Copia tus artículos científicos en WordPress

Escribir un artículo científico toma mucho tiempo, paciencia y dedicación. Esperar a que la gente las lea en revistas especializadas es bastante optimista. Estos sitios no siempre están bien posicionados y su estilo no siempre es amigable. Podemos (tal vez debemos) acercar nuestros textos a las personas usando herramientas más amigables.

Paso 1: Asegúrate de tener permiso

La mayoría de artículos científicos (86.3% para ser exactos) son de acceso cerrado. Es decir que el simple hecho de publicar el texto sin cambios puede constituir un delito. Debes asegurarte que tu artículo pueda ser publicado en tu blog. Si un artículo usa licencia Creative Commons, seguramente eres libre de hacerlo. Pero tienes que ser un poco más meticuloso en este sentido. Recuerda que si el artículo tiene licencia «no comercial», no puedes publicarlo en un blog que te genere ingresos. De la misma manera, si piensas realizar ediciones a tu artículo, fíjate que la licencia no tenga la clausula «sin obras derivadas (ND)». Si quieres aprender más sobre las licencias CC, puedes leer este artículo.

Utilizaré mi artículo «Estado del acceso abierto en Ecuador (2017)» como ejemplo. Este tiene una licencia CC-BY-NC en la revista original, por lo que puedo realizar cambios y publicarlo en internet, siempre y cuándo no gane dinero con ello.

Paso 2: Copia el resumen de tu artículo

El primer párrafo aparecerá en la vista previa que WordPress genera automáticamente, así que es importante que empieces con el resumen de tu artículo. Si tienes permiso de realizar ediciones, trata de empezar con una frase corta y pegajosa que explique de qué trata tu trabajo. Después, si quieres, puedes pegar el resumen tal y cómo lo enviaste a la imprenta.

En algunos casos, WordPress te permitirá escribir el resumen legible para máquinas. Si ese es tu caso, usa esa opción puesto que es mucho mejor saber donde empieza y termina esa frase de vista previa. Usualmente encontrarás esta opción debajo de la sección donde escribes el texto de tu artículo.

Paso 3: Crea una sugerencia de cita

Eres un académico y tu reputación se construye también en base al número de citas que puedas obtener. No está mal ayudar a otros con el trabajo de darte crédito. Que la cita sea claramente visible y fácilmente extraíble incrementará las posibilidades de que alguien te cite.

Pequeños trucos le pueden brindar un aspecto profesional a tu cita. El uso de líneas horizontales es estéticamente adecuado y facilita una visualización adecuada. Adicionalmente, puedes incluir un texto sugerido y un enlace al artículo original y su licencia:

Paso 4: Genera enlaces de referencias

Muchas investigadores utilizan gestores de referencias como Zotero, EndNote o Mendeley. Así que, después de mi cita sugerida, agregué otra línea horizontal y referencias en formato BIB, RIS & XML. Esta es la parte más complicada de este tutorial. Así que usaré un video tutorial para ahorrarme algo de texto.

Cuando descargas un artículo científico en Mendeley, este extrae automáticamente toda la metadata relativa al archivo: autor, resumen, título, año de publicación, revista, número, etcétera. Así que vamos a ayudarnos de este software para crear enlaces a tu artículo. Una vez que hayas descargado el software y creado una cuenta, deberás hacer lo siguiente:

  1. Descarga tu artículo en Mendeley;
  2. Revisa que todos los campos sean adecuados (corrige lo que esté mal);
  3. Dale clic derecho a tu artículo y selecciona ‘Export’, el software te dará 3 opciones, así que repite este proceso con cada una de ellas.

WordPress no permite cargar este tipo de archivos en su biblioteca multimedia, así que tendrás que subirlos a otro lugar: El archivo de internet. Cargas ilimitadas por tiempo ilimitado. Crea una cuenta y sube tus tres archivos:

Captura de pantalla de 2015-08-19 08-53-28

  • Ingresa a https://archive.org
  • Crea una cuenta
  • Selecciona el ícono con la flecha, aparecerá una etiqueta “Upload”
  • Carga tus tres archivos
  • Llena todos los datos pertinentes (te sugiero elegir la licencia de dominio público)
  • Espera a la transformación de tu archivo

Una vez esté lista la carga, verás algo como esto:

 

Fíjate en el cuadro de la esquina inferior derecha. Selecciona «SHOW ALL» para ver los enlaces web de la referencia a tu artículo:

Usa estos como enlaces externos. Ahora pon todo junto y el resultado será el siguiente:


Cita del artículo original:

Delgado-Ron, J. A. (2018). Acceso abierto en publicaciones científicas emergentes en Ecuador. Información, cultura y sociedad, (38), 41-52.

Artículo original bajo licencia CC-BY-NC


[DESCARGAR CITA: BIB | RIS | XML]


Paso 5: Pega el texto del artículo

Esto puede ser fácil o difícil dependiendo de la naturaleza del texto. Casi siempre tendrás que corregir problemas de formato y asegurarte de que las tablas e imágenes funcionen de manera adecuada. Asegúrate de no haber perdido notas al pie o cosas por el estilo.

Paso 6: Libera tus datos

Creative Commons tiene una guía sobre cómo crear datos abiertos. Esto consiste básicamente en subir tus archivos a internet y aclarar que son datos abiertos. En el artículo que usé como ejemplo, compartí un archivo CSV y otro ZIP.

Los pasos que usé son estos:

  • Ir a Medios, Añadir nuevo
  • Sube tu archivo
  • Haz clic en el ícono que se acaba de crear. Una vez ahí, podrás ver dos campos clave:

No hay opción guardar, así que escribe tus cambios y guárdalos haciendo clic en la «X» en la esquina superior derecha.

Paso 7: ¡Publica tu artículo!

Ahora sólo debes preocuparte de los últimos detalles. Escribe etiquetas apropiadas, puedes empezar con las palabras clave de tu artículo y otros términos asociados. Sube tu imagen destacada y selecciona la categoría apropiada. ¡Listo! Tu artículo está listo para publicarse.

Seguramente hay otras cosas que podrían hacer que tu artículo se vea mejor. Si las tienes, déjalas en las comentarios y no olvides suscribirte a mi blog para más contenido aleatorio en tu vida.

El gusto de trabajar

Esta es una lista no exhaustiva de cosas que he disfrutado en algunos de mis trabajos. Una plaza es más que el cargo que te dan. Son las personas que conoces, las experiencias que atesoras y las destrezas que te enseñan.

Asistente de investigación UTE-HPAS

Este proyecto de investigación fue financiado por mi universidad. Mi profesor de microbiología me escogió para trabajar como ayudante en el laboratorio de microbiología del Hospital Pablo Arturo Suárez. Disfruté mucho hacer cultivos celulares, tener que usar mandil, aprender a elaborar los caldos de cultivo y, en general, todo el trabajo práctico. Tenía otros dos compañeros practicantes con quienes hice buena amistad. Durante las vacaciones, mi práctica semanal se hizo diaria y el trabajo un poco más intenso. Me familiaricé con el sistema del hospital y estaba orgulloso de lo rápido que ingresaba datos ahí. Esto es algo que usualmente se ha repetido en mis otros trabajos. Este trabajo pagó mi pasaje a Nuevo México.

Intercambio en la Universidad de Nuevo México

Dos cosas:

  1. El curso de supervivencia en el desierto: Ante la mirada incrédula de los locales, comí una hormiga sin chistar. Aprendí a hacer fuego, a obtener agua, a usar la tierra a mi favor y a protegerme del viento. Aang hubiera estado orgulloso.
  2. El sistema informático del hospital de la UNM: Estúpidos y sexys programas informáticos. Fue la primera vez que vi un sistema integrado de información y atención al paciente. UNM aplicaba la historia clínica electrónica en tiempos de Nokia; los exámenes radiológicos y de laboratorio se agregaban automáticamente al registro y las instrucciones a la estación de enfermería también se escribían ahí. En el alta, se proveía una hoja informativa al paciente con base en los diagnósticos al alta (eso por nombrar algunos ejemplos destacados). La otra maravilla fue poder acceder a UpToDate, evidencia a la carta.

Coordinación del MZ

Aunque es un capítulo cerrado en mi vida, esta posición pro-bono me permitió trabajar por primera vez en equipos internacionales y en comunidades. Administrar grupos de voluntarios es extremadamente difícil y uno debe aprender a mantener el equilibrio entre brindar motivación y exigir resultados.

Lo que más me gustó fue empezar desde abajo e ir escalando hasta posiciones de más alcance. Aprendí de todo: montar un sitio web; subtitulado y traducción; edición de videos; manejo de joomla, wordpress y drupal; organización de eventos; hacer de community manager en páginas con miles de «me gusta» y la coordinación de equipos. También me tocó aprender a hablar en inglés luego de «saber, en teoría».

Gemas que me llevo: haber llenado un par de veces el cafelibro, hacerme pana de los músicos de descomunal, conocer gente de todo el país, mantener un programa semanal de radio, distribuir una película en cines de cuatro ciudades, salir del utopismo tecnológico y nuestro evento en el CAC.

Externado & Internado

  • Los turnos de la emergencia. Me encantaba suturar y coser.
  • Mi primera cirugía; asistiendo a la colocación de una malla en una hernia inguinal.
  • Las personas e historias que uno conoce y hace en el hospital. Gente con quien uno termina llevándose toda la vida porque compartes días y noches; las conversaciones en los estacionamientos; los cafecitos de la una de la madrugada. Es un hermoso lugar para hacer más que amigos.
  • Ver un pulmón sin que te estorben las costillas.
  • Tocar un cerebro.
  • Mi Carlita, que en paz descanse.

Pre-rural en Zumbahua

Visitar los hogares indígenas, caminar por tierras indígenas, vivir la cultura indígena. Lo hermoso de la medicina comunitaria fue visitar chozas que la gente ve en museos (aunque mal reproducidas). Comer la cebada, aceptar con vergüenza un huevo (porque es algo muy valioso para ellos), comprar las colaciones más caras en las escuelitas de la zona. Caminar por dos horas para visitar a los niños pacientes. Y que una niñita te tenga pena porque sólo tienes un animal. Envidiar su patio trasero.

Medicatura rural en Nayón

Fue demasiado corta como para cogerle gusto pero lo bonito, creo yo, fue el lugar de trabajo. Estar en poblado tranquilo con un hermoso parque central.

Traductor

He traducido muchas, muchísimas cosas  (incluso un libro) y, en algún punto, también alguien decidió pagarme por eso. Pero creo que lo que más me encanta de ese trabajo es descubrir usos ocultos de las palabras y las sutilezas de los distintos idiomas que me han tocado (italiano, inglés y español). Traducir también es aprender lo mal que uno lee la primera vez y tener la oportunidad de aprender de todo. Es un bello, bellísimo oficio.

Coordinacion de FLOK

Este fue mi tercer cisma profesional luego de (1) escoger el bachillerato en ciencias sociales (era bueno para matemática y física); y (2) escoger medicina siendo bachiller en ciencias sociales.

FLOK, un proyecto para generar política pública desde la academia, me sacó de mi zona de confort al introducirme en investigación cualitativa y participativa. Creo que mi parte favorita fue relacionarme directamente con actores del gobierno nacional (de ministros para abajo) y conspirar para bien. Sería ingenuo decir que lo que ahí se hizo estableció algo de la política nacional, pero lo que sí es cierto es que introdujo ideas e inició conversaciones en el sector público sobre temas de propiedad intelectual.

Disfruté enormemente trabajar en un equipo con investigadores extranjeros y entablar diálogos en otro idioma. Creo que hubo un aprendizaje mutuo con el equipo de investigación y, de hecho, haberlos conocido motivó a que yo aplique a un posgrado en el extranjero.

Otra cosa que sucedió en FLOK fue la integración del proyecto con gente del mundo hacker. Conocí en persona a dos de los cuatro autores de «Cypherpunks» y fui intérprete de un tercero en videoconferencia. Gracias a estas circunstancias, mi vida dio un giro cuando me vi envuelto en una protesta contra el código orgánico penal y terminé hablando en un cuarto lleno de asambleístas. En poco tiempo me convertí en un rostro visible del conocimiento y software «libre» pero eso ya es otra historia.

SENESCYT

Mi último aporte en FLOK fue mi primera tarea en SENESCYT: una wiki que permita la construcción participativa de la ley. Enseñar a la gente (desde el ministro hasta estudiantes) a usar mediawiki se sintió como un verdadero logro.

Al contrario de lo que la mayoría podría pensar, la subsecretaría de investigación me dio bastante independencia para apoyar iniciativas de la sociedad civil (evidentemente alineadas a los objetivos de la política pública). Así, pude escribir el primer whitepaper sobre la gobernanza de internet en Ecuador y organizar el congreso de dominio público y bibliotecología.

Fue bonito aprender cómo opera el poder desde adentro (aunque no siempre estuviera de acuerdo con lo que terminaba sucediendo). Conocí gente capaz, comprometida y personas que, hasta el día de hoy, admiro un montón. En ese ministerio, muchos puestos de liderazgo estaban en manos de mujeres y las jefas que me tocaron eran muy buenas en lo que hacían.

Asistente de investigación en el Instituto Liu:

Cuando empecé a trabajar en Liu, en UBC, la situación era la siguiente: Mis jefes habían ganado un grant para «promover el diálogo sobre temas de política global» pero no habían desarrollado una propuesta de investigación concreta. A pesar de que este es el peor lugar para empezar algo, también es lo contrario. Me encantó tener que sustentar más de una propuesta concreta de trabajo que funcionara tanto desde el punto de vista académico como periodístico. Aunque mi primera opción fue descartada—trabajar sobre los vacíos legales de los sistemas de inteligencia a escala global—, vi como otra de mis propuestas tomó forma y se convirtió en una serie de artículos web.

Otra ventaja de este trabajo es que era una posición remota que me permitía ir a mi ritmo. Finalmente, el contacto con expertos de alto perfil de campos muy opuestos me cautivó bastante. Entrevistamos a especialistas en seguridad digital y al mismísimo Phineas Fisher. Finalmente, mi jefe me pidió que boceteara algunas ideas para ilustrar los artículos. No tomaron en cuenta ninguna pero fue la primera vez que me pagaron para dibujar.

Consultor de Freedom House

La primera gran sorpresa es que me hagan una oferta de trabajo sin haber tenido que buscarla. Nunca resolví el misterio sobre cómo dieron conmigo pero me dejó la satisfacción de que el trabajo bien hecho puede ser reconocido aún sin que uno sepa cómo. Me gustó aprender sobre la metodología que se usa en el reporte sobre libertad de la red, y cómo este permite hacer investigación comparada a nivel internacional. El trabajar con una editora también es un plus. Uno aprende a escribir el día en que un editor re-escribe contigo. Y, aunque ya había tenido esa experiencia con mis artículos de GK.city, aprendí más trabajando mis textos en otra lengua.

Docente-investigador en la UTE

Bienvenidos al cuarto cisma de mi vida, cuando volví a trabajar en la facultad de ciencias de la salud luego de obtener una maestría en política pública y relaciones internacionales. Esto sucedió porque tuve una oferta directa de mi antiguo decano (ahora rector) de trabajar en la universidad. Sin embargo, fue una sorpresa que quisiera emplearme en el lugar donde me había graduado.

Reintegrarme a la facultad fue difícil pero encontré un escape a ese proceso trabajando en mejorar el sistema de investigación universitario. Lideré el proceso de migración de 3 de las 4 revistas científicas de la institución a OJS (el estándar internacional) y, junto con la directora editorial, conseguimos que la universidad empiece a utilizar CrossRef en todas las revistas. Con el apoyo de la biblioteca, subimos todos y cada uno de los números antiguos al nuevo sistema y publicamos un nuevo número 100% en una plataforma digital.

Otra cosa que me gustó fue integrar a la Universidad al consorcio REDCap, esto como resultado de una capacitación en línea sobre manejo de datos clínicos de investigación. Gracias a este curso, me familiaricé con el sistema y el rector apoyó la decisión de que sea instalado para todos los investigadores de la Universidad. Lamentablemente, todavía no existe material de entrenamiento en español y la diseminación se complicó por eso. Pero eso me permitió recordar mucho sobre los estándares de datos en investigación y la construcción de encuestas. Además conduje mi primera investigación «masiva» con formularios en línea, logrando más de 400 respuestas.

Por supuesto, di clases. Inaugurarse como profesor es extraño pero ser facilitador lo es más. Juega mucho la motivación de los estudiantes porque si no vienen estudiando, no hay cómo hacer clase. No les voy a mentir, dar clases no estaba en el top 5 de mis actividades favoritas pero disfruto leer lo que mis estudiantes escribían en sus evaluaciones de mi desempeño.

Mucho de mi trabajo en la UTE consistió en la escritura de artículos científicos (y casi todos en inglés). Debido a esto, seguí un curso en línea de Stanford sobre escritura de manuscritos. No saben cómo disfruté eso y qué necesario es para escribir en cualquier idioma. Realmente se los recomiendo. Escribir, escribir, escribir; de las cosas más bonitas que tocó hacer. Monté un pequeño curso sobre el tema y, aunque solo tuve dos estudiantes, creo que me fue bien en el tema. El próximo mes se publicarán, al menos, dos cosas que escribí.

Otras

Es difícil reportar sobre otras cosas que he hecho fuera de una posición específica. He realizado un fuerte trabajo de incidencia política («advocacy», en inglés) y esto me ha permitido escribir en medios nacionales e internacionales, reunirme nuevamente con asambleístas, viajar a otras partes del mundo y colaborar en publicaciones de organizaciones de sociedad civil. A veces con mi nombre, a veces anonimamente. Mi penúltimo mensaje va de la mano con esto: si algo les despierta su interés cívico, háganlo, aunque no pague en divisas. Hace poco casi me gano una beca a un simposio por ser buen tuitero, uno nunca sabe qué tipo de reconocimiento recibirá por hacer trabajo voluntario significativo.

El mensaje final: los cismas no acaban con tu carrera sino que diversifican tus oportunidades. Si sientes que tu vida profesional se parte en dos, tal vez estás haciendo mitosis laboral. Sólo asegúrate de ser un profesional completo en ambos campos.

Cursos gratuitos para empezar a investigar

Existen muchos recursos en internet para ayudarte a mejorar tus capacidades de investigador. Uno de mis portales favoritos es Coursera, que ofrece miles de cursos (la mayoría gratuitos) de las mejores universidades del mundo. La mayoría de cursos están en inglés y, aunque se anuncian como subtitulados, no todos los videos se encuentran en español. He finalizado algunos cursos ahí y quiero recomendarles tres en particular:

  1. Entendiendo los métodos de investigación
  2. Gestión de datos en la investigación clínica
  3. Escritura científica

Entendiendo los métodos de investigación

Este curso te ayudará a entender las bases de la metodología de investigación.  En particular, me gusta mucho su explicación de la revisión sistemática de la literatura, puesto que dan perspectivas diversas como biomedicina y ciencias sociales. Al final del curso, entenderás todo lo que debes haber hecho antes de formular tu pregunta de investigación y podrás tener un borrador de un plan de investigación.

Dicta: University of London & SOAS University of London
Duración: 4 semanas (10-15 horas todo el curso)
URL: https://www.coursera.org/learn/research-methods/ 

Gestión de datos en la investigación clínica

Toda investigación necesariamente involucra datos. Uno hace una pregunta y debe organizar información sistemáticamente para contestarla. Los datos de investigación son objeto de escrutinio por parte de quienes los financian, requieren estándares adecuados para funcionar en los programas de análisis y, muchas veces, deben ser resguardados porque contienen información confidencial. Este curso te enseña todo lo que necesitas saber al respecto. Además, usa la plataforma REDCap para transformarse en un taller práctico. Recuerda que nuestra universidad es parte del consorcio REDCap y puedes aplicar tus conocimientos inmediatamente después de hacer el curso. Estarás en capacidad de diseñar encuestas, crear bases de datos y mucho más.

Dicta: Vanderbilt University
Duración: 6 semanas (2-4 horas por semana)
URL: https://www.coursera.org/learn/clinical-data-management

Escritura científica

Es el último curso que realicé y cambio totalmente la forma en que escribo mis manuscritos. El curso te brinda las herramientas necesarias para transformar una escritura aburrida en una pieza magistral y dinámica que atrapa al lector. Cuenta también con módulos que te enseñan a escribir aplicaciones para grants, boletines para la prensa y cartas de recomendación.

Dicta: Stanford University
Duración:  8 semanas (3-5 horas por semana)
URL: https://www.coursera.org/learn/sciwrite

Pregunté a mis estudiantes qué aplicaciones usan en clase, aquí sus respuestas

El antecedente

La semana pasada compartí un artículo donde Clay Shirky explica por qué es mala idea dejar que los estudiantes usen sus celulares en clase. Él se enfoca en ordenadores portátiles (puesto que eso respondía a la necesidad de la época). Sin embargo, esto también aplica mucho al uso de aplicaciones durante las clases. En resumen:

  • La clase requieren de la atención de los estudiantes para ser efectivas; y
  • Las empresas de tecnología requieren de la atención de sus usuarios para financiarse.

Es imposible, dice Shirky, competir con empresas multimillonarias (con cientos de empleados especializados en llamar la atención de las personas) cuando uno se encuentra manejando la clase.

La encuesta

Motivado por este argumento, se me ocurrió realizar una encuesta a mis estudiantes (72 de 74 completaron la encuesta). La clase se da durante el primer semestre de la carrera de Odontología de la UTE a jóvenes que en su mayoría (75%) no superan los 20 años.

Acceso a dispostivos inteligentes y velocidad de conexión

La mayoría de estudiantes usa un dispositivo inteligente y tiene acceso a internet:

Porcentaje de estudiantes que poseen un dispositivo móvil (tableta o celular) con acceso a internet [Azul]

Porcentaje de estudiantes que poseen un dispositivo móvil (tableta o celular) con acceso a internet [Azul]

A estos 59 estudiantes con acceso a un teléfono inteligente, les hice algunas preguntas extra sobre el acceso a tecnología:

  • Más o menos la mitad de estudiantes usa plan pospago (55.2%); pero
  • Solo 18 estudiantes pagan por tener acceso a internet desde su celular (25% del total). Al resto les pagan la cuenta los papás.
  • La velocidad de su conexión de datos tiene una mediana de 3.50 Mbps, que va desde 0.175 hasta 43.6 Mpbs, medido en testmy.net (descarga).
  • En contraste, la velocidad del internet en casa tiene una mediana de 6.55 Mbps (0.44-24.1 Mbps)
Velocidad de conexión móvil (Mbps)

Velocidad de conexión móvil (Mbps)

Uso de aplicaciones en el aula

Aquí es donde la cosa se pone interesante. A quienes tienen un celular o tableta con conexión a internet, les pregunté sobre su uso de aplicaciones dentro del aula de clase y aquí el porcentaje de confesos:

Aplicación Uso en clase (%)
Whatsapp 66,1%
Aplicación de correo electrónico 27,1%
Facebook 27,1%
Instagram 27,1%
Messenger 18,6%
YouTube 11,9%
Snapchat 6,8%
Spotify 3,4%
Juegos 3,4%
Twitter 1,7%
Tumblr 1,7%

Uso de aplicaciones en el aula

En total, 77% de los estudiantes admiten usar al menos una de estas aplicaciones durante las clases. Si a esto sumamos que el uso de dispositivos distrae no sólo a quien los posee, sino también a los compañeros de a lado, las probabilidades de que toda la clase haya sido distraída por un dispositivo móvil es muy alta.

Percepción del acceso a la información en inglés

Finalmente, les pregunté acerca de su dominio de inglés puesto que quería evidenciar que no por poder abrir una página se tiene necesariamente acceso a la información.

"Facilidad

Facilidad para ver videos en inglés

Facilidad para ver videos en inglés 
[Izquierda: Muy difícil; Derecha: Muy fácil]

¿Cómo se deben interpretar estos resultados?

Con extrema cautela puesto que la encuesta se la ha realizado a un número muy pequeño de personas y existen potenciales errores debido a que fue un ejercicio bastante improvisado. Las preguntas pudieron ocasionar confusión en los encuestados (estoy seguro que el porcentaje de personas con un teléfono inteligente con acceso a internet es mayor).

Pero es evidente que la mayoría de gente en estas épocas usa el celular durante actividades que antes no eran interrumpidas por computadoras: conferencias, clases, talleres, reuniones, entre otras; y que esta interacción repercute en el nivel de enfoque. Muchos de mis estudiantes incluso admiten «ser adictos» al celular. Casi todos reconocen que, aún cuando el docente ha indicado el uso de celulares para tareas de la clase, terminan siendo distraídos por otras cosas en su pantalla al momento de empezar la actividad.

He  optado por pedir en mi clase no sólo que no se usen los celulares sino que no estén a la vista. Los celulares son, definitivamente, un distractor y deben ser tratados como tal. Esto también es bueno porque se necesitan ciertos descansos durante la clase y pedir a los estudiantes a buscar cosas en sus teléfonos pueden transformarse en un pequeño espacio de esparcimiento de unos 3 ó 5 minutos.

Clay Shirky: Por qué pido a mis estudiantes que guarden sus celulares

Enseño teoría y práctica de redes sociales en la Universidad de Nueva York y soy activista del movimiento por la cultura libre; en otras palabras, es poco probable que alguien como yo censure Internet. Sin embargo, acabo de pedir a mis estudiantes que no usen computadoras portátiles, tabletas ni celulares en clase.

Llegué tarde y de mala gana a esta decisión: Doy clases sobre Internet desde 1998, y generalmente he tenido una actitud de laissez-faire hacia el uso de la tecnología en el aula. El tema de mis clases hacía que el uso de la tecnología pareciera algo orgánico, y cuando el uso de dispositivos iba bien, todo era perfecto. Además estaba el aspecto competitivo: mi trabajo es ser más interesante que cualquier posible distracción, por lo que una prohibición parecía una trampa. Por último, no quería infantilizar a mis estudiantes, que son adultos, incluso si son jóvenes: la gestión de su tiempo es su trabajo, no el mío.

A pesar de esto, los efectos de mi decisión de permitir el uso de la tecnología en clase empeoraron con el tiempo. El nivel de distracción en mis clases parecía crecer, a pesar de que era el mismo profesor y en su mayoría el mismo conjunto de temas, enseñado a un grupo de estudiantes seleccionados utilizando aproximadamente los mismos criterios cada año. El cambio parecía correlacionarse más con la creciente ubicuidad y utilidad de los dispositivos, y no con cualquier cambio en mí, en los estudiantes o en el resto de la interacción en el aula.

Con el tiempo, me he dado cuenta de que pedir a todos que guarden sus dispositivos por alguna buena razón, tiene el mismo efecto que dejar entrar aire fresco a la habitación. La conversación se ilumina y (más recientemente) también hay una sensación de alivio en muchos de los estudiantes. Hacer muchas tareas a la vez agota al cerebro: que alguien nos pida detenernos, puede ser recibido como un gran favor.

Así que este año, pasé de recomendar dejar de lado las laptops y celulares a requerirlo; y a agregar esto a las reglas de la clase: «Mantén la concentración. (No hay dispositivos en la clase, a menos que la tarea lo requiera)».

He aquí por qué finalmente cambié de ‘permitido a menos que se solicite’ a ‘prohibido a menos que se requiera’

···

Sabemos desde hace tiempo que la multitarea empeora la calidad del trabajo cognitivo y castiga especialmente el tipo de trabajo cognitivo que hacemos a los estudiantes universitarios .

La multitarea no degrada significativamente el rendimiento inmediato pero puede tener efectos negativos a largo plazo en la «memoria declarativa» , el tipo de recuerdo que permite a las personas caracterizar y usar lo que aprendieron en estudios previos. La multitarea hace que el famoso «lo aprendí el día antes de la prueba, lo olvidé al día siguiente» tenga un efecto aún más pernicioso.

La gente a menudo comienza a realizar múltiples tareas porque creen que les ayudará a hacer más cosas; esas ganancias nunca se materializan. En cambio, la eficiencia se degrada. Pero hacer muchas cosas sí proporciona otro tipo de premio, la gratificación emocional: La multitarea integra al placer de la postergación dentro del período de trabajo. Este efecto secundario es suficiente para mantener a las personas comprometidas con la multitarea a pesar de que hacer muchas a la vez empeora lo que se proponen mejorar.

La multitarea tampoco desarrolla tu destreza de cambiar de una actividad a otra. Un estudio de Stanford concluyó que aquellas personas que están muy acostumbradas a hacer varias cosas a la vez son pésimo al elegir en qué tarea enfocarse. («Aspiran a lo irrelevante», dijo Cliff Nass, uno de los investigadores). Los multitareas a menudo piensan que son como ratas de gimnasio, aumentando su capacidad para hacer malabares con las tareas, cuando de hecho son como alcohólicos, degradando su habilidades a través del consumo excesivo.

···

Las computadoras portátiles, las tabletas y los celulares empeoran progresivamente el problema; es aquí donde se libra la batalla diaria entre atención y distracción. Todo diseñador de software debe ser tan sugestivo como sea posible, a fin de competir con otros servicios similares. Este problema es especialmente grave en las redes sociales, donde la información social es inmediata y emocionalmente atractiva. La forma y el contenido de una actualización de Facebook son casi irresistibles, especialmente en comparación con el duro trabajo de clase. «Tu antiguo amante te etiquetó en una foto» vs. «La guerra de Crimea fue el primer conflicto afectado significativamente por el uso del telégrafo», ¿notan la diferencia?

Peor aún, los diseñadores de sistemas operativos viven de traficar armas para las empresas de redes sociales. Pitidos, vibraciones, notificaciones e íconos. Las interfaces actuales proporcionan una extraordinaria variedad de dispositivos que llaman la atención, con énfasis en «llaman». Los seres humanos son incapaces de ignorar información nueva y sorprendente en nuestro campo visual, un efecto que es más fuerte cuando la señal visual está ligeramente arriba y a lado del área en la que nos estamos enfocando ¿Entiendes ahora por qué la mayoría de notificaciones aparecen en la esquina superior derecha de tu pantalla?

La forma y el contenido de una actualización de Facebook puede ser casi irresistible, pero cuando se combina con una alerta visual en tu visión periférica inmediata es realmente, biológicamente, literalmente, imposible de resistir. Nuestros sistemas visuales y emocionales son más rápidos y más poderosos que nuestro intelecto; tendemos a responder automáticamente cuando cualquiera de los sistemas recibe un estímulo, no se diga ambos. Pedir a un estudiante que se mantenga concentrado mientras tiene alertas es como pedirle a un jugador de ajedrez que se concentre mientras golpeamos sus nudillos con una regla a intervalos impredecibles.

···

La metáfora de Jonathan Haidt sobre el elefante y el jinete es útil aquí.En la narración de Haidt, la mente es como un elefante (las emociones) con un jinete (el intelecto) en la parte superior. El jinete puede ver y planificar el futuro, pero el elefante es mucho más poderoso. A veces el jinete y el elefante trabajan juntos (lo ideal en el aula), pero si entran en conflicto, el elefante generalmente gana.

Después de leer a Haidt, dejé de pensar en los estudiantes como personas que simplemente toman la decisión de prestar atención y comencé a pensar en ellos como personas que intentan prestar atención pero que tienen que competir con varias influencias, la mayor de las cuales es su propia propensión hacia la reacción involuntaria y emocional. Esto es aún más difícil para los jóvenes: el elefante es tan fuerte, el jinete sigue siendo un novato.

Cuando se considera a la enseñanza como una lucha compartida, la naturaleza del aula cambia. Ya no soy yo quien les exige que se concentren; somos ellos y yo trabajando juntos para defender a su precioso enfoque de distracciones externas. Tengo un aula llena de jinetes y elefantes, pero estoy tratando de enseñarles a los jinetes.

Y mientras lo hago, ¿quién está susurrando a los elefantes? Facebook, Wechat, Twitter, Instagram, Whatsapp, Snapchat, Tumblr, Pinterest… incitados por los diseñadores de Mac, iOS, Windows y Android. En el aula, soy yo en contra de un ejército brillante y bien financiado. Estos diseñadores e ingenieros tienen todos los incentivos para captar la mayor atención posible de mis estudiantes, independientemente del compromiso que esos estudiantes puedan haber tenido conmigo o con ellos mismos respecto a cumplir con las tareas.

Las computadoras no son fuentes inherentes de distracción, por supuesto. De hecho, pueden ser potentes motores de enfoque. Cualquiera que haya leído algo sobre programación, estará familiarizado con historias de personas que empiezan a programar un día y se clavan tanto en eso que pierden la noción del tiempo, olvidando comer o dormir. Pero las computadoras de estos días (donde se incluyen tabletas y celulares) han sido diseñados para distraer, porque la atención es la sustancia que hace que el consumidor navegue por Internet.

El hecho de que el hardware y el software se diseñen profesionalmente para distraer fue lo primero que me hizo querer exigir a los estudiantes (más que simplemente sugerirles) que no usen dispositivos en clase. En la actualidad, hay algunos movimientos contrarios en la industria: software que controla su pantalla para ocultar distracciones, software que le impide iniciar sesión en ciertos sitios o usar Internet, teléfonos con opciones de No molestar, pero por el momento estas son acciones de retaguardia. La industria se ha comprometido con una carrera de armamentos para llamar la atención de mis estudiantes, y si estoy en contra de Facebook y Apple, yo pierdo.

···

La gota que derramó el vaso, la que me inclinó con firmeza al campo de «Sin dispositivos en clase», fue esta: las pantallas generan distracción de una manera similar al humo de segunda mano. Un documento con el título contundente La multitarea en el portátil dificulta el aprendizaje en el aula tanto para los usuarios como para los compañeros cercanos lo dice todo:

Encontramos que los participantes que realizaron múltiples tareas en una computadora portátil durante una conferencia obtuvieron una calificación más baja en una prueba en comparación con aquellos que no realizaron varias tareas, y los participantes que veían directamente a un compañero multitarea obtuvieron calificaciones más bajas en comparación con los que no. Los resultados demuestran que la multitarea en una computadora portátil representa una distracción significativa tanto para los usuarios como para sus compañeros y puede ser perjudicial para la comprensión del contenido de la clase.

Durante años vi como la investigación básica sobre la multitarea se apilaba. Para cualquiera que intente pensar profundamente (nuestro especialidad de la casa aquí en la universidad) sobre el uso del dispositivo en clase, tendía a verlo como algo negativo. Sin embargo, incluso con ese consenso, me era posible imaginar que la mejor manera de manejar la cuestión era contarles a los estudiantes acerca de la investigación, y dejar que ellos tomaran sus propias decisiones. Pero este efecto en los «pares cercanos» tritura ese razonamiento. No se debe tomar una actitud de laissez-faire cuando esta degrada la capacidad social de enfoque. Permitir el uso de la computadora portátil en clase es como permitir el uso de amplificadores de música en clase: permite que cada persona elija degradar la experiencia de quienes la rodean.

Los grupos experimentan el problema del jinete y elefante, mejor descrito por Wilfred Bion en un libro influyente aunque curiosamente escrito: Experiencias en grupos . Bion, que practicaba terapia grupal, observó cómo sus pacientes coordinaban inconscientemente sus acciones para boicotear el objetivo de la terapia. La estructura de una clase tiene esta misma tensión. Todos tienen un incentivo para que la clase sea lo más atractiva posible; aunque esto a menudo signifique esperar para hablar mientras oyes a otras personas luchar con pensamientos a medio formar; ese es el proceso por el cual la gente se las arregla para manejar el choque de ideas. Sin embargo, en contra de ese valor a largo plazo, cada miembro tiene un incentivo para no participar, aunque solo sea momentáneamente. Una mínima pérdida de concentración puede convertirse en una bola de nieve, el impulso de revisar Whatsapp rápidamente y luego guardar el teléfono, lleva a un único mensaje que necesita una respuesta en ese momento, y luego: «Espera! q mismo pasó anoche???«

Habrá gente que diga que «Los estudiantes siempre se han pasado papelitos en clase», pero las notas no contenían video y no podían llegar desde cualquier lugar del mundo a 10 megabits por segundo.

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Tengo la buena fortuna de enseñar en  ciudades aprovisionadas con abundantes oportunidades para distraerse. Si yo tuviera 19 años y estuviese planeando un día ideal en Shanghai, no pondría «escucha a un viejo hablar durante una hora» en mi lista de prioridades. Sin embargo, la universidad contiene ejercicios diarios de gratificación retrasada. Discutir la cultura de la imprenta europea temprana nunca superará a cantar en el karaoke con tus amigos en una pelea directa, pero a la larga, remedar en un nivel aceptable la forma de cantar de Shakira será menos útil que entender cómo se desarrollan las revoluciones de los medios.

Cualquier persona distraída en clase no solo se pierde el contenido de la discusión, sino que también crea una sensación  de que excluirse de la clase está bien y, lo que es peor, crea una neblina de distracción de segunda mano para sus compañeros. En un entorno como este, los estudiantes necesitan del apoyo de sus mejores ángeles: necesitan defensas contra incentivos poderosos a corto plazo para posponer tareas complejas y frustrantes. Ese apoyo y esas defensas no ocurren solas, y no están limitadas a elecciones individuales. Son proporcionados por la estructura social, y esa estructura es proporcionada desproporcionadamente por el profesor, especialmente durante las primeras semanas de clase.

Este es, para mí, el mayor cambio, no un cambio en las reglas, sino un cambio en cómo veo mi función. Los profesores somos tan malos al estimar lo interesantes que somos como los estudiantes al estimar su capacidad de concentración. En lugar de percibir mis acciones bajo modelos opuestos de enseñanza-aprendizaje (tanto de forma negativa: «¡concéntrate o pierde!» como positiva: «¡Déjenme atraer tu atención!»), voy a ver al enfoque del estudiante como un proceso colaborativo. Son ellos y yo creando una clase donde los estudiantes que quieren concentrarse tendrán la mejor oportunidad de lograrlo, en un mundo cada vez más hostil a ese objetivo.

Algunos de los estudiantes seguirán optando por no participar (lo que sigue siendo su prerrogativa y tendrán sus razones), pero si quiero ayudar a los que sí quieren prestar atención, he decidido que es hora de admitir que traigo marcadores y borrador a una pelea con tecnología de punta, y debo actuar en consecuencia.


Notas:
Esta traducción adaptada es una obra derivada de «Why I Just Asked My Students To Put Their Laptops Away» de Clay Shirky, originalmente publicada bajo una licencia CC-BY 4.0 Internacional.

La imagen destacada «Clay Shirky«, de Jarle Naustvik, fue compartida bajo los términos de la misma licencia.