Mi escuela y colegios fueron ambos católicos, y en eso eran buenos, teníamos lecturas de la biblia y se nos enseñaba algo sobre el contexto «histórico» de algunos de los eventos que ahí sucedieron. Una lectura reciente me remitió a esos tiempos. Cuando la gente esperaba una rebelión y un mesías que los guiara llegó Jesús, pero ellos no querían un líder espiritual o algo por el estilo, la cuestión era más bien política. Era económica.
La revolución que esa gente esperaba era algo como una destrucción total del sistema económico tal cual existía en ese entonces. Veinte siglos después, un vídeo vodevil — ZEITGEIST — y sus dos secuelas redimen la misma lucha, destrozando al mesías que nunca dio lo que genuinamente se esperaba de él.