Cómo el feminismo ha obligado al padre narcisista a parecer más amable

El narcisismo es un trastorno de personalidad caracterizado por un patrón de grandiosidad, una necesidad constante de admiración y una falta de empatía. La figura del padre narcisista ha sido un tema de interés considerable en la literatura de psicología y autoayuda debido a los efectos perjudiciales que puede tener en la dinámica familiar y en el desarrollo de los hijos. En las últimas décadas, los cambios culturales y el feminismo han tenido un profundo impacto en la sociedad, desafiando los roles de género tradicionales y abogando por relaciones más equitativas y respetuosas. Este cambio social también ha influenciado la forma en que se manifiesta el narcisismo en un contexto familiar, especialmente en lo que se refiere a los padres.

  1. Redefinición de la autoridad: Los movimientos feministas y los cambios culturales han contribuido a una redefinición de los roles de género y de la autoridad en el hogar. Antes, el padre solía ser considerado la máxima autoridad. Los padres narcisistas, con su necesidad de control y admiración, podrían haberse apoyado fuertemente en este modelo. Sin embargo, a medida que estas normas tradicionales han sido desafiadas, los padres narcisistas pueden haber tenido que encontrar nuevas formas de mantener su control y su sentido de importancia. Esto podría manifestarse en formas más sutiles de manipulación, como la manipulación emocional o el gaslighting (hacer que alguien dude de su propia percepción de la realidad). Antiguamente, estos comportamientos podrían haber sido menos reconocidos y por lo tanto, más abiertos.
  2. Mayor énfasis en la emoción: La sociedad actual da gran valor a la empatía, la conexión emocional y la inteligencia emocional en las relaciones. Esta tendencia puede poner en evidencia la falta de empatía característica de los narcisistas. Para adaptarse, los padres narcisistas pueden desarrollar lo que se conoce como «falsedad emocional», es decir, fingir emociones para dar la impresión de empatía y conexión emocional. Esto puede ser especialmente confuso y dañino para los hijos, ya que puede ser difícil discernir la autenticidad de estas emociones.
  3. Mayor participación en la crianza de los hijos: Las normas actuales de la sociedad resaltan la importancia de que los padres se involucren activamente en la crianza de los hijos. Para los padres narcisistas, esto puede ser visto como una oportunidad para recibir más atención y admiración. Podrían intentar controlar y dominar la vida de sus hijos, utilizando sus logros como una forma de realzar su propio ego. Actualmente, esto podría implicar publicar constantemente sobre los logros de sus hijos (para reflejar bien sobre ellos mismos) o retratar una imagen de «familia perfecta». Este tipo de comportamiento no habría sido posible en el pasado.
  4. Tolerancia cero al abuso: El aumento de la conciencia social sobre el abuso ha llevado a una menor tolerancia hacia comportamientos abusivos. Los padres narcisistas pueden verse obligados a adaptar su comportamiento en consecuencia, posiblemente ocultando o disfrazando sus acciones abusivas para evitar la crítica y el rechazo social. Esto podría no haber sido tan común, por ejemplo, en los años 60, cuando los roles de género eran más rígidos y la inteligencia emocional no se valoraba tanto en los hombres.
  5. Valoración de la independencia: El énfasis en la independencia y el desarrollo personal puede ser amenazante para los padres narcisistas, quienes buscan controlar y dominar. Como respuesta, pueden intentar sofisticar sus tácticas de manipulación para mantener el control y la dependencia de sus hijos. Dada la creciente conciencia de los comportamientos tóxicos y abusivos, algunos padres narcisistas pueden haber aprendido a ser más sutiles en su manipulación. Pueden utilizar tácticas como el gaslighting

En la década de 1960, en un entorno machista, un padre narcisista podría haber exhibido comportamientos que reflejaban las normas culturales de ese tiempo, así como los rasgos típicos del narcisismo. Aquí hay algunas maneras en que podría haberse manifestado esto:

  • Autoridad indiscutible: En una sociedad que valoraba y reforzaba la autoridad patriarcal, un padre narcisista probablemente habría asumido el papel de jefe de familia indiscutible. Podría haber demandado obediencia absoluta y respeto de su esposa e hijos.
  • Machismo: En un entorno machista, el padre narcisista podría haber inflado su propia importancia y masculinidad, a menudo a expensas de otros. Este comportamiento puede haber sido reforzado por las normas culturales de ese tiempo.
  • Falta de empatía: Aunque la falta de empatía es un rasgo fundamental del narcisismo, en una sociedad que no esperaba o fomentaba la empatía y la expresión emocional en los hombres, esta falta de empatía podría haber sido aún más pronunciada.
  • Control y dominio: Los padres narcisistas suelen buscar controlar a aquellos que los rodean. En una sociedad machista, un padre narcisista podría haber controlado a su familia mediante la toma de decisiones unilateral, dictando cómo debían comportarse, pensar y sentir.
  • Valoración de los logros: Los padres narcisistas a menudo valoran a los demás, incluidos sus hijos, en función de sus logros. En un entorno machista, podría haber impulsado a sus hijos, particularmente a los hijos varones, a sobresalir y tener éxito como una forma de realzar su propio estatus.
  • Desprecio por la debilidad: En un entorno machista, cualquier signo de debilidad o vulnerabilidad puede ser despreciado. Un padre narcisista puede haber reprimido estos aspectos en sí mismo y en sus hijos, fomentando un ambiente de dureza emocional.
  • Abuso emocional y físico: En una época en la que el abuso era menos entendido y a menudo ignorado, un padre narcisista puede haber utilizado tácticas abusivas abierta y frecuentemente para mantener el control y la autoridad.

Estas son generalizaciones y los comportamientos individuales pueden haber variado ampliamente.