Cambio Social: Software vs Hardware

“Esta claro que nuestra tecnología ha sobrepasado nuestra humanidad”
– Albert Einstein

La oficina postal de Londres trabajó diligentemente para mejorar su servicio postal, de tal manera que habían logrado que el 98% de sus entregas de primera clase llegaran dentro de las primeras 24 horas; estaban muy contentos con ello pero querían ir más allá, querían llegar al 99%. Este uno por ciento extra casi termina con toda la empresa. Al mismo tiempo, si tú le preguntabas a la gente en la calle sobre el porcentaje de entrega en el primer día, la gran mayoría de personas respondía que éste era del 50-60%.

Este hecho claramente refleja el estado actual de la sociedad y, en cierta manera, del activismo alrededor del mundo. La gente que quiere cambiar el mundo lucha desesperadamente por construir nuevos modelos fuera de la lógica de consumo ignorando completamente la eficiencia que la tecnología ha creado para nosotros. Esto es totalmente comprensible, a diferencia del ejemplo arriba descrito esto no es mera percepción, la escasez está presente y es totalmente palpable, pero es meramente contextual. Las plantas de desalinización que permiten acceso a agua limpia, las baterias de gran capacidad de almacenamiento que junto a las células solares más eficientes podrían abastecer al mundo, los edificios de hidroponia que alimentarán naciones enteras parecen escondidas detrás de las patentes corporativas y de la ineficiencia de los gobiernos.

Es por eso que gente como Marcin Jakubowski inició los modelos de código abierto y los aplicó para la creación de nuevas civilizaciones que generan una ‘economía de la pos-escasez‘, que mediante el uso de materiales locales (que generalmente son abundantes) combinados con un estilo de ‘hágalo usted mismo’ permiten a las personas fabricar sus propias herramientas de vida.

¿Qué decir sobre nuestras formas de decisión colectiva? Todavía hoy la gran mayoría de países manejan una democracia representativa y esto es aceptado por la mayoría. Tal vez nunca te has puesto a pensar esto pero ¿No se creó la democracia en una época donde la gente no podía decidir en conjunto? ¿Cómo exactamente nos ‘representa’ alguien ahora que podemos brindar nuestra opinión y voto con solo un clic? ¿Están mejor preparados los asambleístas o congresistas respecto a aquellos que tienen acceso al internet? En Estados Unidos de los más de 500 miembros, sólo 2 pueden ser considerados científicos. Y son precisamente estos quienes construyen las carreteras, mejoran los sistemas de salud y disminuyen el impacto ambiental. En última instancia lo único que hacen los políticos, además de declarar guerras, es decidir hacia donde se dirige el dinero, pero en este mismo país el crowd-funding ha dado a las artes más que todo el presupuesto anual junto.

La gente está trascendiendo a sus gobiernos y hoy puedo ciertamente afirmar que mientras mayor penetrancia tenga el internet, mayor será el potencial liberador de la tecnología en la gente si la gente está adecuadamente informada sobre ello. Pero frente a toda esta revolución me pregunto: ¿Es más trascendente que los activistas alrededor del mundo se planteen construir nuevas estructuras físicas [HARDWARE] o más bien se enfoquen en replantear las estructuras mentales de la sociedad [SOFTWARE]?

Mientras más pienso en ello veo que en la actualidad podemos prescindir de la primera, pero no de la segunda. Si todas las personas que quieren disminuir su huella ambiental -el impacto negativo que tenemos en el ambiente- lo hacen… en el largo plazo eso no cambiará nada, tendría el mismo efecto que un suicidio colectivo. Es nuestro impacto en la vida de otros lo que realmente generará un cambio a largo plazo.

Sin embargo no puedo evitar sentirme inspirado por la explosión en el desarrollo del hardware de código abierto y eso no es nada comparado con la paz que conseguirán aquellos que actualmente viven en miseria cuando apliquen estos modelos.  La socialización de estos modelos es extremadamente importante.

Es confuso y esta nube de dudas es quizás la que debe disolverse para que podamos avanzar como sociedad, no tengo la respuesta perfecta pero tengo la convicción de que debemos incluir a más personas dentro de esta conversación global, llenar de optimismo a nuestras generaciones e inspirar de alguna manera a las grandes masas que forman parte de la sociedad en movimiento, porque es ahí donde están escondidas las respuestas que aún no han sido contestadas:

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El origen de la No Violencia

¿Y sí todos hubiésemos sido mejores amigos? Bueno decir que todos seamos mejores amigos es bastante difícil, la gente cambia, tiene distintos intereses, los caminos que seguimos no son siempre los mismos… Separarse de un gran amigo es algo trágico pero también hay algo de hermoso en ello, incluso después de años uno mantiene cierta comprensión y una relación coherente con lo que podría virtualmente ser un desconocido.

Y un amigo no siempre es un ser humano ideal, muchas veces nos avergüenza, hace cosas ilógicas, tiene mucho que podría mejorar pero… lo conocemos, sabemos lo que ha sufrido, su situación en casa y terminamos por aceptar a fuerza de comprender. Como vemos la principal razón de que no veamos cierto comportamiento como algo que agrede es básicamente nuestra capacidad de ‘conectarnos’ con algo.

Pero ¿Cómo conectarse con esa gente que sin razón alguna entra a una tienda y empieza a disparar a otras personas? ¿Cómo entender a esos criminales que golpean hasta la inconsciencia a una mujer para abusar de ella? ¿Cómo entender a la gente que quita la vida? ¿Odias a los suicidas?

Si profundizamos este tema nos damos cuenta que no es cuestión de portarnos moralistas, entender las raíces de la violencia tiene una trascendencia enorme, es un problema de salud pública. El entender la violencia seguramente nos ayudará si no a eliminarla, al menos a disminuirla. Imagina ahora poder salir tranquilamente de tu casa por la madrugada a encontrarte con un amigo en una esquina solitaria de la ciudad… y no tener miedo ¿No vale la pena tratar?

Ser violento no es, como muchas personas piensan, una decisión racional. Es el fruto del abandono social y, específicamente, de no tener iguales a tu alrededor, relaciones simétricas donde podamos extender nuestra vida, sentirnos parte de algo más grande, protegidos -si se quiere- dentro del organismo social.

James Gilligan, quien en los últimos años nos ha brindado perspectivas hermosas y acertadas, describe en su libro «Violencia, reflexiones sobre una epidemia nacional» la fuerte influencia que puede ejercer la culpa al generar violencia, la humillación es quizás el mecanismo causal de la gran mayoría de actos que terminan por simplemente separar y herir a la familia humana. En un sentido más profundo es precisamente este sentimiento de desconexión el que nos permite tratar a otra persona como algo ajeno.

Desde el otro lado del Atlántico, Picket y Wilkinson llegan a la misma conclusión pero de una manera distinta, han realizado toda una investigación sobre las consecuencias de la desigualidad en la sociedad, y en el momento que abordan el tema de la violencia, concluyen:

Existe prácticamente un consenso en la academia en lo que respecta a la conexión entre la desigualdad y los crímenes violentos. De hecho, lo que parecería una leve reducción en la desigualdad de ingresos puede llevar a caídas tremendas en las cifras de crímenes violentos, estos hallazgos tienen implicaciones poderosas. La incertidumbre que rodea a los mecanismos de transmisión de este fenómeno son una razón adicional para apuntar directamente a la desigualdad económica.

Por definición mientras más clases sociales existan, menos relaciones simétricas tendrá una persona. La inclusión social es quizá, la clave para terminar con la violencia (es por ello que los menores incides de reincidencia se presentan en aquellos reos que se han profesionalizado en la prisión y han conseguido luego de ello calzar adecuadamente en su entorno), pero solo podemos verdaderamente hablar de inclusión cuando las barreras para participar en ella disminuyen, cuando el acceso a educación es mayor, cuando no se necesitan 20 años de estudio -en promedio- para poder vivir decentemente y si no podemos lograr que dentro de este sistema socioeconómico la gente tenga igualdad de condiciones (porque todos seríamos pobres), entonces sencillamente debemos reorganizarnos para crear un sistema diferente.

Tenemos que buscar y expresar mecanismos que generen igualdad. La expansión del internet genera igualdad, el open source crea igualdad. La profunda comprensión de que vivimos en simbiosis unos con otros es fundamental para crecer. La tecnología es un mecanismo liberador de recursos y si queremos paz en este mundo, terminaremos abrazándola en pos de la no violencia.

Espiritualidad

«La oración no es un pedido, es un anhelo del alma.
Es la aceptación de nuestra debilidad. En una oración es mejor tener
un corazón sin palabras, que palabras sin corazón»

– Mahatma Gandhi

Cuando me encontraba en el colegio San Gabriel, una institución emblemática de mi ciudad y conocida por haber protagonizado el milagro de la virgen que lloró, yo era una persona creyente y devota. No me importaba asistir a misa (eso venía por descontado en nuestras actividades) pero sí tener un claro conocimiento de las escrituras y tener una relación cercana con Dios.

Mis padres empezaron a frecuentar un grupo de oración y a menudo pedían mi explicación o consejo respecto a una cosa u otra. Fue además un soporte para todos nosotros pues uno de nuestros familiares más queridos había fallecido recientemente producto de un cáncer de pulmón.  Estas reuniones eran lindas, la gente era amable y uno no podía evitar sentirse acogido y al mismo tiempo asombrado ante los testimonios que daba la gente.

Poco después las clases de Filosofía me brindaron una perspectiva distinta sobre la comprensión del universo, disfruté mucho esas lecciones… Sentí que mi cerebro compartió la evolución del pensamiento humano conforme iba repasando históricamente como los pensadores habían reestructurando la visión que teníamos del mundo. Me vi enfrentado a otras versiones, especialmente de ciertas culturas orientales, de la fábula bíblica; así como a nuevas definiciones de la espiritualidad misma. Hoy en día mantengo cierta empatía con la forma tibetana de budismo y su práctica de compasión activa, no violencia y ecología.

No obstante, esta sensación de que existía algo superior persistía. Con el afán de aprender sobre lo que se vendía como una medicina holística que no daña al cuerpo, decidí explorar ciertas terapias alternativas y, llevado por la malla curricular del instituto donde me tocó, terminé estudiando hasta ufología y «artes» adivinatorias. Se podría decir que entiendo bastante de sanación energética, algo de medicina china y muy bien de astrología. Recalco que, cuando menciono esto, me refiero a que entiendo la «lógica» que presentan dentro de su propio contexto, pero que no por ello las afirmo como valederas. He estado presente en canalizaciones de espíritus, curaciones, limpias… lamentablemente nunca pude ver un endemoniado o un exorcismo.

Siempre tuve un interés en ayudar a otras personas. Habiendo atestiguado y asimilado todo esto aún me sentía incompleto, eso sin mencionar que había cierta presión social porque haga algo decente con mi vida, así pues empecé mi carrera de medicina.

Al comienzo me emocioné muchísimo porque podía explicar cosas que antes no entendía, como la información se transformaba en energía y como un impulso desencadenaba una reacción dentro de la célula, parecía que todo calzaba y lo recalco: parecía. Mientras más me adentraba en los detalles de la fisiología humana, de la física, había cada vez más disonancias entre aquello que «aprendí» y como realmente funcionaban las cosas. Recordé las enseñanzas de mi vida pre universitaria y renació el leve escepticismo que tenía respecto a todo lo que me decían. Siempre dudé, pero a falta de una explicación mejor mi cerebro no tuvo otra opción que aceptar. Ahora tenía argumentos más claros y sencillos a muchos  de los fenómenos que antes me parecieron extraños.

La naturaleza es increíble, si bien ya no era algo sobrenatural, el momento que uno repara en las minuciosidades de nuestro mundo y en el proceso que ha tenido que llevar a cabo para descubrirlas, no puede uno dejar de maravillarse y asombrarse.

«¿Sabe señora porque duele tanto el parto? Es por la evolución. Mire, lo que pasa es que en el momento que empezamos a caminar erguidos, nuestras caderas tuvieron que estrecharse y debido a ello todos los seres humanos nacemos prematuros, nuestro cerebro no termina de desarrollarse hasta los dos años de edad y es debido a este fenómeno que muchos de los estímulos los recibimos antes de que el cerebro sea lo suficientemente maduro, aunque estemos fuera del útero».

La ciencia es sencillamente increíble y hermosa, pero la espiritualidad aún tenía ese algo que me llamaba la atención. En mi imaginación ese otro mundo era una especie de mezcla de pasado, presente y futuro; donde la sabiduría de todos los tiempos convivía, donde se encontraba una armonía perfecta. La gente cuando reza, está en sesiones espiritistas o cosas similares siempre menciona recibir mensajes que clarifican cosas, que parecen provenir de algo que escapaba a su intuición. Durante épocas inestables de mi vida yo fui aconsejado y se habían hecho varias predicciones acerca de mi futuro y de personas cercanas. Muchas de estas no se cumplieron, algunas sí.

Hubo una pausa en mi vida respecto a esta búsqueda espiritual, estaba muy enfocado y ocupado con mis estudios y todo hubiera seguido así sino fuera porque me pasó algo similar a cuando a empecé mi carrera universitaria. En el 2009 tuve la oportunidad de ver uno de los documentales de Peter Joseph explicando esencialmente de dónde viene y hacia donde va el dinero. Jamás en la vida me lo habían explicado, renacieron mis inquietudes de niño, mis ganas de explicar a la gente, mi profundo deseo de acabar con pobreza de la gente, pero no fue hasta que pasaron los minutos y escuché a Jacque Fresco hablar de este término que muchas veces estuvo en mi cabeza que algo hizo clic en mí: Economía Basada en Recursos.

Me quedé atónito frente a su explicación de los problemas sociales y ante la sencillez de las soluciones propuestas. Como en medicina, resultaba que esta explicación era mucho más sencilla. No era el karma de la gente, ni la ley de la atracción, no era culpa de sus pecados sino que las explicaciones para el sufrimiento, la desigualdad humana, la pobreza, la guerra al fin tenían sentido. Aún siento la emoción de encontrar una respuesta a una pregunta que parecía haberse perdido. La ciencia iluminó mi vida una vez más.

De repente los mensajes espirituales ya no eran lo mismo, ya no estaban llenos de sabiduría sino de proyecciones personales, de repente parecía que los seres humanos habían creado algo que tenía más sentido. Hace poco le decía a una amiga que en esa época me pareció que lo mejor que podían hacer esos espíritus (en caso de existir) era encarnar y ayudar en esta transición, en la aplicación del método científico hacia el bienestar social.

Había más respuestas de las que hubiera imaginado. Descubrí gente alrededor de todo el planeta actuando por un mundo mejor. Empecé a conectarme con esa gente en formas que no puedo describir exactamente, a veces simplemente compartiendo esa sensación de asombro, viendo que alguien se atrevió a pensar distinto, quedando impactado por videos de Jason Silva, enamorado de la pasión de Mark Boyle, envidiando la tenacidad de Marcin Jakubowski, emulando la genialidad de Federico Pistono, charlando con Ben McLeish o Seth Lievense. Lo que pasó sencilamente es que después de muchos años, una vez más me sentí parte de un diálogo global, me sentí incluido, comprendido y acogido.

He pasado mucho tiempo tratando de entender que significa exactamente la espiritualidad, varias personas han demandado que en cierta forma, no debería olvidarla y lo que concluí después de pensar mucho en ello es que aquello que denominamos espiritualidad se compone de dos cosas:

  1. El asombro, la capacidad de quedar impactado por algo, de estar atónito frente a aquello que vivimos.
  2. La necesidad de pertenencia, de sentirse incluido dentro de algo más grande, de estar en armonía con aquello más elevado.

Descubrí entonces que esa espiritualidad jamás se perdió en mí, solo mutó…

Mi capacidad de asombro se alineó con las explicaciones de las 4.000 generaciones que me precedieron y que crearon ese hermoso conjunto de conocimientos que denominamos ciencia, de entender porque los seres humanos sentimos esa necesidad de ayudarnos, de como podemos cultivar la felicidad, dañar menos al ambiente, proveer energía limpia, entender la dinámica del espacio, explorar otros planetas, arreglar esos fallos que el universo dejó en nosotros a modo de enfermedades congénitas, de concentrar más energía en un micro procesador que en todo el sol.

La tecnología es un mecanismo liberador de recursos y como tal puedo explícitamente aportar a mejorar la vida de otras personas y al fin siento que pertenezco a un grupo de gente que no me conoce, que tal vez no habla mi idioma, pero que día a día se esfuerza por conectar, crear, maximizar beneficios, disminuir impacto. Al parecer nos encontramos de camino a algo que sí merece el nombre de civilización. La gente está empezando a conversar de ello cada día más. Siento que esto es contagioso y no puedo dejar de sentir alegría por todo esto que está pasando y quiero/necesito de cualquier manera que sea posible SER PARTE de ese cambio que quiero ver en el mundo.

De repente entiendo a los muertos también, me hablan a través de sus libros, sus palabras resuenan en mis sueños, siento que me conecto con el porvenir y lo predigo porque como dice Peter Diamandis la mejor forma de predecir el futuro es crearlo. Y toda esa espiritualidad termina con un nuevo significado donde vivo el aquí y el ahora. Donde no solo tengo una relación emocional con mi planeta, sino que lo entiendo, donde otros seres humanos son mi familia y donde TÚ eres parte del plan.

El futuro está aún por escribirse, espero hayas traído tu lápiz.

Artificial

«Primero construimos las herramientas, luego ellas nos construyen»
– Marshall McLuhan

Durante sus fases primitivas los sistemas solares están conformados por cientos de cuerpos estelares que tienen trayectorias caóticas, al menos a primera vista. Podríamos compararlos con una gran nube de polvo que poco a poco se va condensando en asteroides, planetas, estrellas. En un inicio hay mucho calor en estos cuerpos pero paulatinamente se van enfriando. Los núcleos de los planetas siguen activos pero en la corteza podemos observar un poco más de estabilidad.

Los cuerpos más grandes absorberán, por gravedad, a las ‘rocas’ más pequeñas y todas se ordenarán siguiendo las fuerzas que dominan al universo, y lo digo literalmente. Han cambiado tan poco desde entonces que basándonos en ellas hemos podido enviar droides que exploran a Marte, sondas que escasamente sobreviven a las altas temperaturas de Venus y otras que han ido más allá de los anillos de Saturno.

Algunos de estos planetas forman atmósferas, lo cual es muy importante puesto que permiten conservar componentes que en la Tierra han resultado requisito para la aparición de vida. Esto se da en un lapso que comparado con la vida humana es bastante largo; el solo hecho de que hayamos comprendido esta dinámica resulta asombrosa. No resulta irracional pensar que la Tierra vista hace mucho tiempo haya sido uno de esos áridos planetas de los cuales hoy pensamos jamás albergarán vida. Parece que intencionadamente los planetas evolucionan para crearla, pero ¿Es esa realmente la situación?

La mayoría de órbitas planetarias es inestable, menos del 3% del polvo cósmico forma estrellas, la mayoría de lugares del universo matan la vida instantáneamente (sea por calor, frío o radiación). Formar un solo organismo pluricelular tomó 3,500 millones de años pero aún así 90% de las especies que jamás hayan existido ahora se encuentran extintas debido a causas 100% naturales.

No obstante parecemos no entender la neutralidad del universo y nos gusta pretender que todo lo natural es bueno para el hombre, que somos los privilegiados del cosmos (otros dirían de la creación) y que sencillamente lo natural es bueno. De hecho tenemos centros naturistas para la gente que tiene miedo a todo lo que no lo sea, estos remedios que aseguran curar todo y no dejar efectos secundarios. Terapias alternativas que usan las fuerzas ‘autosanadoras’ del cuerpo y la energía del universo para curar -siendo que las fuerzas del universo han sido lo suficientemente ineficientes como para causar cantidad de defectos al nacimiento. ¿Qué tan real es esta paradoja de lo natural vs. lo artificial?

Es sabido de antemano que nosotros usamos medicina herbolaria desde tiempos pretéritos. Gracias a los avances de la ciencia hoy sabemos que esa medicina es bastante caprichosa cuando ingresa al cuerpo humano, unos la absorben mejor que otros, las infusiones son más o menos concentradas y las hierbas al tener tantas sustancias terminan ayudándonos en algunas cosas al mismo tiempo que nos perjudican en otras. Tras siglos de estudio fuimos capaces de aislar las sustancias químicas dentro de las plantas y averiguar la cantidad exacta necesaria para conseguir efectos terapéuticos y el límite al cual empiezan a provocarnos daño. Hemos ayudado a estos componentes a protegerse del pH del estómago para que lleguen a nuestro intestino y sean absorbidas, en algunos casos, ayudamos a que permanezcan más tiempo retrasando su eliminación por la orina.

Como si eso no bastase, cada día somos más exactos al señalar en que porcentaje una medicina sana, y comparamos entre todos los compuestos para ver cual produce menos problemas, requiere menos tomas o incluso que hábitos debemos aprender para evitar tomar estos compuestos. No existe nada de artificial en esto, de hecho hemos aprendido a ser más exactos al momento de lidiar con las amenazas de la vida, en cierta forma se parece bastante a lanzar una sonda espacial. Sin conocer y aprovechar de las leyes de la naturaleza, nos sería imposible utilizar estos compuestos que la gente denomina como artificiales.

Cuando un dispositivo invade nuestro cuerpo nos causa extrañeza, ahora mismo se trabajan en incluir en el mercado estas bombas que detectan el nivel de glucosa en la sangre y automáticamente liberan insulina para regular los disbalances que tienen los pacientes diabéticos. Si lográsemos ver de cerca como funciona una célula nos daríamos cuenta que se parece mucho a los dispositivos robóticos a los que tanto tememos. Una proteína cargando un neurotransmisor en el cerebro, otra contrayéndose para que tu ojo se mueva y siga estas letras no es más que una micro-máquina dentro de ti.

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No existe tal cosa como lo artificial, es solo cuando somos capaces de integrar cierta dinámica a nuestra rutina que algo nos parece natural, el desconocimiento de como funciona una central atómica (el sol), de como funciona un aislante en la transmisión de electricidad (como sucede en nuestras neuronas) es lo que produce esa sensación incómoda de que la tecnología es algo que escapa a las leyes del cosmos.

Los seres humanos hemos sido capaces de entender las leyes naturales y reorganizar la materia para formar máquinas que se adaptan a la existencia, es decir que funcionan. Si por un momento imaginamos al sistema solar del tamaño de una pelota de fútbol y observamos como diminutos objetos salen y circunvalan a la Tierra, jamás pensaríamos que es algo artificial, pero ¿Cuál es tu opinión de un satélite espacial? Mientras más nos aproximamos a la complejidad, más gris se torna esa frontera entre lo natural y lo ‘artificial‘. Parece que ha llegado el tiempo de deshacernos de ese concepto para abrazar a la tecnología como parte de la naturaleza y ponerla al servicio de la evolución del organismo humano y de la biósfera entera, creando sostenibilidad, eliminando la violencia.

Una nuevo consciencia está emergiendo, que ve a la Tierra como un  organismo único y entiende que un organismo en guerra consigo mismo, está condenado. Somos un planeta.

¿Qué es el Movimiento Zeitgeist?

Si te interesa ayudar, pues la respuesta es que TÚ eres el Movimiento Zeitgeist. Si te sentiste identificado con la propuesta que se presenta en nuestros materiales y te encantaría ver que ese cambio pase, esa es nuestra mejor respuesta.

Muy a menudo mucha gente se acerca al movimiento con la esperanza de encontrar a todo un andamiaje puesto en marcha para lograr este cambio; esto es parcialmente cierto. Si bien nuestro interés principal es el construir un Modelo Económico Basado en Recursos, somos personas iguales a ti las que estamos detrás de la organización, con ocupaciones y ‘vidas reales’ que atender, dependemos mucho de la entrega individual para hacer que este proyecto siga adelante.

Estamos apenas formándonos, recuerda que queremos que toda la humanidad sea parte de este hermoso proyecto humano. Si tuviera que usar una metáfora, diría que nos parecemos a ese óvulo recién fecundado, una nueva célula que se multiplica para dar vida a algo totalmente nuevo, somos apenas unas pocas células y debemos multiplicarnos. A nivel celular se comparte información mediante compuestos como el ADN en complicados procesos. Nosotros debemos -si se quiere- cumplir, al menos por ahora, la misma función: transferir información.

¿Cómo empezar?

Escucha. Muchas veces hemos dicho que para cambiar este mundo bastaría estar de acuerdo bajo un enfoque científico que nos permita brindar abundancia a los seres humanos y convivir con el resto de especies en un planeta sano… la empatía es clave en este proceso, el poder entender al otro, entender cómo piensa, cómo siente. Escuchar es esencial en este proceso, te dará la experiencia necesaria para saber cómo comunicar este concepto a otras personas.

Pregunta a otros sobre su apreciación de la tecnología, sobre cómo esta genera desempleo, averigua si tienen curiosidad sobre el origen del dinero, que piensan de la igualdad, investiga que tanto cariño le tienen a la ciencia. Hacer esto es una muy buena estrategia para entender qué terreno estás pisando, estás conociendo de primera mano al ‘zeitgeist’ que es una manera de llamar a aquello que la gente piensa y siente respecto a su mundo.

Hora de multiplicarse

¿No te encantaría tener muchos amigos que entiendan este mundo? ¿Cómo te sentirías si podrías sacar una sonrisa a otra persona cada vez que le cuentas tus sueños? Yo te lo digo, es genial. No es tan efectivo contarle a otra persona de un MEBR si no te incluyes en el escenario, es eso lo que te ha traído aquí, la convicción de que podrías desarrollarte mejor en un mundo como el que te hemos presentado. Es precisamente este ímpetu el que te ayudará a sincerarte con otras personas y a explicarles por qué esto te parece importante y cuáles son las ventajas de todo esto.

El objetivo no es convencer a otros de que ‘esto es lo correcto’, sino que explores dentro de tus sueños y aspiraciones para tu futuro, el de tu familia y el de tu sociedad. Conforme profundices en esto te permitirás conocerte, buscarás maneras de gestar tus propios proyectos y de hecho, literalmente serás el Movimiento Zeitgeist, y si lo haces bien, te conectas respetuosamente con los sueños y aspiraciones de otros, poco a poco dejaremos de solamente transmitir información y empezaremos paulatinamente a moldear la cultura hacia un enfoque totalmente nuevo que permita el desarrollo de otra sociedad.

¿Tiempo de cambiar?

¿Cuándo es que precisamente dejamos de ‘sólo hablarle’ a la gente y empezamos a cambiar las reglas del juego? Es algo que tendrás que decidir personalmente y podrás definirlo rápidamente al preguntar a la gente que está tu alrededor, que son piezas fundamentales dentro de la sociedad. Una vez más la clave aquí es escuchar. Para poner un ejemplo sencillo, haz de cuenta que esto es un partido de fútbol y de repente un hincha se mete a la cancha a decir que todos deberíamos tener balones y al menos diez arcos para que todos puedan satisfacer su necesidad de anotar un gol ¿Qué harías tú? Bueno es más o menos lo mismo que la gente haría contigo si tratas de proponer algo nuevo sin explicarles el concepto previamente. En última instancia es tu decisión, pero recuerda que, al menos como Movimiento Zeitgeist, deseamos incluir a toda la humanidad en esto y deseamos que esta transformación dure (ese es el concepto básico de sostenibilidad).

No se trata de que literalmente todo el mundo esté de acuerdo, pero sí de que al menos una mayoría comprometida y dispuesta a tomar acción se estructure dentro de la sociedad y aquí entenderás porque el movimiento aún considera que estamos en una etapa temprana de nuestra evolución social, basados en la experiencia que hemos acumulado durante nuestros primeros años de activismo.

Integrándose a las actividades de grupo

Gente como tú seguramente se ideó algo para hacer que este movimiento se expanda, puede que te interese como puede que no, pero siempre es bueno escuchar. Así que para saber de ello contacta a tu grupo local mediante los enlaces correspondientes en su región. Recuerda que si no los encuentras:

1.- Están ahí pero no los puedes hallar, puedes seguir el rastro desde aquí.
2.- No existen y sería bueno que dejes tu granito de arena para que la próxima que alguien esté cerca te pueda encontrar. Eso comúnmente lo conocemos como iniciar un capítulo.

Suerte en tu descubrimiento. 🙂