La vida es una cosa tan curiosa e intrigante.
Solo pensar que tus palabras se transformanen una cosa fría y muerta. Bits que viajan a la velocidad de la luz para luego volver a tomar una forma cálida y honesta e impactar en una manera inesperada…
El cuerpo se estremece, las máquinas inconscientes dentro de mis células empiezan a descargar sustancias, se abren y cierran puertas/canales, mis neuronas comparten electricidad…
El impulso se transforma, algo se mueve, otra se derrama, todo se reorganiza y el agua, el sodio, el cloro y otros pedazos de cosmos empiezan a formar algo tan real y tangible como la lágrima que va cayendo mientras cuelgas.
El teléfono y mi voz se apagan en una sincronía menos mágica.