ICWATCH: Los espías también buscan trabajo

Un adolescente de 21 años  acaba de exponer 27 mil perfiles de LinkedIn de personas que trabajan en el sector de inteligencia. Lo hizo hace pocos días en re:publica, una de las conferencias más importantes a nivel global sobre cultura digital –este año tuvo 800 expositores de 45 países distintos para sus cerca de seis mil visitantes. Lo que M. C. hizo es utilizar herramientas tan sofisticadas como las que usa Crudo Ecuador, es decir, utilizó el buscador de Google para ubicar términos clave que, hasta hace poco, eran palabras sin significado para la mayoría de nosotros.

linkedinXKEYSCORE es uno de los programas de espionaje utilizado por la NSA y revelado al público por Edward Snowden. Utilizando ese término y limitándolo a los perfiles de LinkedIn, uno puede encontrar cientos, sino miles de perfiles de personas que presumen esa como una de sus destrezas. Si uno repite este tipo de operaciones con el catálogo de vigilancia que tienen las grandes agencias de espionaje, puede fácilmente construir una base de datos de miles de espías internacionales. Por supuesto, hay que tener cuidado porque ciertos términos, como «MUSCULAR», son muy comunes y hay que realizar búsquedas cruzadas para no tener falsos positivos.

La información no sólo ha sido recolectada y almacenada, sino que además la han organizado dentro de un motor de búsqueda para que cualquiera pueda jugar con los datos. «Yo no creo que todos sean personas malas» dijo M. C., y nos relató como una persona, tras trabajar veinte años en la comunidad de inteligencia, describe cómo en uno de sus últimos puestos antes de convertirse en vendedor de autos «hizo lobby para cambiar la forma cómo se concibe la inteligencia». Tal vez él, como muchas otras personas que trabajaron en este campo, fue una de las víctimas de lo que se denomina el efecto Snowden.

Personas trabajando para/con la NSA según sus perfiles públicos

Personas trabajando para/con la NSA según sus perfiles públicos

A partir de las revelaciones del ex-agente de la NSA, cada vez menos personas asociaban su perfil con trabajar en la agencia nacional de seguridad de Estados Unidos, puede que simplemente quisieran ocultar el rastro, pero muchos ciertamente renunciaron a su trabajo.

Esta fue la primera vez que la herramienta ICWATCH fue mostrada al público, la misma se encuentra en Github junto con los datos, lo cual será de especial interés para aquellos que trabajan en periodismo, minería de datos, transparencia y contrainteligencia.

Aquí el video completo (en inglés):

Asamblea Nacional, no encarceles a los piratas

Este texto se publicó originalmente en Creative Commons Ecuador

La OMC debe seguir eximiendo a los países menos adelantados de cumplir
las disposiciones del Acuerdo sobre los ADPIC hasta que alcancen
un nivel de desarrollo tal que dejen de pertenecer a ese grupo de países”
Relatora Especial de Naciones Unidas sobre Derechos Culturales

El día de hoy se discuten en la Asamblea nuevas reformas al Código Orgánico Integral Penal (COIP) que incluirán penas de cárcel para aquellos que “fabriquen o comercialicen a escala comercial productos falsificados”. Esto se da pocos días después de que Estados Unidos publicara su lista de vigilancia especial sobre violaciones a los derechos de propiedad intelectual donde colocó a Ecuador dentro de su lista negra:

“La actual falta de procedimientos y sanciones penales invita a grupos transnacionales de crimen organizado que se dedican a la piratería y la falsificación de marcas a ver a Ecuador como un refugio seguro”, señala el informe.

Hace tiempo ya Farida Shaheed, Relatora Especial de Naciones Unidas sobre Derechos Culturales, advirtió que “no se debe suponer que las empresas titulares de derechos representan los intereses de los autores”. Según Jeremy Malcolm, analista de políticas globales de EFF, esta publicación se basa en un proceso opaco que se hace eco de los deseos de algunos miembros de la industria privada, de hecho, el Informe está indebidamente influenciado por un pequeño número de asociaciones de la industria de gran alcance. Otras partes interesadas, como los grupos de interés público, tienen un tiempo extremadamente corto para presentar comentarios y no se les da la oportunidad de responder a las conclusiones finales del informe.

La Organización Mundial del Comercio (OMC), establece que los Estados miembros no pueden determinar unilateralmente que otro país han incumplido sus obligaciones comerciales. Estas tácticas de intimidación, usualmente generan la imposición de penas en los países atacados, generando sanciones unilaterales de facto. Las consecuencias son, a menudo, más graves de lo que uno imagina, transgrediendo otros derechos humanos.

Anastasia Denisova, activista de los derechos humanos en Rusia, fue atacada por los fiscales utilizando las sanciones penales al derecho de autor. La policía entró a su departamento e incautó todos sus computadores con este pretexto. Diego Gómez, biólogo colombiano, enfrenta una pena de 8 años de cárcel por compartir en twitter su propia tesis. En Pakistán, las sanciones impedirían que los estudiantes estudien documentos académicos, lo cual es permitido actualmente por la ley local.

Actualmente, más del 90% de las regalías producto del derecho de autor van a empresas y no a los individuos que los generaron. Farida Shaheed, representante de Naciones Unidas, manifestó recientemente que “la protección de la autoría difiere de la protección de los derechos de autor” y recomienda a los Estados ampliar las excepciones y limitaciones a los derechos de autor “a fin de potenciar la nueva creatividad, mejorar las contrapartidas que reciben los autores, aumentar las oportunidades educativas, preservar un espacio para la cultura no comercial y promover la inclusión y el acceso a las obras culturales”.

Creative Commons Ecuador cree que nuestro modelo de propiedad intelectual debe facilitar la construcción de un sistema de gestión del conocimiento que desarrolle la actividad creativa y la innovación social; facilite la transferencia tecnológica, el acceso al conocimiento y la cultura; y disminuya la brecha de conocimiento.

Más información

Odio a Diego Fonseca

Hace 11 años yo asistía cada domingo al edificio de los espejos, subía al tercer piso y me encontraba con una sala vieja, un piso alfombrado vastamente y mis compañeros del taller de literatura, dirigido por Diego Velasco. Ahí matábamos darlings a semana seguida. Nunca olvidaré cuando Juanpablo tomó el texto de un recién llegado, orgulloso como Correa y empezó a desmembrar cada frase. «Esto, me quedaría con esta línea» dijo mientras volteaba la hoja casi toda tachada para devolvérsela al autor. Uno disfruta esas masacres, demora sus textos porque no vaya a ser que te boten la casa.

A finales del primer año, fuimos todos a Riobamba al encuentro nacional de escritores. Yo no lo sabía entonces pero es una cualidad de todo colectivo unido por una etiqueta el reunirse para intercambiar reconocimientos. Recuerdo poco, me mantuve distraído stalkeando a dos cuencanas. A Claudia le gustaba estar con el rock, tatuajes, supongo motos, así que los que nos dedicábamos a las letras mejor nos enfocamos en Ingrid, una chica con rasgos orientales (de la selva amazónica, no de otro continente), tez morena y ojos verdes. Evadía cualquier galantería con la frase «solo soy profeta en mi tierra».

Dejé el taller un poco hastiado, otras ramas habrían de crecer en mí y pode esa al tiempo que veía como se ofreció un  trato algo displicente a personas que no calzaban en el estereotipo de escritor. Además, era joven. Extraño a ese grupo, hubiera querido ser parte de la primera edición de cuentos de «la.kbzühela», conocer a los nuevos talentos. Ser mejor que alguien que se va queriendo ser mejor.

***

El jueves pasado abrí mi buzón de correo y me encuentro con un archivo de 395 páginas encabezado por Asalto al Palacio, de Gabriel García. Inclino la pantalla para que la luz que entra a mis espaldas no me estorbe, trato de apartar los hombros para distraer al dolor de espalda y empiezo a recorrer las líneas, que digo líneas, empiezo a recorrer el palacio. Esto es increíble. Es periodismo narrativo.

Escribir en un diario de forma convencional es como atravesar un río en balsa –nos dice Diego– hay que trabajar el día a día (conocer las aguas), saber cómo reaccionar, ser rápido, tener recursos a mano. Es el periodismo de «el occiso reposaba inmóvil sobre la carpeta asfáltica». El periodismo narrativo, por otro lado, es la descripción detallada de una historia. Donde uno deja la pantomima de ser objetivo y narra desde la posición que uno guste. «Un muerto en la calle». Y más que eso: su nombre, edad, sexo, vicios, dilemas, contradicciones… que reflejan las nuestras. Es el buceo de profundidad.

No es importante quien cuenta primero la historia, sino quien la cuenta mejor.

Fonseca nos distrae de las cotidianidad de lo digital, tiene súper poderes. Logró que un Nobel de economía, Stiglitz, detenga el tiempo. Algo de eso debe saber. Después de todo, entrevistó a su profesora de escuela y, a través de ella, conoció también a su Joe, el papá.

Esa cazería resultaba tan placentera como encontrar en Internet el puto libro pirateado que nadie tiene, como bajarse el estudio de Nature sin pagar el fee, pero mil veces mejor. Seguir un cabo sin saber donde está el otro extremo.
Esa vida, me pareció increíble.

Comprendí que soy un escritor mediocre. Soy quien escribe todo porque no investiga lo suficiente. Me va leer gente pero ¿narrarla? ¿darle vida y voz? Prefiero ser un asesino mojigato de sus tamaños, formas, olores y quedarme con sus ideas, lo que me sirva de entre sus neuronas. Ergo, el ensayo. No me deleité con las historias, me quedé en los textos, como mirando acordes sin escuchar la música. También hago eso. Voy al cine y me fijo en la coherencia de la historia, menos mal no sé de pintura porque, sino, estoy seguro que me perdería en sus no-detalles. Puta madre.

Estoy golpeado, destrozado. Acabo de llegar y, al sacarme los trapos, empiezo a ver moretones, petequias, ciertas partes de mí incluso destilan sangre fresca. Quiero ser Diego Fonseca.

La sala

Tengo algunas prisas. Frente a mí está la televisión, desubicada, apuntando 30 grados a mi derecha, en stand-by. Ni ahorra ni se deja gastar, quién habría de inventar semejante desfachatez. Junto a mi falda está el celular, lo tengo boca abajo, bastante desesperante. No ha vibrado pero si al menos la pantalla… Esta computadora en la que escribo, por otro lado, es bastante vieja —una computadora debería reciclarse a eso de los dos años, al menos la batería— el litio está al 27.8% de su capacidad original, tiene una carga de 42% lo que es poco menos de 30 minutos. Me he pasado frente a esta condenada pantalla todo el día, que traduce en mi cuerpo queriendo escapar del sedentarismo impuesto por la obsesión de esperar frente al procesador de texto.

Entre frases, mis dedos reposan sobre las teclas, los pulgares levantados, la cabeza en un vaivén longitudinal, también es hambre, pero quiero seguir escribiendo y levantarme… “¡Mamá! ¿me pelas una naranja?” Ya está. Todo mejor así, el meñique derecho se flexiona cuando vuelvo a la acción.

Nos acabamos de mudar al segundo piso hace un par de meses, los muebles son todos nuevos y los hemos forrado para que la gata no los deje llenos de pelo. Yo estoy sentado en una pieza para cuatro nalgas que mira al televisor y, frente a mí, abajo del stand-by TV, hay una enorme pieza en “L” que permite sentarse a 6 personas.

En la esquina de la sala, entre los dos sillones que conforman la “L” se encuentran todas las botellas de la casa. Aquí casi nadie toma, salvo en fiestas donde mi madre y yo nos replegamos en la meditación y el Internet, respectivamente, mientras Verónica, mi hermana, y Jorge, mi padre, descomponen el mueble para tomar una o dos botellas. Ahí está también un regalo que compré cuando era jóven, en las épocas que no había sueldo. Se trata de una cerámica de barril de cerveza de aproximadamente 15 centímetros de altura y 9 de diámetro en su parte más ancha, con cuatro jarros pintados de la misma textura colgados a su alrededor. “No era de que compres”. Clásica respuesta a todo esfuerzo de complacer a la familia. Bueno, no está mal. “De gana se gasta la plata en eso, mas ni hemos de usar”. Respirar profundo, qué más quedaba. Hasta ahora queda ese mal sabor de boca. Amargura, en fin, acompaña bien a las botellas.

El mueble se levanta unos treinta centímetros del piso e inaugura con un área cuadrada de borde negro, un par de espejos dan la sensación de continuidad al espacio de los tragos, ayudados por una iluminación que sale del rincón más alejado. Sobre las esquinas que dan a los muebles se erigen un par de columnas de estilo griego que sostienen una pieza triangular de madera bastante similar a la caoba. En ella se asientan tres piezas artesanales que juegan con líneas oblicuas concéntricas blancas en un fondo café: un florero, un huevo y un plato cuadrado. A la derecha, un portaretratos digital desconectado con una memoria usb, de momento, desperdiciándose.

Me desentiendo por un momento del texto porque al 10% de batería, el ícono que la representa se ha vaciado. Me avisa la configuración que me quedan 6,4 minutos (sí, con decimales, 24 segundos según mis cálculos). Me han forzado a parar la redacción para ir a enchufar el aparato, de paso termino la naranja que no sé precisamente en qué momento empecé a comer. A mi derecha, la maceta con el bonsai reclama algo de agua, tal vez está hidratado pero ya tiene mi atención, es que soy el dueño.

Existe un cojín para cada asiento, los colores crema y café oscuro acompañan bien al forro tomate chillón que eligieron mis padres. Les gusta posar a los cojines sobre el vértice. Además de los sillones están cuatro sillas, dos de las que teníamos en la vieja casa y dos nuevas (incómodas pero elegantes) que se elaboraron junto con las seis del comedor. Las han ubicado sin criterio alrededor de los sillones, mejor no les cuento. En el centro de la sala, esta una mesita de dos niveles. En el inferior, cuadrado, reposa el mismo camello que teníamos en la antigua sala sobre un vidrio adornado con huellas de la gata. La parte superior, rodea dos laterales de la de vidrio, se compone de madera de dos colores que al converger sostienen un florero con ramajes secos en su interior. Tres, para ser exacto.

Las paredes a mi alrededor son todas blancas, a excepción de aquella que da a la cocina, la cual fue adornada con piedra negra para cascada. Se veía horrible hasta que la lacaron y, desde entonces, se ha convertido en la envidia de todo aquel que nos visita. A mi izquierda, hay un largo ventanal y, pasando la columna, un vidrio esquinero. Por ser la ncohe, los hemos cubierto con largas persianas que logran un cambio de ambiente y combinan bastante bien con la puerta de entrada en el lado opuesto. Por lo pronto hay un cuadro viejo, un papiro enmarcado que nos regaló nuestra prima Gina cuando vino de Egipto, y la estructura metálica que diseñó mi padre, destinada a sostener el casco de mi bicicleta y mi mochila de diario, donde están la bomba, los parches y la bolsa de agua.

Agua… Va siendo hora de regar el bonsai.

Internet pobre para gente pobre: Free Basics equivale a racismo económico

Artículo original publicado por Mahesh Murty en LinkedIn

Tal vez has estado siguiendo las noticias desde el frente digital. En India, hubo un movimiento importante en defensa de la neutralidad de la red.

Este es el concepto que sostiene, entre otras cosas, que todos los bits y bytes deben ser tratados igual por todas las empresas de telecomunicaciones y operadores de red, para que todos los usuarios puedan experimentar exactamente el mismo internet, sin sesgo a favor o en contra de cualquier sitio, sin importar el motivo.

En la última semana, se han enviado más de 750.000 correos electrónicos a la Autoridad de Telecomunicaciones de India (TRAI por sus siglas en inglés), el regulador de las telecomunicaciones, desde savetheinternet.in. Esto por sí mismo no tiene precedentes (savetheinternet.in es una página web creada como una plataforma para que los consumidores envíen sus respuestas a TRAI).

Profunda desconfianza al Cero en la tierra que lo inventó

Algo que ha asumido proporciones mucho más grandes ahora es el estado de los servicios de “Tarifa Cero”. En pocas palabras, se trata de productos en los que se agrupan un conjunto de sitios web y se les permite a los usuarios navegarlos de forma gratuita, ya que el ancho de banda en estos casos es pagado por el operador del propio sitio.

Dos de las ofertas más infames de tarifa cero son Airtel Zero y el Free Basics de Facebook.

Airtel ha estado tratando de presentarse como una “plataforma de marketing para las aplicaciones”. ¿Cuál es el problema con eso? podrías pensar. Míralo de esta manera, si se ofrece acceso a internet de forma gratuita, a continuación, se puede suponer que la gente irá apresuradamente a usar ese servicio, y muchas de estas personas serán los mas desfavorecidos económicamente. Una vez que inicien sesión, sin embargo, terminarán viendo sólo un puñado de sitios que, por lo general, han pagado una gran cantidad de dinero para estar allí. Y aquellos que han pagado estas comisiones esencialmente se sientan en la ‘puerta de entrada’ de Internet para estos usuarios novatos —y van a subir sus precios para recuperar los elevados honorarios que han pagado para obtener sus espacios privilegiados. Además, desde el punto de vista del usuario, no hay otra parte de la internet a la que pueden acceder desde aquí.

En todos los sentidos, desde la explotación a los pobres, pasando por ser una práctica comercial restrictiva —porque los startups no tendrán la oportunidad de ser descubiertos por los usuarios a través del boca a boca y porque no pueden pagar las tasas de colocación— hasta simplemente negar la maravilla y la variedad de Internet a los jóvenes y a quienes tienen sed de conocimiento, esta práctica es terrible.

Y 750.000 personas creyeron lo mismo, lo suficiente como para escribir al gobierno para que lo detenga.

Ambos servicios de Tarifa Cero, el de Airtel y el de Facebook, han tenido malos días últimamente, con Flipkart dejando a la primera y una serie de empresas de Internet de la India: Cleartrip, NewsHunt, NDTV y (parcialmente) Times Group dejando al último.

 Zuckerberg defiende su supuesta caridad

Mientras las empresas de telecomunicaciones, especialmente Airtel, se ocultan detrás de su cada vez más agobiado grupo industrial —la Asociación de Operadores Celulares de la India— Mark Zuckerberg de Facebook decidió ir a la ofensiva con una “pieza editorial” en un importante diario donde trató de defender a su producto Free Basics como algún tipo de esfuerzo de responsabilidad social corporativa (RSC) para cambiar el mundo nacido de la bondad de su corazón.

Free Basics es ligeramente diferente del producto de Airtel. Mientras los chicos Airtel reconocen abiertamente que están lanzando su servicio de tarifa Cero para ganar dinero porque dicen que no obtienen ganancias netas suficientes actualmente —la ganancia neta de los últimos años ha sido 9500 millones de rupias (1,5 millones de dólares)— Zuckerberg es un poco más sutil.

Así es como funciona el sistema: Facebook se acerca a una empresa de telecomunicaciones, en el caso de la India, Reliance y ofrece cubrir los costos de ancho de banda utilizados para acceder a la página de Facebook y a un pequeño grupo de sitios adicionales.

Así que cuando los pobres, que en teoría no pueden pagar una conexión de red de llegan al servicio Facebook Zero confusamente llamado Free Basics, son engañados para que crean que están en Internet, mientras que en realidad sólo están en Facebook y en algunos sitios escogidos.

Y los sitios también son escogidos en secreto bajo algún proceso desconocido. Por ejemplo, Facebook optó por ofrecer el no tan popular motor de búsqueda Bing en lugar del líder en la industria Google. ¿Por qué? ¿Es la rivalidad con Google, o debido a la participación de Microsoft en Facebook? Y entonces el producto de Tarifa Cero de Facebook cuenta con un sitio de trabajo pequeño como Babajob en lugar del líder en la industria Naukri. ¿Por qué? ¿Para que los pobres tengan menos opciones de trabajo? Nadie sabe. Facebook no cuenta con YouTube —el sitio de videos más grande del mundo y un recurso educativo inmenso— pero permite sus propios videos en su totalidad. En realidad no parece caridad, ¿verdad?

El periodista indio Nikhil Pahwa ha respondido al editorial de Zuckerberg, señalando que investigación tras investigación demuestran que los servicios de tarifa cero en todo el mundo tienden a hacer mal para las personas que los utilizan, universalmente. Todo parece equivaler a racismo, la explotación de los pobres en las partes menos desarrolladas del mundo para convertirlos en tus clientes bajo la apariencia de un supuesto fin benéfico. Mientras se les ofrece una versión más pequeña y de mala calidad del internet real. Como Vijay Shekhar Sharma, fundador de la aplicación de pagos PayTM, señala: “Es internet pobre para gente pobre”.

Irónicamente, Zuckerberg habla acerca de observar cómo se maravilla un niño en una remota aldea india al descubrir el poder de la Internet. El golpe de gracia es que si Zuckerberg —un niño prodigio— hubiera sido criado con free basics, jamás hubiera podido construir un Facebook.

Internet Punto Org ni ofrece internet a sus usuarios ni es un Punto Org, que denota una organización caritativa. Sólo parece ser un proxy oculta para el  Departamento de Adquisición de Usuarios de Escasos Recursos Económicos de Facebook.

Los líderespolíticos de India rechazan la caridad

Dos de los políticos indúes más conocedores del campo digital —Naveen Patnaik de Odisha y Arvind Kejriwal de Delhi— que en conjunto representan a más de 60 millones de indúes se han puesto en contra de los esfuerzos de tarifa cero de Facebook y Airtel.

El ministro en jefe de Odisha dice en su carta al regulador que

“Mientras los más desfavorecidos merecen mucho más de lo que está disponible, nadie debe decidir cuáles exactamente son sus requerimientos. Si usted dicta lo que los pobres deben recibir, les quita su derecho a elegir lo que ellos piensen que es mejor para ellos”.

El Partido Aadmi dice:

“El Partido Aadmi Aam cree que la juventud innovadora de este país nos dará el próximo Google, Facebook o Whatsapp. Sin embargo, si se ofrecen gratuitamente algunos sitios web o aplicaciones o servicios o prestaciones a mayores velocidades, la balanza se inclina hacia los jugadores ya establecidos con los bolsillos más profundos, lo que mata a los start-ups jóvenes innovadores que emanarán de este ecosistema”.

El partido gobernante, el BJP, ha presumido sobre la neutralidad de la red y la disponibilidad no discriminatoria de internet, pero sigue adoptando una actitud de “ver que pasa” respecto al proceso de regulación real.

Neutralidad en Silicon Valley, pero no en Araku Valley

Mientras tanto, las cosas se están calentando en otras empresas de Silicon Valley que forman parte de estos servicios de Tarifa Cero. Google, que encabezó una batalla fuerte en los EE.UU. por la neutralidad de Internet, ha sido parte del producto de Airtel Zero en la India, brillando por la hipocresía de su posición en Occidente. Twitter también ha hecho lo mismo, logrando hablar desde ambos lados de su boca, al ser parte del plan de Airtel Zero en la India mientras cantaba hosannas a la neutralidad en los EE.UU..

Mientras Airtel tiene una larga historia de tratar displicentemente a los clientes, uno se pregunta por qué Facebook tuvo que hacer esto. Tal vez el estancado precio desus acciones sea una de las razones.

Mientras que Facebook y Google tienen más o menos el mismo número de usuarios —alrededor de 1,3 mil millones en todo el mundo— el primero les saca 12.000 millones dólares y el último 66 mil millones de dólares, un total de 5 veces más por usuario. Incapaz de cerrar la brecha, es probable que haya pensado que tenía que hacer todo lo posible para aumentar ese número de usuarios, sin permitir que vayan a Google para sus búsquedas. Ergo, disfrazar a free basics, como una filantropía bien intencionada de Silicon Valley.

Nunca lo sabremos, pero se ve cada vez más como la India está diciendo “gracias, pero no gracias” a los esfuerzos de tarifa cero de Facebook y Airtel.

Tal vez la única manera en que el segundo mundo y el tercer mundo pueden crecer es comportarse como si fueran naciones del primer mundo, y exigir ser tratados de forma igual que cualquier otro ciudadano de la red en el mundo.

No hemos terminado todavía. La batalla aún continúa. Y no parece que Facebook y Airtel se hayan rendido tampoco.