El día de hoy tuve el agrado de conversar con Javier Serrano, quien se desempeña como ingeniero en el Departamento de haces de partículas del CERN. La razón de su llamada es que estuve como loco buscando como contactarlo tras enterarme que él había sido el responsable de que la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN por sus siglas en inglés) creara e implementara una licencia para hardware de fuentes abiertas.
El CERN es una de las instalaciones más avanzadas del universo conocido, ahí se encuentra el gran colisionador de hadrones, que en su parte central cuenta con la zona más exensa refrigerada del planeta, a una temperatura inferior a la del espacio profundo. La presión dentro de sus conductos es unas diez veces menor que la que existe en la superficie de la luna
Esa fue precisamente la pregunta que le realicé a Javier, quien se apresuró a contarme que si bien el CERN es algo enorme, este proyecto era más bien algo mucho más pequeño (aparentemente no era el primero que lo contactaba llevado por la emoción). Procedió entonces a describir las motivaciones que habían llevado a la implementación de un ecosistema de hardware de fuentes abiertas y la cronología del proceso, aquí el chisme:
Le tenían una sana envidia a la gente que trabajaba con GNU/Linux, quienes podían modificar el sistema y ponerlo a punto para sus propias necesidades al mismo tiempo que se forma parte de una comunidad vibrante, no veían porque eso no pudiese ocurrir con el hardware. Así que lo primero fue crear un repositorio, que funcionó de forma parecida a las forjas de software.
«Los científicos del CERN están en toda la capacidad de crear ellos mismos estas herramientas, pero necesitamos el tiempo para dedicarlo a otras tareas», el siguiente paso fue entonces el crear un modelo de negocios para que las empresas sean quienes provean este servicio. «Tú puedes comprar el equipo a alguien que lo fabrica en un garage, pero es a tu propio riesgo». Las empresas se hacen entonces responsables de la fabricación del hardware pero también garantizan la calidad del proceso, cualquier reclamo o necesidad va directamente a ellos. En esto, el modelo de negocios funciona de forma muy similar al del software libre, pero lo que cambió realmente es que al abrir el diseño, habían muchas más empresas de cumplir con la oferta.
El siguiente y definitivo paso fue la creación de la Licencia de Hardware Abierto de CERN, la cual le ofrecía un amparo legal a estas empresas. El mensaje era algo así como «tranquilo, nadie va a privatizar esto, vas a poder seguir siendo nuestro proveedor». La licencia fue desarrollada conjuntamente entre Javier y Myriam Ayass
Una de las cuestiones clave, menciona para finalizar, es que dentro de los organismos públicos exista gente competente, que esté en capacidad de hacer todo lo que se le requiere al proveedor, esto ha sido muy importante al momento de especificar los requerimientos y de garantizar la calidad del producto.
Serrano considera que es muy importante que los fondos públicos permitan que la información sea pública, y señala que no fue el ahorro de dinero lo que estuvo en su cabeza, ni en la de los directivos de la institución cuando respaldaron estos proyectos, fue la libertad. Señaló como ejemplo la migración a software libre de la ciudad de Múnich, quienes entendían que no se trataba de los costos, sino de la independencia, el fomento de la empresa local y la generación de empleo, que hayan terminado ahorrándose 11 millones de euros es otra cosa.