Leer puede ser muchas cosas. Después de todo, hay miles de historias y miles de lectores. La forma en que nos relacionamos con los libros depende de nuestro momento. Por eso, uno no puede leer el mismo libro dos veces, de la misma manera que no puedes bañarte en las mismas aguas de un río. En otras palabras, las historias escapan al tiempo.
Esto es hermoso, porque nos reinventamos en cada lectura, pero también es triste porque las impresiones que los libros dejan en nosotros se van con el tiempo. He recomendado libros diciendo «no recuerdo nada de lo que había en el libro, lo que recuerdo es que era realmente bueno». No sé si eso sea bueno o malo, pero he decidido cambiarlo. Quiero guardar las impresiones temporales que me dejan los libros. He decidido convertirme en booktuber.
Booktuber es una palabra horrible (y será peor cuando la RAE la transforme en buctuber), pero creo que serlo es todo lo contrario. Terminar un libro es satisfactorio, pero discutirlo es el equivalente a ver los mejores memes después de la Saga del Infinito; o algo así.
Quisiera decirles que, desde hoy, me ganaré el pan de cada día reseñando lo que leo. No. Dudo que los algoritmos lo permitan; además, a YouTube no le interesa. Sí, he empezado a subir videos, pero es por el gusto de hacerlo. No esperen ediciones profesionales ni viñetas increíbles (apenas me sobra el tiempo). Lo que sí quiero dejar en claro es esto: amo los libros. Creo que sería miserable sin ellos. Creo que todos necesitamos historias en la existencia y los libros pueden ser mucho más interesantes que los chismes de política, la novela, twitter, facebook, o lo que sea que les cuente la vecina.
Así que, mamá, ¡soy booktuber! Este es mi primer video: