sido criado con free basics, jamás hubiera podido construir un Facebook.

Internet Punto Org ni ofrece internet a sus usuarios ni es un Punto Org, que denota una organización caritativa. Sólo parece ser un proxy oculta para el  Departamento de Adquisición de Usuarios de Escasos Recursos Económicos de Facebook.

Los líderespolíticos de India rechazan la caridad

Dos de los políticos indúes más conocedores del campo digital —Naveen Patnaik de Odisha y Arvind Kejriwal de Delhi— que en conjunto representan a más de 60 millones de indúes se han puesto en contra de los esfuerzos de tarifa cero de Facebook y Airtel.

El ministro en jefe de Odisha dice en su carta al regulador que

“Mientras los más desfavorecidos merecen mucho más de lo que está disponible, nadie debe decidir cuáles exactamente son sus requerimientos. Si usted dicta lo que los pobres deben recibir, les quita su derecho a elegir lo que ellos piensen que es mejor para ellos”.

El Partido Aadmi dice:

“El Partido Aadmi Aam cree que la juventud innovadora de este país nos dará el próximo Google, Facebook o Whatsapp. Sin embargo, si se ofrecen gratuitamente algunos sitios web o aplicaciones o servicios o prestaciones a mayores velocidades, la balanza se inclina hacia los jugadores ya establecidos con los bolsillos más profundos, lo que mata a los start-ups jóvenes innovadores que emanarán de este ecosistema”.

El partido gobernante, el BJP, ha presumido sobre la neutralidad de la red y la disponibilidad no discriminatoria de internet, pero sigue adoptando una actitud de “ver que pasa” respecto al proceso de regulación real.

Neutralidad en Silicon Valley, pero no en Araku Valley

Mientras tanto, las cosas se están calentando en otras empresas de Silicon Valley que forman parte de estos servicios de Tarifa Cero. Google, que encabezó una batalla fuerte en los EE.UU. por la neutralidad de Internet, ha sido parte del producto de Airtel Zero en la India, brillando por la hipocresía de su posición en Occidente. Twitter también ha hecho lo mismo, logrando hablar desde ambos lados de su boca, al ser parte del plan de Airtel Zero en la India mientras cantaba hosannas a la neutralidad en los EE.UU..

Mientras Airtel tiene una larga historia de tratar displicentemente a los clientes, uno se pregunta por qué Facebook tuvo que hacer esto. Tal vez el estancado precio desus acciones sea una de las razones.

Mientras que Facebook y Google tienen más o menos el mismo número de usuarios —alrededor de 1,3 mil millones en todo el mundo— el primero les saca 12.000 millones dólares y el último 66 mil millones de dólares, un total de 5 veces más por usuario. Incapaz de cerrar la brecha, es probable que haya pensado que tenía que hacer todo lo posible para aumentar ese número de usuarios, sin permitir que vayan a Google para sus búsquedas. Ergo, disfrazar a free basics, como una filantropía bien intencionada de Silicon Valley.

Nunca lo sabremos, pero se ve cada vez más como la India está diciendo “gracias, pero no gracias” a los esfuerzos de tarifa cero de Facebook y Airtel.

Tal vez la única manera en que el segundo mundo y el tercer mundo pueden crecer es comportarse como si fueran naciones del primer mundo, y exigir ser tratados de forma igual que cualquier otro ciudadano de la red en el mundo.

No hemos terminado todavía. La batalla aún continúa. Y no parece que Facebook y Airtel se hayan rendido tampoco.

Principios del Periodismo

Traducción de Principles of Journalism

Los tres primeros años de trabajo del proyecto implicaron escuchar y hablar con periodistas y otras personas alrededor del país acerca de lo que define su trabajo. Lo que surgió de esas conversaciones son los próximos nueve principios centrales del periodismo:

1. La primera obligación del periodismo es hacia la verdad

La democracia depende de que los ciudadanos cuentan con hechos confiables y precisos en un contexto significativo. El periodismo no persigue la verdad en un sentido absoluto o filosófico, pero puede —y debe— perseguirla en un sentido práctico. Esta “verdad periodística” es un proceso que empieza con la disciplina profesional de ensamblar y verificar los hechos. Entonces los periodistas tratan de transmitir un relato justo y confiable de su significado, válido por ahora, objeto de una investigación más profunda. Los periodistas deben ser tan transparentes como sea posible acerca de sus fuentes y métodos para que las audiencias puedan investigar por cuenta propia la información. Incluso en un mundo de voces en expansión, la precisión es la base sobre la cual se construye todo lo demás —contexto, interpretación, comentario, crítica, análisis y debate. La verdad, con el tiempo, emerge de este foro. Conforme los ciudadanos se encuentran con un flujo de datos cada vez mayor, tienen más necesidad —no menos— de fuentes identificables dedicadas a verificar esa información y ponerla en contexto.

2. Su primera lealtad es con los ciudadanos

Si bien las organizaciones de noticias responden a muchas circunscripciones, incluyendo anunciantes y accionistas, los periodistas en esas organizaciones deben mantener la lealtad a los ciudadanos y al interés público por encima de cualquier otro si han de proveer las noticias sin temor ni favor. Este compromiso de poner primero a los ciudadanos es la base de la credibilidad de una organización noticiosa, el pacto implícito que le dice al público que la cobertura no está inclinada en favor de los amigos o los anunciantes. El compromiso con los ciudadanos también significa que el periodismo debería presentar una imagen representativa de todos los grupos que constituyen la sociedad. Ignorar a ciertos ciudadanos tiene el efecto de privarles de sus derechos. La teoría que subyace a la industria periodística moderna es la creencia de que la credibilidad construye un público amplio y leal, y que el éxito económico, a su vez, es una consecuencia de ello. En ese sentido, los hombres de negocios en una organización periodística también deben nutrir —no explotar— su lealtad a la audiencia por delante de otras consideraciones.

3. Su esencia es una disciplina de verificación

Los periodistas dependen de la disciplina profesional de verificación de información. Cuando el concepto de objetividad evolucionó originalmente, no implicaba que los periodistas estén libres de prejuicios. Buscaba, más bien, un método consistente de poner a prueba la información —un enfoque transparente para la evidencia— precisamente para que los prejuicios personales y culturales no socavaran la precisión de su trabajo. El método es objetivo, no el periodista. Buscar múltiples testigos, divulgar lo más posible acerca de las fuentes, o pedir comentarios desde varias perspectivas, son todos ejemplos de dichos estándares. Esta disciplina de verificación es lo que separa al periodismo de otras formas de comunicación, tales como la propaganda, la ficción o el entretenimiento. Pero la necesidad de método profesional no siempre es completamente reconocida o refinada. Si bien el periodismo ha desarrollado diversas técnicas para determinar los hechos, por ejemplo, se ha hecho menos para desarrollar un sistema de comprobación de la fiabilidad de la interpretación periodística.

4. Sus practicantes deben mantener independencia de aquellos a quienes cubren

La independencia es un requisito fundamental del periodismo, una piedra angular de su fiabilidad. Independencia de espíritu y mente, en lugar de neutralidad, es el principio en el que los periodistas deben mantenerse enfocados. Aunque los editorialistas y comentaristas no son neutrales, la fuente de su credibilidad sigue siendo su exactitud, imparcialidad intelectual y capacidad de informar, no su devoción a un determinado grupo o resultado. En nuestra independencia, sin embargo, debemos evitar cualquier tendencia a desviarnos hacia la arrogancia, el elitismo, el aislamiento o el nihilismo.

5. Debe servir como un monitor independiente del poder

El periodismo tiene una capacidad inusual para servir como guardián de aquellos cuyo poder y cargo afectan más a los ciudadanos. Los Padres Fundadores reconocieron que esto es una muralla contra el despotismo cuando aseguraron una prensa independiente; las cortes lo han afirmado; los ciudadanos confían en ello. Como periodistas, tenemos la obligación de proteger esta libertad de vigilancia al no degradarla en usos frívolos o explotarla con fines comerciales.

6. Debe proporcionar un foro para la crítica y el compromiso públicos

Los medios de comunicación son los portadores comunes de la discusión pública, y esta responsabilidad constituye una base para nuestros privilegios especiales. Este debate sirve mejor a la sociedad cuando se informa de hechos más que de prejuicios y suposiciones. También debe tratar de representar en forma justa los distintos puntos de vista e intereses de la sociedad, y de colocarlos en su contexto en lugar de resaltar sólo los flecos conflictivos del debate. La exactitud y la veracidad requieren que, como autores de la discusión pública, no descuidemos los puntos de acuerdo común donde se produce la resolución de problemas.

7. Debe esforzarse en hacer que lo significativo sea interesante y relevante

El periodismo es contar historias con un propósito. Debe hacer algo más que reunir una audiencia o catalogar lo importante. Por su propia supervivencia, debe equilibrar lo que los lectores saben que quieren con lo que no pueden anticipar pero sí necesitan. En definitiva, se debe procurar que lo significativo sea interesante y relevante. La eficacia de una obra periodística se mide por cuánto un trabajo compromete a su audiencia y la ilumina. Esto significa que los periodistas deben preguntar continuamente qué información tiene más valor para los ciudadanos y en qué forma. Aunque el periodismo debe ir más allá de asuntos tales como gobierno y seguridad pública, un periodismo abrumado por trivialidades y falsa significación engendra, en última instancia, una sociedad trivial.

8. Se debe mantener la noticia completa y proporcional

Mantener las noticias en proporción y no dejar las cosas importantes fuera también son piedras angulares de la veracidad. El periodismo es una forma de cartografía: crea un mapa para que los ciudadanos naveguen por la sociedad. Inflar eventos para el sensacionalismo, descuidando otros, estereotipar o ser desproporcionadamente negativo; todo esto hace un mapa menos fiable. El mapa también debe incluir noticias de todas nuestras comunidades, no sólo aquellos con demografías atractivas. Esto se logra mejor mediante salas de redacción con una diversidad de antecedentes y perspectivas. El mapa es una analogía; la proporción y exhaustividad son subjetivos, sin embargo, su carácter esquivo no disminuye su importancia.

9. A sus practicantes se les debe permitir ejercer su conciencia individual

Cada periodista debe tener un sentido personal de ética y responsabilidad, una brújula moral. Cada uno de nosotros debe estar dispuesto, si se requiere de imparcialidad y exactitud, a expresar las diferencias con nuestros colegas, ya sea en la sala de prensa o en la suite ejecutiva. Las organizaciones de noticias hacen bien en nutrir esta independencia al alentar a las personas a que digan lo que piensan. Esto estimula la diversidad intelectual necesaria para comprender y cubrir de forma precisa una sociedad cada vez más diversa. Es esta diversidad de mentes y voces, no sólo de números, lo que importa.

La receta de Snowden para enfrentar gobiernos injustos

Después de que Laura Poitras ganó el Óscar a mejor documental con su película CITIZENFOUR, realizó —junto a Edward Snowden y Gleen Greenwald— un AMA (pregúntame lo que sea por sus siglas en inglés) en Reddit. Puede que haya sido otra la pregunta, pero veamos qué consejos y lecciones da Snowden sobre enfrentar a gobiernos injustos.

Organizarse es importante. El activismo es importante.

Al mismo tiempo, debemos recordar que los gobiernos, a menudo, no se reforman a sí mismos. Uno de los argumentos en un libro que leí recientemente (Bruce Schneier, «Data and Goliath») es que el cumplimiento perfecto de la ley suena como una cosa buena, pero puede que no siempre sea el caso. Acabar con el crimen suena muy convincente, verdad, así que ¿cómo puede ser eso?

Pues, cuando miramos hacia atrás en la historia, el progreso de la civilización occidental y de los derechos humanos, de hecho se basa en la violación de la ley. Estados Unidos nació de una revolución violenta que fue una traición indignante contra la corona y el orden establecido del día. La historia muestra que la corrección de los errores históricos a menudo nace de actos de criminalidad impenitente. La esclavitud. La protección de los judíos perseguidos.

Incluso en temas menos extremos, encontramos ejemplos similares. ¿Qué sucede con la prohibición del alcohol? ¿El matrimonio gay? ¿La marihuana?

¿Dónde estaríamos hoy si el gobierno, disfrutando los poderes de la vigilancia y cumplimiento de la ley perfectos, hubiera —completamente dentro de la ley— rodeado, aprisionado y humillado a todos estos delincuentes?

En última instancia, si la gente pierde su voluntad para reconocer que existen épocas en nuestra historia donde la legalidad se torna diferente a la moralidad, no sólo estamos cediendo el control de nuestros derechos al gobierno, sino también nuestra capacidad de determinar nuestro futuro.

¿Cómo se relaciona esto con la política? Bueno, sospecho que los gobiernos actuales están más preocupados de perder su capacidad de controlar y regular el comportamiento de sus ciudadanos y menos del descontento de sus ciudadanos.

¿Cómo logramos que eso funcione a nuestro favor? Podemos idear medios, a través de la aplicación y la sofisticación de la ciencia, para recordar a los gobiernos que si no van a ser administradores responsables de nuestros derechos, nosotros —el pueblo— implementaremos sistemas que no sólo proporcionen un medio de hacer valer nuestros derechos, sino también de eliminar de los gobiernos la capacidad de interferir con esos derechos.

Se puede ver los inicios de esta dinámica en la actualidad en las declaraciones de los oficiales gubernamentales que se quejan acerca de la adopción de cifrado por parte de los proveedores de tecnología más importantes. La idea aquí no es lanzarnos a la anarquía y acabar con el gobierno, sino recordarle al gobierno que siempre debe haber un equilibrio de poder entre el gobernante y los gobernados, y que a medida que el progreso de la ciencia da cada vez más poder a comunidades e individuos, habrán más y más áreas en nuestras vidas donde —si los gobiernos insisten en comportarse pobremente y con un cruel desprecio por el ciudadano— podemos encontrar formas de reducir o eliminar sus poderes sobre una base nueva y permanente.

Nuestros derechos no son garantizados por los gobiernos. Son inherentes a nuestra naturaleza. Pero es todo lo contrario para los gobiernos: sus privilegios son exactamente iguales a aquello que nosotros padecemos para que ellos los disfruten.

No hemos tenido que pensar mucho en ello debido a que en las últimas décadas la calidad de vida ha ido aumentando de una manera significativa a través de casi todas las medidas, y eso ha dado lugar a una complacencia cómoda. Pero aquí y allá, a lo largo de la historia, nos encontramos de vez en cuando estos períodos en que los gobiernos piensan más acerca de lo que «pueden» hacer en lugar de lo que «deberían» hacer, y lo que es legal será cada vez más diferente de lo que es moral.

En esos momentos, haríamos bien en recordar que al final del día, la ley no nos defiende; nosotros la defendemos. Y cuando la ley llega a ser contraria a nuestra moral, tenemos el derecho y la responsabilidad de reequilibrarla hacia fines justos.