Quiero presumirles que leí los tres primeros libros de Nikolái Lilin. Hubiese querido hacerlo hace tiempo, pero fue tan difícil cerrar ese ciclo. Hallar el primer libro, educación siberiana, fue un raro hallazgo por sí mismo. Escribí sobre este libro en una publicación anterior. Un chico crece en medio de bandidos siberianos. La novela autobiográfica de Lilin desnuda el alma de riñas callejeras, cuchillos y pistolas. Es un relato fascinante, especialmente si te cuesta abrazar la ficción del orden social. El traductor, Juan Manuel Salmerón, merece crédito extra por la versión en castellano.
Conseguir el segundo libro no fue fácil. De hecho, fue imposible. Tienda que preguntaba, tienda que me escupía un «resultado no encontrado». La anticipación creada por educación siberiana apuró mi decisión de comprar la versión digital de caída libre. Para ser exactos, me resigné a leer Free Fall: A Sipper’s Story. El delincuente es arrebatado de su familia para cumplir el servicio militar obligatorio. Esta novela me agrada menos que las otras: el autor se centra más en la acción y menos en su proceso de transformación. Tal vez se deba a que el formato e idioma influyeron mucho en mi percepción del texto. El inglés no es tan bonito como el español. Además, me resulta impersonal. Tampoco soy fan de leer libros en pantallas electrónicas, pero las circunstancias me obligaron.
Mientras me ocupaba de las misiones de Nikolái en Chechenia, invertí mucho tiempo tratando de encontrar el tercer libro. Al parecer, las secuelas no fueron tan populares como educación siberiana (traducida a más de 20 idiomas y con contrato para película). El respiro de la oscuridad tuvo la peor de las suertes, ni siquiera fue traducida ni a inglés ni a castellano. Mi única opción era leer il respiro del buio. Obviamente me resigné a la versión digital, pero… no hay versión digital disponible en América Latina. Debía comprar el libro físico, pero las tiendas de Amazon no lo enviaban a Ecuador. Traté de comprarlo en Italia y tampoco exportaban a este país bananero, ¿no se supone que para estos son los acuerdos de libre comercio? En fin, jaquear al sistema: crear un usuario en Amazon España, comprarlo en Italia, ingresar la dirección de envío en Ecuador.
Ahora entenderán porque les quería presumir que acabé la trilogía: dos formatos, tres idiomas, cuatro países en tránsito y mil páginas de una verdad reflexiva sobre la mierda que es nacer en guerra, crecer en guerra, huir de la guerra y ser la guerra para terminar tatuando de día y escribiendo de noche.