Anatomía de una cita médica

»Pase». Ella entra, no sin cierta desconfianza, observa los títulos que adornan mi pared, lentamente se acerca y toca el respaldo de la silla, busca una pizca de polvo que la espante, le complace no encontrar nada. Se sienta. Es un momento incómodo, se supone que ella debe tomar la iniciativa, yo lo hago.

Aprieto firme, como tirando de un elástico que va hasta la comisura de sus labios, calculo lo exacto para llegar a la sonrisa y suelto su mano: «Buenas tardes ¿En qué le puedo ayudar?». Ella traga saliva, tensa los músculos de la mandíbula, despega sus labios…

La pausa aquí es importante, todo el ritual que un médico prepara culmina casi siempre con esto: La entrega de información. No existe otra cosa que un médico pueda querer de usted o al menos no debería. Aunque muchos no lo sepan, la pesquisa al inicio de la cita es mutuo, uno analiza el semblante de quien viene a visitarnos, su color de piel, algun problema en la marcha ¿viene acompañada? ¿vive sola?

– Doctor, no he podido dormir en días y tengo un dolor de espalda que ya no puedo aguantar.
– Mmm ¿Desde cuándo tiene este dolor?
– Ya son tres días doctor
– ¿Se tomó algo? ¿Le ha pasado antes? ¿Tiene más molestias? ¿cada cuánto le viene?

¿Por qué esta obsesión por saberlo todo? ¿Por qué el abuso de confianza? El médico puede o no estar consciente de esto, pero una cita médica no es otra cosa que la recolección de información, las preguntas, las pruebas de sangre, las places de rayos x, la historia de la familia, el tamaño de un tumor, el número que le ponemos a la fiebre.

El orden variará pero finalmente son como piezas de un rompecabezas que se van organizando poco a poco para mostrarnos un panorama poco claro sobre que le pasa al paciente y es aquí donde -al menos para mí- la cosa se pone interesante.

¿Qué pasa con toda esa información?

Nuestro hemisfero derecho entra en juego, empezamos a reconocer patrones comunes para darle un significado a esa nube de información. «Parece algo relacionado con el pulmón», «Podría estar relacionado con un aumento de presión en el estómago», «Ese tipo de dolor es común en embarazo» y evidentemente es aquí donde cada médico juzgará según su propio conocimiento, su experiencia previa e incluso su especialidad. Con el tiempo su cerebro buscará entre las cosas que le parecen más conocidas e incluso preferirá algunos exámenes sobre otros y dejará de ser tan preguntón como era antes. Si bien esto no es cierto para todos los médicos, es bastante probable que usted haya conocido muchos galenos de buena reputación que han caído en este patrón. ¿Qué estamos buscando? Alguna condición/patología donde calce esta información que acabamos de encontrar, pero cada vez sabemos más que antes, tenemos nuevas enfermedades que antes ‘no existían’ y si a esto le sumamos los avances e la ingeniería médica y todos los exámenes que ahora podemos realizar (sin mencionar los que podremos efectuar en el futuro inmediato) obtenemos como resultado que la memoria nos está quedando chica y que además necesitamos un cerebro/procesador de datos más rápido.

Aquí tendremos que establecer las variantes anatómicas [clases] de la cita médica. Puesto que existen varias opciones que por cuestiones didácticas reduciremos a dos:

1. El médico utilizará esta información y la comparará con todos los datos reunidos por sus colegas y sustentados bajo una investigación rigurosa; o

2. Elucubrará posibilidades diagnósticas con la información que tiene a mano y recuerda de su pasado.

El paciente no puede saber que camino siguió el médico, pero sin posibilidad alguna se enrumbará en la misma ruta. Y finalmente la historia se repite en cuanto al tratamiento, que es el paso lógico que sigue una vez que uno ha establecido que tiene el paciente.

¿Qué pasará ahora? Seguramente el médico que eligió la Medicina Basada en Evidencia para diagnosticarte, lo hará también para tratarte y quien usó la opinión… ¿realmente importará? Es como tener una excelente receta de cocina con los ingredientes previamente arruinados.

Y hablando de ciencia y de creencias, de doctores y patologías…
¿Qué opinas de esta sociedad profundamente enferma? ¿No le hace falta un poco de ciencia? Cuando te hablan de elegir un mejor gobierno, de establecer una nueva ley, de aumentar tal o cual pena ¿Hemos establecido claramente el diagnóstico o nos desviamos a mitad de camino -gastando gran cantidad de ingenio y recursos para solucionar un problema que no es del todo real?

Algo para pensar…

Movimiento Zeitgeist en la Semana de la Comunicación XVIII – UPS

El día miércoles 20 de Junio, entre las 11:oo y las 13:00, se proyectó en el centro multimedial de la Universidad Politécnica Salesiana el documental Zeitgeist Addendum:

Posterior a su presentación, se invitó a los asistentes al foro: «Movimiento Zeitgeist» a realizarse la tarde del mismo día; el cual contó con la participación de algunos docentes y estudiantes. Los ponentes: Carlos Pazmiño (estudiante de octavo semestre de comunicación), Frantz Jaramillo (docente) y mi persona.

La presentación inicial fue bastante corta, dado que el ‘título’ del foro daba a entender que los asistentes ya tenían conocimiento del tema, así que a modo de introducción hablé un poco sobre nuestra nueva Campaña One Planet Project y posteriormente di paso a Federico Pistono, un invitado que, sin saberlo, fue protagonista en este evento. Aquí el video proyectado:

Pedí a los asistentes que pusieran especial atención a dos componentes presentes en cada una de las historias presentadas por Federico: ciencia y colaboración. Empezó el debate…

Se dijo que Alemania es uno de los países más lógicos, que dio nacimiento a grandes hombres como Kant y Hegel; y que producto de esa lógica alemana fuimos testigos del nazismo y todas sus atrocidades, que el Movimiento Zeitgeist podría estar financiado por la CIA, que el conocimiento no es la clave para cambiar el mundo, que no se había visto crítica alguna al capitalismo que era la causa de los problemas actuales, que la ciencia era dogmática y algo que me resulta de lo más inverosímil… que el Movimiento Zeitgeist es una visión neopositivista del capitalismo que actualmente enfrentamos.

Sobra decir que yo no dije ninguna de estas cosas y que intenté aclarar de forma calmada (y al final casi desesperada, debido a la falta de moderación y al exceso de discurso político en la sala) la gran mayoría de estos errados conceptos. Fue un grato placer ver en la intervención del público la moderación y claridad que le hicieron falta al ‘acalorado debate‘.

Pero sentí que me faltó algo, debido a una confusión que no fue culpa de nadie, muchas personas pudieron haberse quedado con un concepto incompleto de que es el Movimiento Zeitgeist, hacia donde queremos llegar y cual es el enfoque que tenemos como activistas dentro de un mundo con un gran potencial de unificación, tristemente desperdiciado. Tristemente estos tres puntos básicos fueron pasados por alto por los panelistas que me acompañaron.

El Movimiento Zeitgeist es una iniciativa internacional que busca entender la raíz fundamental de los problemas actuales (hambre, pobreza, desempleo, guerra, violencia, etc.) por medio de una aproximación práctica. Es así que hemos dedicado gran parte de nuestro estudio a entender la economía actual, la cual:

  • Determina las decisiones políticas
  • Modifica las leyes sociales
  • Reparte los recursos del planeta
  • Influye en la orientación que le dan las instituciones educativas a los ciudadanos
  • Se alimenta de guerras e ineficiencia
  • Desplaza al ser humano de sus propias necesidades
Explicar como esta economía reorienta a la naturaleza humana es otro paso fundamental, y podemos encontrar mucha más información sobre esto en la lectura brindada por Peter Joseph, Patología Social:

Y yendo un poco más allá buscamos actualizar al inconsciente colectivo apelando a cada una de sus partes, a cada persona. La verdad no se mide por cuanto agrade a la gente y se vuelve especialmente relevante cuando queremos alimentar, dar abrigo, techo y desarrollo personal a quienes considero hermanos parte de un único organismo, la humanidad. Nuestra propuesta principal se podría resumir como la aplicación del método científico con interés humano y ambiental cristalizado dentro de un Modelo Económico Global Basado en Recursos.

He llenado de videos y enlaces esta corta reseña de lo que fue el ‘Foro: Movimiento Zeitgeist’, con la esperanza de mostrar, a quienes se den el tiempo de revisar la información presentada, lo que podría haber sido con una mayor comprensión de la información y una planificación orientada hacia las soluciones en lugar de enfocada en los problemas. Y lo expreso de esta manera no porque no me haya agradado el evento (sí lo disfruté y de corazón agradezco a los estudiantes, docentes y directivos de la UPS por la oportunidad) sino porque precisamente esta actitu es la que nos permitirá construir un mejor futuro, como dijo Buckminster Fuller: ‘No podemos resolver los problemas utilizando la misma lógica que los creo, para solucionarlos debemos crear un nuevo sistema, que vuelva al actual obsoleto’.

Una buena sociedad, para todo lo demás existe MasterCard

El hecho es que nuestros recursos pueden ser tan abundantes como nos lo permita la ciencia o -en la actualidad- tan escasos como decida el mercado. Es nuestra decisión el aplicar la tecnología para acabar con el hambre, la pobreza, la guerra, el crimen y la depresión mediante la creación de abundancia. Como muchos de ustedes imaginarán no existe presupuesto para esto en nuestra sociedad, esto se debe a la manera en cómo funciona la economía:

  1. Consumismo, pues si no compramos cómo se movería el mercado
  2. Obsolescencia, si las cosas duraran para siempre ¿qué se vendería?
  3. Restricción de acceso, si como analizamos proveemos energía libre a todos ¿cómo se lucra?
  4. Crecimiento infinito, ¿Sabías que el dinero circulante solo representa a los préstamos bancarios pero que el interés que hay que pagar por esos préstamos no existe? Si todos pagáramos nuestras deudas, faltaría dinero. Por eso siempre hay que ‘inyectar’ más hacia la economía. Por eso existe la inflación.
  5. Competencia, ¿Te imaginas que sucedería si en lugar de pelear por vender celulares diferentes, la industria colaborara para crear el mejor?
  6. Trabajo a cambio de ingresos, de lo contrario la gente no podría obtener dinero.
  7. Escasez y desigualdad, donde las cosas se venden mejor.

Sé el cambio que quieres ver en el mundo

El mundo vs “Zeitgeist”

El mundo es esta realidad en la que vivimos, la tierra que pisamos, las personas que nos rodean, y aunque a primera vista, y si te preguntan ¿qué es el mundo? Te sería bastante fácil responder, la verdad es que es muy difícil encontrar hoy en día a personas que realmente se hayan dedicado a entender el universo en el que habitamos a profundidad.

Hasta cierto punto, siendo humanos es comprensible, no tenemos ojos en la nuca, siempre estamos algo sesgados y para permitir nuestro desarrollo y evolución, nuestro cerebro ha desarrollado eso que los científicos denominan plasticidad neuronal, en otras palabras siempre nos olvidamos de algo para dar espacio a cosas nuevas, sean estas más urgentes (que requieren atención rápido) o más importantes (que requieren mucha atención).

Entonces lo que nosotros experimentamos como sociedad no es realmente el mundo sino el “Zeitgeist”, que en palabras sencillas, es nuestra propia manera de ver las cosas. La forma en que percibimos al mundo en base a nuestros conocimientos, prejuicios, preocupaciones, deseos y demás.

Yo, junto con otros millones de personas alrededor del mundo, trabajamos para convertir ese “ vs ” de allá arriba en un “ = ”, no tenemos otra intención que esa y nuestra única ganancia y motivación es ver que el mundo se transforme en un mejor lugar producto de ello. Enfocándonos básicamente en dos puntos:

1.- La manera en que administramos los recursos de nuestro hogar, la tierra y

2.- El efecto que dicha gestión tiene sobre el comportamiento humano, dicho comportamiento claro está se expresa en forma de nuestra dinámica social, nuestra relación con el medio ambiente y nuestra vivencia personal.

La administración de los recursos

Para dar un valor real a los recursos, quiero que por un momento regreses al vientre materno, salgas al espacio o te pierdas en una isla. Es decir, que vayas a un lugar desde donde puedas darte cuenta de qué es aquello que realmente necesitas (y por tanto tiene un valor inherente): afecto, comida, abrigo, agua, aire, atención en salud, estímulo y desarrollo intelectual. Nada de esto implica PIB, préstamos, sueldos, cheques ni tarjetas de crédito. Esa es la magia del útero, de la isla y del espacio.

Sin embargo esa magia se desvanece cuando existen otros intereses en juego, otras personas que comparten las mismas necesidades y que cuentan no con recursos adicionales, sino con exactamente los mismos.

Existen miles de formas de afrontar este problema, pero solo existe UNA forma más eficiente de hacerlo, que consuma el mínimo de energía/recursos y brinde el máximo de resultados positivos. Esa ideología se repite mucho en el sistema actual donde se maximiza la producción y el consumo para dar paso a la economía de mercado donde todos compiten y “mueven” a la economía. Nadie puede negar el progreso que se ha tenido en los siglos XIX & XX, pero existe un problema fundamental respecto a esta filosofía de maximizar la eficiencia que no se consideró en ese entonces y que ahora nos trae problemas: el tiempo.

No importa cuanto queramos defender al actual sistema socio-económico (llámese capitalismo, libre mercado, sistema de libre empresa) la verdad es que una consecuencia natural del mismo es consumir la mayor cantidad de recursos en el menor tiempo posible, trayendo enormes beneficios a corto plazo, pero daños irreparables a largo plazo. Y es aquí cuando  nuestra aspiración hacia eternidad junto con nuestro instinto de conservación se estremecen.

Para hacer una historia larga corta, basta reconstruir esa premisa: hay que crear un sistema de gestión de recursos que consuma el mínimo de energía/recursos y brinde el máximo de resultados positivos en el largo plazo. Entonces al principio de eficacia, le hemos añadido el principio de sostenibilidad (algo que pueda permanecer en el tiempo, ser eterno). Voy a apelar aquí a su humanismo para incluir en esta nueva premisa el principio de igualdad, es decir que TODOS merecemos lo mejor (eficacia) para toda la vida (sostenibilidad).

¿Cómo hacerlo? Con la mejor evidencia posible. Aplicando el método científico con un interés social y ambiental bajo la premisa que acabo de describir. ¿Con qué objeto? El de crear abundancia.

Abundancia

El hecho es que nuestros recursos pueden ser tan abundantes como nos lo permita la ciencia o -en la actualidad- tan escasos como decida el mercado. Es nuestra decisión el aplicar la tecnología para acabar con el hambre, la pobreza, la guerra, el crimen y la depresión mediante la creación de abundancia. Si las cosas sobran, nadie se enoja.

Hay que recalcar que dentro de esta abundancia que menciono, no existirá despilfarro, puesto que no hemos perdido la perspectiva sobre cuan importante es la eficacia y la sostenibilidad. Transformar toda nuestra infraestructura tomaría unos cuantos años, pero ciertamente valdría la pena hacerlo.

En un ambiente donde no existe la escasez y se genera igualdad de oportunidades, la salud pública, creatividad, educación, y felicidad se disparan también.

Duelo

Lo que digo no es ningún secreto, pero no se habla de ello lo suficiente, y por eso usualmente genera varias reacciones comunes. Similares a cuando a uno le dicen que se va a morir, porque el Zeitgeist que mencioné al inicio, nuestra forma de percibir el mundo, es parte de nuestra identidad, y sentimos que eso está desapareciendo caemos en las cuatro fases típicas del duelo:

  • Negación

  • Ira

  • Negociación

  • Depresión

  • Aceptación

He conocido gente en cada una de estas etapas y es normal que atravesemos cada una de ellas, es más, es saludable desde cierto punto de vista. Y al igual que en el duelo, es preocupante si alguien se queda atorado en una de estas etapas.

Dar la mala noticia

Gran parte de la sociedad no se ha enterado que estamos agonizando, no es consciente del desastre ambiental que implica perder 200 especies cada día, o de matar sistemáticamente a 34.000 niños por el simple hecho de no alimentarlos y darles una salud apropiada cuando bien podríamos. No se da cuenta que hemos agotado los recursos en varias partes del mundo y que si seguimos como estamos, para el 2050 necesitaremos de dos planetas Tierra.

Esa gente necesita ser educada y concienciada acerca de su condición, tal cual se hace con un enfermo terminal, y de la misma manera que un médico responsable, debemos mantener una comunicación empática con ese paciente (la sociedad entera) para conseguir el máximo de colaboración en aras de aplicar un tratamiento que SÍ puede curarlo. ¿A cuántas personas conoces que sean conscientes de la catástrofe que estamos viviendo como sociedad y como planeta? No son muchas y es nuestro deber moral el hacer que esa minoría crezca, entendiendo que muchos pasarán por las fases de negación arriba mencionadas, y de cuan importante es llevarlos hasta la etapa de aceptación no solo del problema que enfrentamos sino de la verdadera solución que tenemos a mano, como ya dije enfoques hay muchos, pero solo uno es el mejor: el más eficiente, el sostenible, el que brinda una oportunidad a todos.

Sé el cambio que quieres ver en el mundo

Volvamos a nuestro enfoque -pero enfocándolo dentro de nuestra terapia social- sobre aquello que consume el mínimo de esfuerzo y consigue el máximo efecto a largo plazo para todos…

Un equipo de científicos ha descubierto que cuando el 10% de una población sostiene una creencia inquebrantable, ésta llega siempre a ser adoptada por la mayoría de la sociedad. Si los convencidos sólo consiguen influir en las personas cercanas, esto no produce ningún cambio a gran escala en el sistema. Pero si los agentes de cambio empiezan a convencer a más y más gente, la situación comienza a cambiar. Los individuos pasan a cuestionar sus propias ideas y después adoptan completamente las nuevas perspectivas, para seguir expandiéndolas.

Hay cuatro lecciones básicas aquí:

  1. Tomar esta idea (aplicar el método científico con un interés humano y ambiental buscando la máxima eficacia y sostenibilidad para todos) y aprender lo máximo sobre ella para que se torne inquebrantable.

  2. Compartir esta idea con otros y acompañarlos en el proceso de comprensión.

  3. Contagiar la necesidad real de transmitir esta idea.

  4. Ver al mundo convertirse en un mejor lugar gracias a tu trabajo.

Porque SÍ puedes cambiar al mundo.

Hoy estuve en el Ocupa Quito, en su segunda reunión autoconvocada, y aunque esperaba no encontrar a nadie (y parecía que así iba a ser por la dispersión en la plaza), finalmente tuve el gusto de conversar con unas 20 personas preocupadas por la situación global, «y local» decían, como que el primer adjetivo excluyera al segundo.

Al ser un grupo heterogéneo y que apenas empieza, procuré crear una atmósfera de entendimiento preguntando dos cosas sencillas: ¿Cuál crees que es el problema? y ¿qué solución propones tú? Al parecer fue claro que la gente entendía que el mundo se gobierna por intereses económicos y que ése era el principal problema, en eso estábamos de acuerdo todos. Unos expresaban más indignación hacia las ramificaciones del sistema (leyes y política) mientras que otros se centraban en el ingrediente principal (la economía de mercado).

La solución era otra cosa, en eso no nos poníamos de acuerdo. Algunas personas de edad reconocían que el principal enfoque debía ser la educación, no entraron en detalles pero esa era la palabra que definía su propuesta. Se mencionaron las iniciativas locales/personales como una vía hacia un mundo mejor, la toma del poder, la generación de empleo, el trabajo digno y hasta el comunismo (pero uno diferente, decían). Si bien el lector puede tener una idea distinta, esto no fue una discusión acalorada o radical, mas un diálogo sereno donde no hacía falta estar de acuerdo con todo, y donde la diferencia de opiniones no implicaba una exclusión de la propuesta del otro.

Buckminster Fuller decía que para solucionar algo uno no tiene que pelear con el sistema existente, sino que debe construir uno nuevo que vuelva al anterior obsoleto. Eso aplica incluso para los sistemas de valores. Traté de englobar las preocupaciones generales en lo que eran realmente. A todos les preocupaba no las crisis, no las políticas, no el desempleo; estos eran todos medios por los cuales se ha creado una falta de acceso a los recursos. Cuando mencioné que, en mi opinión, el problema real estaba en que la gente no tiene agua potable, alimentación, vivienda, vestimenta o energía eléctrica para satisfacer sus necesidades, nadie renegó de la idea. Podría decir incluso que, de alguna forma, encontramos el punto común de las quejas y reclamaciones populares.

Proseguí explicando como todas estas ‘ausencias’ pueden ser resueltas con la aplicación de tecnología y lo absurdo que es luchar contra la eficiencia científica, capaz de satisfacer todas nuestras necesidades, sólo para conservar nuestros empleos, cuando es obvio para cualquier persona que una máquina produce mucho más que un ser humano, con menos errores, sin descansar los fines de semana, sin necesidad de un seguro médico y con poco o ningún esfuerzo (salvo el requerimiento energético, mismo que puede ser obtenido de fuentes renovables).

La solución, dije, es administrar nuestros recursos y capacidad tecnológica para satisfacer todas esas necesidades básicas humanas y como transición hacia ello eliminar todas las estructuras que no permiten alcanzar la máxima eficiencia -siempre dentro de los límites permisibles para una sociedad sostenible. Estas estructuras pueden variar en el tiempo, pero actualmente se ven representadas por el sistema de libre mercado y el sistema político-legal.

Lo que vino después fue establecer algo bastante sencillo, que  ningún cambio significativo ocurrirá si no existe una minoría significativa consciente de todo lo arriba mencionado. La educación es la clave, y en este sentido:

  • Toda persona puede educar a otro ser humano.
  • Actualmente educarse requiere solamente inversión de tiempo y acceso a la información.
  • Puede enseñarse en múltiples maneras según la conveniencia y gusto del emisor.
  • El aprendizaje se ve muy facilitada por las actuales herramientas de comunicación electrónica.
«No puede existir una revolución sin internet» es lo que dije finalmente, «por primera vez la humanidad tiene una herramienta para comunicarse con la humanidad». Toda esta oleada de levantamientos en el mundo se ha dado por la transmisión de información, puesto que conforme se universaliza el acceso a la información, más evidente se vuelve la problemática social y las soluciones obvias desde una aproximación científica. 

La gente está «medio» indignada porque conocen los problemas sociales, si entendiera las soluciones estaría totalmente indignada y la situación que enfrenta la mayoría de humanidad junto con el planeta se volvería sencillamente inaceptable.