Lunes 01 de julio, 21:40 UTC
Hace una semana me fui de Hong Kong después de que quedó claro que mi libertad y seguridad estaban bajo amenaza por revelar la verdad. He permanecido libre debido a los esfuerzos de los nuevos y viejos amigos, familiares y otras personas que nunca he conocido y probablemente nunca conoceré. Les confié mi vida y ellos me devolvieron esa confianza con una fe en mí por la que siempre estaré agradecido.
El jueves, el presidente Obama declaró ante el mundo que no iba a permitir que ningún diplomático «regatee y negocie» sobre mi caso. Sin embargo, ahora se ha reportado que después de haber prometido no hacerlo, el Presidente ordenó a su vicepresidente presionar a los líderes de las naciones de la cual he solicitado protección para que nieguen mis peticiones de asilo.
Este tipo de engaño de un líder mundial no es justicia, como tampoco lo es la pena extralegal del exilio. Estas son las viejas y malas herramientas de agresión política. Su propósito es asustar, no a mí, sino a los que vendrán después de mí.
Durante décadas, los Estados Unidos de América ha sido uno de los más fuertes defensores del derecho humano a solicitar asilo. Lamentablemente, este derecho, diseñado y votado por los EE.UU. en el artículo 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, está siendo rechazado por el actual gobierno de mi país. La administración de Obama ha adoptado la estrategia de utilizar la ciudadanía como un arma. Aunque no he sido condenado por nada, se ha revocado unilateralmente mi pasaporte, me han convertido en un apátrida. Sin ningún tipo de orden judicial, la administración pretende ahora prohibirme ejercer un derecho fundamental. Un derecho que pertenece a todo el mundo. El derecho a solicitar asilo.
Al final, el gobierno de Obama no tiene miedo de los denunciantes como yo, Bradley Manning o Thomas Drake. Somos apátridas, estamos encarcelados, o impotentes. No, la administración Obama tiene miedo de ti. Tiene miedo de una sociedad informada, exigente, de un público enojado demandando el gobierno constitucional que les fue prometido – y así debería ser.
Estoy erguido en mis convicciones e impresionado por los esfuerzos realizados por muchos. Edward Joseph Snowden Lunes 01 de julio 2013