La política es póquer. I have a dream… Amamos las emociones fuertes, los discursos apocalípticos o utópicos —extremos opuestos mediados por la realidad— las imágenes que contradicen la realidad, que la curvan. There is no spoon.
Este pensamiento me cautiva, pienso que las actuales protestas son un momento perfecto para curvar cucharas, para desentenderse del deber ser, para jugar.
Imaginemos…
1. Protestantes parkour
Usualmente la plaza grande del centro de Quito, un sitio lleno de casas de piedra y balcones, es rodeada por piquetes de policías que evitan el paso a quienes quieren llegar a quejarse a la casa del presidente de la república.
Cuán genial sería que, de repente, llegaran un par de docenas de acróbatas y empezaran a saltar las cercas y escalar los muros.
2. ¿Delitos? de espectáculo público
Hay una serie de cosas que uno no puede hacer en un lugar público, como tener sexo, orinar, defecar —en definitiva la mitad de las necesidades humanas básicas para la supervivencia. Hay otras cosas que no están prohibidas pero son tabú: un beso entre tres hombres, fumar marihuana, hacer graffitis. ¿Cuán propicio podría ser este momento para reírse un poco del curuchupismo de la sociedad?
3. Stand up comedy
Imaginen pararse frente a este piquete de policías, vestido con un taparabo y una lanza y gritar: «¡ESPARTANOS!»
O enfrentarles vestidos así:
O así
4. Queja contra la propaganda
En Ecuador, se ha decidido «humanizar» al escudo de la policía:
Pero cuando la policía aplica mano dura, algo así no estaría mal…
5. Máscaras
Seguramente todos están familiarizados con la película V for Vendetta, que inspiró la marcha de las mil máscaras
Imaginen la reacción de la policía si usaran otra máscara más «local»
Lo peor que puede pasar es que se porten violentos y esas fotos darán mucho de que hablar.