RENTA BÁSICA: ¿Un nuevo derecho universal?

Hace pocos días Peter Joseph, fundador del Movimiento Zeitgeist publicaba en su página de facebook:

«Esta es una idea pŕactica (de transición) que vale la pena apoyar/conocer»

Y a continuación podíamos encontrar el enlace de youtube sobre la Renta Básica Universal, en Ecuador eso se traduciría como salario mínimo vital universal. Bueno, por qué quiere Peter Joseph que todo el mundo tenga dinero trabaje o no. La razón es que las actuales tendencias de mercado han mostrado claramente un incremento en la producción de cosas, y al mismo tiempo un decrecimiento en la mano de obra. De hecho, una estimación reciente señala que el 47% de los empleos podrían desaparecer con la tecnología actual.

Acoplado o no a este fenómeno, está otro que en los últimos años se ha vuelto cada vez más evidente: la desigualdad de ingresos. Los ricos se están haciendo más ricos y los pobres más pobres. Según comenta Dmytri Kleiner:

«Si naciste pobre hoy, tienes menos posibilidades que nunca de dejar de morir en la pobreza, o de dejar  a tus hijos en la pobreza. Esa es la condición global».

Peter piensa que muy pronto habrá un gran número de personas que no podrán acceder a los recursos más básicos de la vida, y tiene razón. Ahora mismo más de la mitad del planeta vive con menos de $2,50 al día y, si juntáramos a todas las personas sin hogar en el mundo, conformarían el 13° país más grande del planeta.

Sin embargo creo firmemente que una Renta Básica Universal no funcionará, por como han ido las cosas hasta ahora, es casi seguro que el momento en que se patrocine esa iniciativa, los Estados nos empezarán a cobrar todo lo que ahora deben garantizar, y esto se vuelve más evidente cuando consideramos que a futuro tendremos escasez relativa de agua fresca, aire limpio y, si no tenemos un cambio en la estructura global, también de energía.

La segunda cosa que me desanima es que lo que en un momento es ‘suficiente dinero’, de repente se convierte en insuficiente debido a la gran variabilidad del mercado. Conociendo lo lenta que es la burocracia en todos los países y los plazos que suelen mantener este tipo de leyes, dudo que el sistema sea lo suficientemente eficiente como para mantener esa renta en lo que se supone debe ser: acceso a las necesidades básicas.

Ahora, tal vez Joseph entiende también esto pero ve el mérito de esta iniciativa en que es un concepto verdaderamente simple que se puede aplicar en todo lugar. Yo pienso que hay otra solución con un concepto tan simple como ese pero que al largo plazo podría brindar muchas más garantías.

COPYLEFT

Al contrario del copyright (derechos de autor), el copyleft es básicamente un acto de nobleza por parte de quien inventa un nuevo diseño, escribe un nuevo libro o codifica un nuevo software. Es declarar a su creación como patrimonio común de toda la humanidad, para siempre.

Gracias a esto hemos podido apreciar el surgimiento de toda una industria mundial (software libre), que ahora ha tomado uno de cada cuatro computadores corporativos en el mundo y ya en 2007, la economía de productos libres constituía un sexto del Producto Interno Bruto de los Estados Unidos. El crecimiento tan grande de un trabajo sin dueño se debe a que pequeños aportes constituyen mejoras no a una pequeña cosa sino a un sistema de conocimientos que funciona con una lógica de uso, de eficiencia y de sostenibilidad. Podemos mencionar como un ejemplo de esto a los diseños de Open Source Ecology, quienes han reducido el costo de máquinas industriales a un octavo del precio en el mercado, pero paradójicamente han aumentado su durabilidad 5 veces.

A diferencia de la Renta Básica Universal que transfiere dinero a manos de la gente, el copyleft transfiere directamente bienes materiales e inmateriales, puesto que abarata los costos y disminuye las barreras adquisitivas en una manera enorme. Las impresoras 3D con un potencial de producción industrial perderán su patente el próximo año y eso significa que finalmente en 2014, tendremos una potencial revolución industrial en cada hogar.

Estos sistemas distribuidos, junto con los ya existentes en agricultura y energía, permitirán que las sociedades tengan una resiliencia cada vez mayor, independiente al humor económico de la época y, por tanto, puede resultar una solución mucho mejor a largo plazo que solamente dar dinero a la gente y que, a fin de cuentas, no pueda obtener recursos sostenibles.

Amigos del mundo, defiendan el copyleft.

 

 

Educación: Retos & Recursos

Mi presentación sobre «Retos y Recursos de la Educación» durante el Foro sobre Soberanía Tecnológica y Protección de la Privacidad organizado por la Asociación Ecuatoriana de Software Libre & Diabluma, en colaboración con la Asamblea Nacional de Ecuador (que también fue anfitriona del evento).

Presentación en línea:
http://prezi.com/l32leah7zb_t/educacion/

Explotación responsable o «sólo la puntita»

«El Yasuní era una propuesta demasiado grande
para una revolución tan pequeña»

– Pedro Donoso

Creo que las cosas están bastante claras para algunos ecuatorianos después de haber leído las publicaciones de Rafael Lugo y Carlos Andrés Vera respecto al Yasuní. Mucha gente todavía no se la cree y bastantes han caído en el discurso oficial (como si una máquina del tiempo nos hubiera regresado a los 70) y la fórmula probada de explotar petróleo nos sacará de la pobreza, y si así son las cosas sería irresponsable no hacerlo, la gente sufre.

Trato todavía de entender por qué esto me molesta tanto, hace cuestión de meses le decía a la gente que era obvio que el Yasuní-ITT no iba a funcionar, que incluso si funcionara sería cuestión de tiempo hasta que empezaran la explotación, si algún gobierno mantenía esa iniciativa más allá del capricho económico del momento pues sencillamente cambiarían de gobierno. Y creo que la razón de que me molestara tanto es que, pese a todo lo que yo sepa, yo creía inconscientemente que no se iba a explotar el Yasuní.

Tanta propaganda finalmente dio resultado, de tantos lados nos decían cuán importante era este parque nacional que hicieron que la parte lógica de mí baje la guardia por unos momentos y eso, seguramente, es lo que les sucede a esas personas que ahora dicen que debe hacerse una explotación responsable y que, dada la gran responsabilidad del gobierno y el «uso de tecnología de punta», no se hará daño al Yasuní. Lo pongo en comillas porque tecnología de punta es la que vemos en el video de abajo y, en cuestión de energía hay un sin fin de cosas más.


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Bueno, sea que creas que se debe realizar una explotación responsable o no, quiero contarte qué es lo que hacía tan obvia la explotación del ITT y qué es lo que pasará posteriormente con todo el resto de la reserva.

El paradigma actual de progreso

¿Cuál es tu noticiero preferido? No importa. Te aseguro que todos hablan de la economía en la misma forma. Alaban a los países que tengan un crecimiento sostenido, se alarman cuando existe algo llamado desaceleración de la economía o recesión, eso es el apocalipsis. Échen un vistazo. Eso mueve la economía. Es aquello que te venden para justificar cualquier cosa, la explotación del Yasuní, los grandes préstamos entre naciones, el recorte de empleados, la eliminación de beneficios sociales, entre otras cosas.

Finalmente ¿qué es esto del crecimiento económico entonces? Lo voy a poner a manera de metáfora. Si cada país fuera una aspiradora de los recursos naturales, el crecimiento económico sería qué tan rápido aumentas la potencia de esa aspiradora para acabar con los recursos. Qué tan bueno eres ‘capturando’ porciones del mercado y haciendo circular eso.

La medida de una economía próspera actualmente no es qué tan eficientemente usa sus recursos, ni cómo los distribuye al global de su población y esto es cierto seas un economista clásico o un socialista del siglo XXI, y te lo voy a probar. Los cimientos de este modelo económico no cambian en casi ningún país y se basan en el mecanismo de la creación de dinero: Los préstamos.

Más del 90% del dinero que existe se crea en los bancos privados, el porcentaje restante en bancos públicos. Todos te cobran un interés compuesto. Si decimos, por ejemplo que en el mundo (en un momento dado) se crean 100 billones de dólares ahora. Eso se pone en circulación, pero después de unos meses habrá que devolver 110 billones, aunque esos 10 billones no existan. Eso es lo que apura las transacciones comerciales en todo el mundo, la necesidad de obtener dinero para pagar deudas, por eso todos los países tienen deudas.

Eso no se puede sostener en el tiempo, eventualmente pues para solucionar el problema de la deuda, la genial solución de todos los gobiernos es sencillamente, generar más deuda. Se otorgan pues nuevos préstamos y este dinero toma el valor del que ya está en circulación y es por eso que el dinero te alcanza cada vez menos.


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Una revolución pequeña

No voy a hacer un análisis de lo acontecido en Ecuador en los últimos años, ciertamente hubo aciertos y desaciertos pero la verdad es que nada cambia respecto a la tendencia económica mundial y al parámetro de «progreso». Ciertamente esa es la razón de la explotación del Yasuní-ITT y es en eso que se utilizará el dinero que de ahí se saque. En crecer. No estamos invirtiendo nada en cambiar el modelo socio-económico actual, en realmente salir de la deuda. Puesto que la deuda sigue siendo la base misma de la economía. Estamos invirtiendo en pagarla para construir una máquina que acelere más rápido.

Esto sentará un precedente para cualquier recurso explotable en otro área protegida. De hecho ya hay intervención minera en curso en algunas de ellas. Y en lo que a economía se refiere no existe revolución alguna. Una vez que se extraiga la riqueza del Yasuní, sea que se invierta en combatir la pobreza o no, sea que se vaya en gasto corriente del Estado o no. Necesitaremos más dinero y, una vez más, seremos irresponsables por no explotar.

Es por eso que explotar el 1‰ del Yasuní es realmente un análogo a la alusión «solamente la puntita» porque si seguimos con este modelo de crecimiento infinito, llegará otro momento donde no explotar el 2‰ será irresponsable, y luego más. Porque en lugar de alimentar una economía que no se base en la deuda que satisfaga las necesidades de todos de sobra, seguimos empeñados en defender un crecimiento exponencial infinito dentro de un planeta cerrado con recursos limitados.

La verdad sobre el Yasuní

La verdad es que el Yasuní es nada más otro ítem de la lista de transgresiones que se han cometido durante décadas. Otro síntoma dentro de una enfermedad más grande, y por mucho que ame ese pedazo de Tierra y sin importar cuánto sepa acerca de su valor, no puedo defenderlo sin antes luchar contra el problema de raíz, la economía misma. Lo que pasa con el Yasuní-ITT amigos míos es un síntoma y no la enfermedad.

¿Realmente quieres combatir con la enfermedad que está matando al Yasuní? Si todo lo que protestas o defiendes va más allá de una posición de comodidad personal, haz como un médico, estudiala primero, entiéndela a fondo y aún más importante, asegúrate de que no eres un agente más colaborando con esta inmensa Patología Social.


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La Revolución Es Ahora

La hoja que pesa más que 412 libros

El día de ayer compartí una noticia de Russia Today en Español, que habla de un Meta-Análisis realizado en la Universidad de Rochester (EE.UU.), el cuál muestra una correlación negativa entre la inteligencia analítica y la religiosidad. Noticias de este tipo, o con resultados totalmente opuestos, se publican todo el tiempo pero ésta me pareció especialmente valiosa, más adelante explicaré por qué.

religion-inteligencia

Casi inmediatamente recibí respuesta de uno de mis amigos religiosos, la cuál decía textualmente:

«Chico Xavier era creyente, y escribió 412 libros de ciencia, medicina y filosofía, sólo habiendo terminado primaria. La inteligencia, o capacidad para resolver problemas no es tema a ateísmo o de fe, sino de tenerla, compartirla y hacerla que sirva a los demás».

No es la intención de esta publicación el comprobar quién tiene la razón, ni tampoco iniciar una discusión acerca del tema (aunque esto a veces se vuelve inevitable en internet), pero sí quiero compartir con ustedes algo que casi no sale de las aulas universitarias pero que, debido a la gran cantidad de información que recibimos diariamente, es imprescindible conocer en el mundo de hoy.

¿Cómo evaluar información?

Desde el inicio de nuestro tiempo, los seres humanos nos hemos asombrado ante lo desconocido, y producto de ello hemos buscado formas de descifrar todo aquello que no entendemos; y sería maravilloso que ésta fuera la única motivación cuando alguien publica algo (aparentemente de forma arbitraria), pero no es así. Existen intereses económicos detrás de muchas publicaciones médicas, religiosas, incluso en aquellas que encuentras diariamente en tu periódico o canal de televisión favorito. También está la necesidad de la gente de defender sus creencias como una forma de supervivencia psicológica y muchas otras formas de fraude que Ben Goldacre puede resumir mejor que yo.

Pero la mayoría de nosotros lucha por saber la verdad, así que merecemos conocer cómo se fabrica la información y qué peso le debemos dar a cada cosa que vemos o leemos.

Mi amigo menciona las obras de Chico Xavier, una persona que dijo poder comunicarse con los espíritus del más allá y que escribió cientos de libros cuyas ventas generaron dinero que financió muchas organizaciones sin fines de lucro (algunas de ellas espiritistas), sin obtener ganancia personal por ello. No estamos aquí para discutir sobre Chico Xavier sino sobre el punto en discusión en cuestión. ¿Demuestra esto la inteligencia de una persona? ¿Qué hay sobre los libros que escribió sobre medicina? ¿Cuán influyentes fueron para el avance del conocimiento humano en conjunto? ¿Cuántos pacientes fueron salvados por sus métodos? ¿Son replicables? ¿Cualquier médico puede aplicarlos? ¿Salvaron alguna vida?

Todos tienen una opinión, es verdad, pero cuando se trata de la aplicabilidad del conocimiento las opiniones son irrelevantes y lo que importa es el conocimiento que pueda ser comprobado por cualquier otro ser humano, y que toda persona pueda utilizar. En eso se basa precisamente el método científico, y tras años de experiencia, hemos desarrollado una pirámide que nos ayuda a saber qué publicaciones tienen más o menos validez.

Así pues, 412 libros son totalmente insignificantes cuando si es que hablan de cosas que nadie más puede comprobar, no representan aporte alguno al conocimiento humano aplicable, que es el que en última instancia mejora nuestras vidas. No es diferente, en la práctica, que la opinión de un niño de tres años acerca de la formación de nubes, o la de un paciente psicótico hablando acerca de la vida fuera de la tierra.

Todo nace a partir de una idea, una opinión, una hipótesis, no lo niego, e incluso un loco o un niño puede abrir el camino hacia descubrimientos infinitamente significativos, pero con recursos y tiempo limitados, debemos ser más cuidadosos al decidir a qué dedicarle atención. Una recomendación válida es empezar revisando que SÍ sabemos, en el caso de la medicina por ejemplo, es mucho más efectivo trabajar sobre lo que hemos estudiado por décadas, que atribuir una curación a métodos que nadie puede comprobar (como sucede con el espiritismo de Chico Xavier). Hace cosa de un mes conversaba con mis compañeros de trabajo, quienes al no ver que me santiguaba frente a una imagen de la carretera me preguntaron si era ateo. «Sí», mi colega odontólogo continuó «¿Y los milagros? ¿qué pasa con eso?» Mi respuesta fue algo parecido a esto: Yo no digo que no existan nada como los milagros, aunque no haya presenciado ninguno, pero incluso si existieran, pasan de forma casi excepcional. Incluso si fueran reales, no merecen mucho de mi atención, puesto que existen formas de intervención humanas que son mucho más efectivas a la hora de mejorar la salud humana, de salvar vidas y mejorar su calidad. Cosas que no dependen de una opinión o una creencia. Mi aproximación hacia cualquier artículo escrito y publicado físicamente o en internet no es distinta, así se trate de una revista científica, si la escriba un reconocido ingeniero o un famoso pediatra. Da igual.

Yendo un poco más allá de las opiniones están los experimentos, alguien hizo algo que le dio resultado. Por ejemplo se escuchan algunos casos de gente que reza y consigue lo que quiere, o de personas que afirman construir máquinas de movimiento perpetuo. Está bien. Eso es algo más creíble, pero las preguntas que uno debe hacer entonces es ¿volverá a suceder si se repite el experimento? ¿es el resultado de otros factores o de aquel especificado por el autor? Para poner un ejemplo, 9 de cada 10 ‘gripes’ son autolimitadas y las personas pasan sus peores días durante la fase inicial de la enfermedad, en la segunda semana están cansados y toman casi cualquier cosa y finalmente sanan (cosa que hubiera sucedido a pesar de no tomar nada) y de repente tenemos miles de curas efectivas para la gripe.

Cuando un experimento parece tener resultados positivos hacemos las cosas más difíciles; nos aseguramos que la gente que está en medio del experimento no sepa que lo está (a eso en ciencia se denomina cegamiento), y cuando el investigador también se incluye dentro de este protocolo se llama doble-ciego.

Usualmente se ciega a los participantes al no decirles cuando se les da un medicamento o un placebo (una pastilla de pura azúcar), para así comparar los efectos de ambos. Esto no vale sólo para las medicinas, sino también para cualquier intervención. Por ejemplo al asociar gente expuesta a la religión o no (o que afirma tener una creencia en dios), la exposición al sol, el uso de TICs, el escuchar música rock, etcétera. Cuando además estas intervenciones se asignas al azar, pues las publicaciones ganan peso.

En la cúspide de esta pirámide de evidencia están los meta-análisis, los cuáles nos ahorran el trabajo de discernir todo esto que acabo de nombrar, analizan los conflictos de interés, los métodos de estudio, la posibilidad de sesgo y muchas otras cosas que hacen que una publicación se califique como verídica y, por tanto, resulta verdaderamente útil. IMPRESCINDIBLE.

Como mencioné, el artículo al inicio del artículo hace referencia precisamente a un meta-análisis, el cuál lamentablemente no está disponible para su visualización gratuita, aunque así debería ser. Y aunque parezca una frase en una noticia nada más, es producto del perfeccionamiento humano para generar conocimiento. Son muchas de nuestras generaciones dando validez a la información y, sencillamente, esa página pesa más que los 412 libros escritos por Chico Xavier.

El Futuro de la Medicina

«Se aspira a que en las facultades de Medicina
se enseñe ‘todo’ pero nadie habla del perfil
de profesional que necesita la sociedad»
Ricardo Hidalgo Ottolenghi

Voy a hablar del perfil de profesional médico que necesita la sociedad. Lo haré no solo basado en las actuales prácticas y tendencias sino también considerando el impacto que tienen otros factores como las tecnologías disruptivas, el desarrollo de la inteligencia artificial, las necesidades de varias industrias y el componente humano.

Para quienes no lo saben cabe aclarar primero que la medicina sí ha avanzado (y mucho) dentro de la última década. No hablo en esta ocasión de células artificiales para llevar oxígeno, ni de la impresión de órganos o la invención de dispositivos que nos ayudan a determinar la etiología de la tos. Hablo de la gran expansión que ha tenido en este tiempo la práctica médica basada en evidencias. Para quienes no estén familiarizados con el término, se trata de el análisis juicioso de toda la información disponible jerarquizada según la solidez con que fue estructurada en primer lugar.

La Medicina Basada en Evidencia (MBE) es una verdadera revolución pero es apenas lógico suponer que esto debió haberse hecho desde un principio, ahora es mucho más fácil aplicarla debido a la revolución tecnológica que estamos viviendo. Los datos pueden ser recopilados desde todas partes del mundo, analizados adecuadamente y publicados en uno o varios sitios desde donde cualquier médico con entrenamiento básico los puede interpretar adecuadamente.

Dicho esto proseguiré abordando la cita médica, a la cual dividiré en en tres partes:

  1. Pre-diagnóstico: el cual se desarrolla en la intimidad del consultorio médico, donde la relación médico-paciente es determinante, el tiempo adecuadamente invertido es oro y para simplificarlo, el doctor se transforma en un recopilador de datos.
  2. Diagnóstico: Es el proceso mediante el cual transformamos la información recopilada en uno o varios cuadros presuntivos o definitivos en base a lo cual tomamos una acción determinada, sea para tratar o curar, o para investigar los cabos sueltos.
  3. Esta fase podría tener muchos nombres, pero básicamente es cuando aplicamos el conocimiento que ha recopilado la humanidad acerca de una condición determinada.

¿Por qué divido en tres fases aparentemente en forma arbitraria a la cita médica?    Por cuestiones didácticas. Las he dividido así porque cada fase representa una especie de procesos específicos que a mí criterio son más o menos difíciles de automatizar. Eso es todo. La automatización es una tendencia general en el mercado, vuelve a los procesos mucho más productivos mientras los costos se van por los suelos. Las máquinas no duermen, ni piden seguro y no tienes que respetar sus derechos, tampoco se jubilan. Si nos damos cuenta de esto veremos que es sensato pensar en los procesos que realizamos cotidianamente en función de esto para analizar las tendencias futuras.

Impacto de la automatización en la medicina

Durante los últimos años se ha tratado de desarrollar un tipo de inteligencia artificial que simule el diálogo humano. Se sienta a las personas en unas máquinas e incluso se premia a las que tardan más en ser descubiertas. Pero este tipo de diálogo es casi inútil en la consulta médica. Los pacientes mienten intencionadamente o no. Suele ser necesario preguntarles algo de varias maneras por repetidas ocasiones y simplemente es bastante difícil que esto cambie en un mediano plazo. Actualmente hay tecnologías que con el reconocimiento de voz pueden dar un pronóstico en el trastorno del Parkinson, es cierto, pero estos casos son más bien excepcionales. Se trabaja para que el entorno de todo paciente sea totalmente monitorizado, pero eso tiene muchas implicaciones éticas sobre la privacidad además de trabas técnicas que son mucho más difíciles de resolver respecto a las otras ‘fases’ que he mencionado. Así mismo, la recolección de información del cuerpo físico es mucho más eficiente (por la relación costo/beneficio) si permitimos que un médico haga el trabajo y no un conjunto de máquinas de extremada complejidad que hoy en día todavía no existen. En conclusión, es muy probable que esta fase de la cita médica siga siendo realizada por el médico por un largo tiempo.

Yendo al otro extremo, la fase final es ahora muy diferente de lo que solía ser antiguamente, cuando tenemos un diagnóstico, basta ingresarlo en motores de búsqueda especializados, para obtener la mejor información al respecto, cómo tratarla, cómo investigarla, el pronóstico del paciente, la población a la que le siente mejor un medicamento u otro. No es exagerar el decir que a partir de ese momento la cuestión ya no corre por nuestras manos, y no es solo que queramos desentendernos del asunto, es que las presiones de la comunidad hacen que el médico busque usar lo mejor. Ahora mismo existe un gran miedo en muchos médicos de Ecuador por la nueva ley de mala práctica médica. Y el único respaldo real con que contaremos es haber hecho lo que la MBE nos dice que hagamos.  Los gastos por seguros médicos y por juicios de mala práctica también se han incrementando mucho, y es así que puedo afirmar sin duda alguna que en esta tercera fase, nos hemos vuelto casi prescindibles, estamos ahí para decirle a la máquina que tiene el paciente y luego para que la máquina nos diga qué debemos hacer. Somos meros interlocutores.

He dejado la segunda parte para el final pues es esta donde las cosas aún no están claras y  donde seguramente podremos ver una transición desde un proceso que actualmente lo realiza el médico hasta un procesamiento de datos que lo pudiera realizar una máquina. El robot Watson de IBM se hizo famoso en Estados Unidos por vencer a todos los competidores del concurso de trivia Jeopardy! el mismo que requería un análisis complejo de un sinfín de datos para responder a preguntas específicas realizadas por el conductor. Watson tenía acceso a 200 millones de páginas de contenido, incluyendo a toda la wikipedia inglesa en su memoria de 4 terabytes. Su procesador es además una cosa muy compleja muy distinta de la computadora donde pudieras estar leyendo esto, es infinitamente superior. Pero actualmente tenemos otros recursos que eventualmente podrían ayudarnos a superar este desfaz técnico. Están las recientemente desarrolladas computadoras cuánticas, e incluso los sistemas utilizados para buscar vida en otros planetas que ayudan a «dividir» la carga de trabajo en varias máquinas.

Volviendo al tema, esa información que el médico recoge del paciente es procesada por el cerebro del médico, en base a sus conocimientos. y ¿quién podría afirmar que tiene 200 millones de páginas de contenido en su cabeza? Además se sabe que el principal obstáculo que enfrente el médico es su propio sesgo y el apegarse al diagnóstico presuntivo que le sugiere su cerebro a pesar de que la evidencia lo orienta hacia otra cosa. La máquina no tiene ese problema, simplemente basa su búsqueda en algoritmos inteligentes para brindarnos las mejores opciones. Muchos podrán decir que esos algoritmos ya han sido probados y que funcionan pobremente. Yo he mismo he visto uno o dos programas intentando hacer eso y funcionan casi igual de mal que un paciente buscando sus síntomas en Google. Pero a esas personas les digo, los algoritmos evolucionan y siempre para mejor. Las máquinas se harán cada vez más sofisticadas para ofrecer hipótesis diagnósticas, incluso nos podrían preguntar por un síntoma o signo que se nos pasó por alto al momento de la anamnesis y el examen. Desplegarán los porcentajes de probabilidad diagnóstica y el mejor set de pruebas para asegurarnos qué hacer. Recordemos una vez más el problema de la mala práctica médica, el sesgo de información y de sospecha diagnóstica. Serán todos un problema innecesario cuando en lugar de decirle a la máquina que diagnóstico pensamos que tiene el paciente, la máquina nos diga que es lo más probable (verdaderamente) de acuerdo a la información recopilada en la primera fase.

El futuro de la educación médica

Vuelvo entonces a lo que vinimos. Afirma el Dr. Hidalgo:

Se aspira a que en las facultades de Medicina se enseñe ‘todo’ pero nadie habla del perfil de profesional que necesita la sociedad

Mi respuesta es simple. Pienso que dadas las tendencias actuales la Facultad de Medicina no bastará para formar lo que el paciente necesita, y esto se debe a que el paciente no requiere de un buen médico (porque a pesar de serlo está lleno de limitaciones) sino de un sistema de salud. Un sistema que incluye principalmente a los especialistas en informática, se requiere de profesionales en educación, psicología y diseño para que elaboren guías educativas que ayuden no solo en el apego al tratamiento sino en las buenas prácticas de prevención en salud. Se necesita de desarrolladores para aquellas aplicaciones que mejoran el apego en el paciente crónico.

Y he abordado solamente la cita médica. Ni que hablar de como los datos de cada paciente se integrarían a la base de datos principal que ayuda en la toma de decisiones posteriores, que como un ser humano evoluciona en su entendimiento de patrones de enfermedad. O del impacto que tendrá la disminución de costo de la secuenciación de ADN que posiblemente se extienda a toda la población como un método de screening habitual, como dijo un amigo, seremos humanos open source.

Lo que necesitamos los profesionales de hoy es saber de las últimas tendencias en medicina, y de como mejor adaptarnos a ellas. Necesitamos saber de meta-análisis. Sí. Pero también de teléfonos inteligentes y aplicaciones, de como codificar un programa y mantenernos al tanto. Porque el futuro ya está aquí, solo que muy mal distribuido, pero en los tiempos actuales esa distribución ocurre a un ritmo cada vez mayor. Necesitamos saber de bases de datos, de sistemas de código abierto, de proyectos colaborativos, del crowd-funding científico.

Es cierto que toda esta explosión no llega a nuestro país y que en términos prácticos podríamos escondernos en nuestro retraso para creer que estamos haciendo lo que debemos con lo que tenemos. Pero me gustaría hacer una invitación, que tal si en lugar de eso, construimos lo mejor que podemos construir con nuestros recursos actuales. Y volcamos todas nuestras fuerzas no a una eficiencia ya obsoleta sino a la construcción de un sistema mucho mejor. ¿Qué tal si abrazamos el cambio? No es fácil, pero los únicos peces que nada con la corriente, son los peces muertos.