Este post es una respuesta a Saulo (@sjronqui), quien me dice:
Pienso a futuro describir las ideas presentadas a continuación de forma responsable, con datos suficientes y bibliografía de respaldo, pero por ahora me gustaría bosquejar algunas ideas sobre un manejo responsable de ecosistemas humano-ambientales. Inevitablemente describiré un poco de los problemas de la economía actual para explicar o matizar.
Una falsa dicotomía
El Estado y el mercado no son fuerzas antagónicas como se nos ha querido hacer pensar por mucho tiempo. De hecho, muchos de los mercados son creados por decreto. Antiguamente se distribuían monedas al ejercito y se le decía a la gente que tenían que pagar el impuesto al rey con dichas monedas. El resultado es que la gente se veía obligada a vender sus productos a los soldados. ¡Voilà! Se crea un mercado instantáneo.
Esto no dista mucho de la jugada de Nixon para que el petróleo sólo se pueda vender en dólares estadounidenses. De repente, todos debemos pedir dólares y ofrecer nuestros mercados a Estados Unidos. Y por mucho que se hable de desregular los mercados, la realidad es que los grupos de poder tras la gran mayoría de partidos políticos en el Estado son los mismos que poseen los grandes capitales de la banca privada (nacional e internacional).
Cuando un Estado es fuerte, ciertamente hay más beneficios sociales pero llegado su momento, estos incomodan a los poderosos del mercado quienes bien pueden generar una escasez (percibida o real), dejar de emitir créditos (generando una contracción económica), obligar a acuerdos comerciales con países mucho más capitalistas, entre muchas otras cosas.
El Estado y el Mercado son un extraño híbrido que ha tomado control sobre la vida de cada uno de «sus» ciudadanos, obligándoles a ganarse la vida mediante una redistribución de riqueza ultra ineficiente y al mismo tiempo recuperándola bien sea mediante impuestos estatales o la oferta de productos. ¿Qué Estado o producto de mercado busca hacerte más independiente? Ninguno.
En Ecuador es muy famoso el graffiti:
Último día de despotismo y primero de lo mismo
Hace referencia a una inscripción que apareció después de la batalla de Pichincha para señalar la ironía que tras haber alcanzado la independencia, realmente nada había cambiado. Si nos ponemos a pensar ya van a cumplirse 192 años de la famosa victoria de Sucre pero todavía mantenemos un nivel casi general de esclavitud (pagada), una gran cantidad de pobreza, los recursos nacionales todavía se van para el extranjero y aún creemos que las patrias son importantes. A pesar de que son un mero invento humano colectivo que si llegara a ser borrado de nuestra memoria jamás volvería a ser igual.
INDEPENDENCIA
La economía ideal para mí tiene que considerar dos elementos básicos: (1) Liberar a la gente (2) restituir los ecosistemas para una salud pública y global continua.
La gente liberada cultiva su propia comida, genera su propia energía, se conecta libremente y mejora la calidad de vida de los seres vivos mediante el uso inteligente de la ciencia y la tecnología.
La economía ideal pues es pos-estatal y pos-capitalista, puesto que hemos puesto en marcha los sistemas de producción distribuida en la mayoría de los aspectos esenciales a la vida. Fuera de ser una utopía hablo de paneles solares, por ejemplo, para abastecimiento energético. De cultivos de permacultura para la comida y de impresoras 3D para la industrial, de un Internet distribuido mediante redes mesh o incluso algo parecido a la infraestructura actual.
Yo mismo no practico la permacultura y pienso que a veces conviene sacrificar la distribución personalizada para tener bienes comunitarios que nos permitan incrementar la eficiencia en el manejo de recursos. Un ejemplo de ello sería una represa para conseguir electricidad, un edificio de agricultura hidropónica y aeropónica para abastecer toda la ciudad, etc.
Patrones actuales
Las redes de energías renovables distribuidas tal vez sean uno de los primeros pasos para el cambio de economía. Puedes o no estar consciente de esto pero la gente usa petróleo porque es requerido por los poderes económicos dominantes, eso explica la estupidez del gobierno español de imponer tasas altísimas al uso de paneles solares, o a la prohibición en Miami de desconectarse de la red eléctrica. Menor dependencia de los combustibles fósiles significa menor dependencia del dinero de la Reserva Federal de Estados Unidos.
No hay mayor incentivo para este tipo de iniciativas (aunque existen dos que tres gobiernos responsables como Alemania que empujar hacia este camino) y en la economía siempre es el caso que cualquier tipo de independencia se vea coartada. Ese es el problema de tener a los grandes capitales distribuidos en pocas manos. Una solución a esto se ha manifestado gracias a Internet: El crowd-funding.
El crowd-funding no es otra cosa que personas pidiendo ayuda financiera a todo el que vea su anuncio en Internet (a veces te devuelven recompensas según el nivel de aportación). Esto permite que las personas invirtamos en algo que no le interesa ni al mercado ni al Estado -algo que nos genere independencia- como un auto cuyo diseño industrial es totalmente libre, por poner un ejemplo. En España le han puesto entonces un límite al crowd-funding.
Otro patrón emergente que hay que fortalecer mucho es la liberación del conocimiento, especialmente de conocimiento científico; este se viene a expresar en forma de artículos científicos, pero también de software libre y de diseño de maquinaria de fuentes abiertas. Usualmente los diseños «de la gente», en contraposición a los del mercado (corporaciones) resulta más eficiente, más duradero y menos costoso. Quizás uno de nuestros principales deberes es defender la liberación del conocimiento, hacer respetar la decisión de las personas que los produjeron de que se mantengan libres, generar nuevas formas de retribución a los inventores para una inmediata liberación del conocimiento, dar de comer a la gente que los produce (ya sea mediante inversión, donación o adquisición de los mismos) y mantener su disponibilidad al hacer respetar la neutralidad de la red descentralizada.
La disponibilidad de la información (inmaterial) es una cosa importante y tiene que seguir de la disponibilidad del material para construir, lamentablemente esa es una cuestión más compleja pero puede ayudar que geo-localizemos colectivamente las fuentes de este material y que expongamos además su origen, cómo fueron extraídos, con una especie de control ciudadano de las externalidades típicas del mercado. Fairphone es un muy buen ejemplo de esto, otro es la aplicación buycott.
Salud pública y global
Quizás el elemento de añadir eficiencia a la producción no sea tan difícil de asimilar, pero igual o más importante es añadirle eficiencia al consumo. No requerimos una economía de crecimiento infinito, requerimos una economía estable. Culturalmente hemos creado una economía basada en la deuda. Esto quiere decir que el dinero se emite sólo en forma de créditos (préstamos) y que nos vemos obligados (a macro-escala) a pelear por conseguir una cantidad determinada para devolver esos préstamos. También esto ha causado que explotemos más y más recursos naturales con el afán de venderlos a alguien para pagar las deudas, en Ecuador hasta una de las más grandes reservas presentes desde el pleistoceno. ¿Qué tan real es esa deuda? 0%. Es ficticia.
Necesitamos dejar la economía basada en deuda y pasar a una economía que mida sus bienes en función de la eficiencia con la que se produjeron (léase el ensayo «The Industrial Government» del siguiente PDF), que genere poca o ninguna deuda en base al uso de conocimiento científico avanzado y de una economía de reciprocidad, parecida a la de nuestros sistemas primitivos.
Al mismo tiempo nuestros esfuerzos deben encaminarse a la recuperación de los ecosistemas que sostienen la vida y a aquellos que determinan el comportamiento de los seres humanos, en una especie de ingeniería social que disminuya los niveles de violencia (tanto estructural como de comportamiento).
Hasta tanto, necesitamos incrementar los mecanismos de participación en TODAS las estructuras centralizadas y que acumulan poder o capital, además de exponer toda la información disponible sobre ellas, es necesario realizar una campaña activa y permanente para mecanismos de participación colectiva, en el caso de los gobiernos, los procesos de creación colectiva de legislación, los parlamentos virtuales (que incluyen la asignación de presupuestos), entre otras tantas cosas que con la tecnología actual resulta irónico no tenerlas.
Desmercantilización de los recursos
El paso más importante a mi entender es la desmercantilización de la infraestructura que soporta nuestras necesidades básicas: energía, agricultura, salud e Internet para empezar. No pueden ni deben venderse las necesidades básicas de la gente. Un salario básico universal no basta.
Esto para empezar.