Cómic sobre derechos de autor: Derechos morales vs. Derechos patrimoniales

Cuando un autor crea, su obra está automáticamente protegida por los derechos de autor. Existen dos tipos de derechos: patrimoniales y morales.

Los derechos patrimoniales se venden para que el autor se gane la vida. Incluyen la reproducción o fijación de cualquier medio o por cualquier procedimiento de la obra, la comunicación pública de la obra, la distribución de ejemplares de la obra, La traducción, adaptación, arreglo y otras formas de transformación.

Los derechos morales, en cambio, tienen que ver con el derecho al reconocimiento de la paternidad de la obra (autoría) y el derecho de un autor a preservar la integridad de la obra; no se adquieren por contratos, transferencias o cesiones de los derechos patrimoniales, ni se pierden por prescripción de plazos.

Derechos morales

Divulgación o no de la obra

Mantener la integridad de la obra

Exigir el reconocimiento de la paternidad de la obra

Derecho de arrepentimiento o retracto

Derechos patrimoniales


Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.

Trilogía siberiana

Quiero presumirles que leí los tres primeros libros de Nikolái Lilin. Hubiese querido hacerlo hace tiempo, pero fue tan difícil cerrar ese ciclo. Hallar el primer libro, educación siberiana, fue un raro hallazgo por sí mismo. Escribí sobre este libro en una publicación anterior. Un chico crece en medio de bandidos siberianos. La novela autobiográfica de Lilin desnuda el alma de riñas callejeras, cuchillos y pistolas. Es un relato fascinante, especialmente si te cuesta abrazar la ficción del orden social. El traductor, Juan Manuel Salmerón, merece crédito extra por la versión en castellano.

Conseguir el segundo libro no fue fácil. De hecho, fue imposible. Tienda que preguntaba, tienda que me escupía un «resultado no encontrado». La anticipación creada por educación siberiana apuró mi decisión de comprar la versión digital de caída libre. Para ser exactos, me resigné a leer Free Fall: A Sipper’s Story. El delincuente es arrebatado de su familia para cumplir el servicio militar obligatorio. Esta novela me agrada menos que las otras: el autor se centra más en la acción y menos en su proceso de transformación. Tal vez se deba a que el formato e idioma influyeron mucho en mi percepción del texto. El inglés no es tan bonito como el español. Además, me resulta impersonal. Tampoco soy fan de leer libros en pantallas electrónicas, pero las circunstancias me obligaron.

Mientras me ocupaba de las misiones de Nikolái en Chechenia, invertí mucho tiempo tratando de encontrar el tercer libro. Al parecer, las secuelas no fueron tan populares como educación siberiana (traducida a más de 20 idiomas y con contrato para película). El respiro de la oscuridad tuvo la peor de las suertes, ni siquiera fue traducida ni a inglés ni a castellano. Mi única opción era leer il respiro del buio. Obviamente me resigné a la versión digital, pero… no hay versión digital disponible en América Latina. Debía comprar el libro físico, pero las tiendas de Amazon no lo enviaban a Ecuador. Traté de comprarlo en Italia y tampoco exportaban a este país bananero, ¿no se supone que para estos son los acuerdos de libre comercio? En fin, jaquear al sistema: crear un usuario en Amazon España, comprarlo en Italia, ingresar la dirección de envío en Ecuador.

Ahora entenderán porque les quería presumir que acabé la trilogía: dos formatos, tres idiomas, cuatro países en tránsito y mil páginas de una verdad reflexiva sobre la mierda que es nacer en guerra, crecer en guerra, huir de la guerra y ser la guerra para terminar tatuando de día y escribiendo de noche.

¿Me hackearon?

Espero noticias importantes; actualizo mi bandeja de entrada cada tres minutos. Scroll, nada. Scroll, nada. Scroll, ¡BOOM!

Evaluando el riesgo

El correo no tiene texto. Las letras que ven han sido copiadas de algún lado y pegadas como imagen. Esto es inteligente ya que elude el rastreo de los antivirus que identifican palabras clave como «deposite», «pago» o «transferencia» para advertir al usuario de un posible correo fraudulento.

¿Qué tan real es esta amenaza? Veamos lo que podría pensar una persona cualquiera analizando algunos fragmentos:

«Envié un correo desde SU cuenta hackeada»

Yo era el remitente: ataque de pánico. Hace tiempo, cambié mi contraseña a un patrón predecible. Las computadoras pueden realizar millones de intentos por segundo. Aunque poco probable, era concebible que el «hacker» haya ingresado a mi cuenta. De todas las amenazas del correo, esta era la única que realmente me importaba. Mi cuenta de correo está asociada a Amazon y Coursera, con acceso a mi tarjeta de crédito.

«Malware en el sitio de videos para adultos»

El usuario promedio mira pornografía. Un estudio realizado en Argentina descubrió que en mujeres con acceso a internet la cifra asciende a 72 % y en hombres llega hasta el 93 %. Los sitios porno están llenos de publicidad maliciosa: anuncios que intentan descargar algo en tu sistema.

«Hice un video de doble pantalla»

La gente entra a ver porno para hacer algo más; no hay misterio. La gran mayoría de usuarios los mira desde un dispositivo con cámara frontal, por tanto la amenaza de un video de doble pantalla puede parecer absolutamente creíble.

«Si no recibo el dinero, sin duda enviaré su video a todos sus contactos»

Vivimos en una sociedad arcaica: la gente le teme a su cuerpo desnudo. Ni hablar del autoerotismo. En internet ya circulan historias de pornovenganza y estoy seguro que una amenaza así podría haber puesto en alerta a ti o a alguien que conoces.

Controlando la situación

Ante todo, calma. Enviar un correo fraudulento es la cosa más fácil y por eso recibirás decenas o más cada año. Muchos serán filtrados por tu proveedor, pero algunos lograrán evadir los controles instalados.

Entré a mi servidor y cambié la contraseña, por si acaso. Esta es una buena práctica aún en ausencia de cualquier amenaza. Las contraseñas deben ser difíciles de predecir y extremadamente largas. Esas son las dos cosas que debes tener en mente. Luego contacté a soporte —quería consultar la bitácora de las direcciones IP desde las cuáles habían ingresado a mi correo—, validé mi identidad y les conté del caso.

Un análisis experto

El correo es falso, o mejor dicho: el sobre de correo es falso. Cuando envías un mensaje por internet —y en la vida real— ingresas los datos de remitente y destinatario. Actualmente esto sucede de forma automática, pero es posible cambiar los datos de este sobre o envelope. En el celular, es difícil ver la cabecera completa de un correo electrónico, pero en la computadora es enteramente posible.

Básicamente lo que este señor hizo fue escribir un mensaje, poner mi nombre y dirección en ambos campos: remitente y destinatario. En la vida real, no hay misterio, si recibo un sobre desde mi dirección, sé que nadie entró a mi casa a enviar el correo, sólo lo escribió. En internet, también es fácil salir de dudas; si se cuenta con la pericia necesaria. Si no puedes ver la cabecera, busca el mensaje en la bandeja de salida; si no está ahí, se envió desde otra dirección.

Esto fue confirmado por soporte técnico. Me dijeron que el correo es falso, que mi cuenta no fue crackeada. Acá hay un artículo que explica un poco más sobre el tema.

Incompetencia cracker

Hay varias razones por las cuáles sabía que el correo era probablemente falso.

  1. Si un delincuente tiene acceso a mi cuenta, no me lo va a decir: averiguará más sobre mis horarios, y comprará en línea cuando esté durmiendo. Accederá a cuentas asociadas a mi correo para conseguir más información, averiguará si soy un objetivo valioso y cuáles son mis debilidades. Nadie medianamente inteligente se expondría de forma tan grosera.
  2. No pueden grabarme viendo porno ni haciendo ninguna otra cosa porque mi cámara web está cubierta todo el tiempo, excepto cuando realizo alguna videoconferencia.
  3. No había un «pixel único» de facebook en el correo porque el correo no tenía contenido remoto. De hecho, mi gestor de correo (Thunderbird) bloquea el contenido de terceros por defecto. La única imagen en el mensaje estaba adjunta.

Esto sumado a la incompetencia del delincuente —que no sabe usar traductor y recomienda que copie y pegue el texto a partir de una imagen— me deja bastante tranquilo.

Les comparto mi historia para que hablen de ella con sus amigos y familiares. Los mensajes falsos pueden ser obvios para muchas personas, pero otras pueden ser blanco fácil. Finalmente, no olvides que en caso de extorsión en línea, siempre es bueno asistirse de expertos. Pregunta al informático en tu trabajo o sino acude a EcuCERT.

Publicación novelera: Top 10 de famosos que he conocido

Joseph Stiglitz

Joseph Stiglitz

© Raimond Spekking / CC BY-SA 4.0 (via Wikimedia Commons)

Ganó el premio nobel de economía. Lo conocí cortesía de mi universidad (UBC) en una serie de seminarios sobre la política de la desigualdad. The Lind Initiative también me permitió conocer a los próximos tres famosos de mi lista, quienes presentaron conferencias para el público general, pero se permitieron conversar con una docena de nosotros con más detalle. Stiglitz es brillante, tiene un sentido del humor burbujeante y me quedó viendo raro cuando le hice firmar una versión en español de «El precio de la desigualdad» en lugar de su libro más reciente: Rewriting the Rules of the American Economy. 

Jeffrey Sachs

© Bluerasberry / CC BY-SA 3.0 (via Wikimedia Commons)

Sachs visitó UBC en calidad de asesor especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En su conferencia abierta al público, confesó que repetía cada uno de los diecisiete ODS hasta aprendérselos y recomendaba que hagamos lo mismo. Almorzó un sánduche mientras nos «daba clase», lo recuerdo bastante malhumorado.

Teju Cole

© Wes Washington / CC BY-SA 3.0 (via Wikimedia Commons)

Escribió uno de mis libros favoritos: Known and Strange Things. El nigeriano-estadounidense tiene una mente extremadamente perspicaz. Escribí previamente sobre Teju en este blog. Su prosa es devastadora, pero también es muy fan de la fotografía y de hacer listas de música en Spotify. Recuerdo que se encontró con un viejo amigo y lo saludó de forma muy alegre; negramente, se podría decir. Teju es uno de las excepciones a mi regla de que a los escritores es mejor leerlos que escucharlos: su discurso es igual de potente.

Jill Abramson

Public Domain (via Wikimedia Commons)

La primera mujer en ser la editora ejecutiva del The New York Times entre 2011 y 2014. Ergo, abordamos el tema del techo de cristal. Nos preparamos leyendo Why Women Still Can’t Have It All & Where Are the Women? A diferencia de las otras clases, pregunté poco. Hay algo extraño en abrir la boca y quitarle voz a una mujer (el tiempo es limitado) cuando se discuten estos temas.

David Harvey

© FLOK Society / CC BY 4.0 (via YouTube)

Cuando oí de Harvey sabía que era famoso y respetado, pero no sabía la razón. En esa época, Harvey y yo trabajabamos en el Instituto de Altos Estudios Nacionales, la Universidad de Posgrado del Estado (sí, también me sorprendí cuando supe que había una). Él por temporadas y yo de planta. Aún no sé mucho sobre él, pero me queda claro que la Geografía tuvo un antes y después de David Harvey, que es neomarxista y que su crítica al capitalismo es ampliamente citada. La única vez que conversamos de tú a tú, me dijo que nunca había oído de las ciudades planificadas del Proyecto Venus (mi obsesión del momento).

Jacob Appelbaum

© Tobias Klenze / CC BY-SA 4.0 (via Wikimedia Commons)

Hacker, colaborador de Wikileaks, increíblemente inteligente. Desapareció de Twitter tras múltiples denuncias por abuso sexual (acá una reflexión sobre el tema). Visitó Ecuador en 2013. Participó como ponente en un evento que organizamos en FLOK Society y conversamos sobre futuras opciones para el proyecto. Describí algo de su charla en un artículo para La República. Pueden verme interrumpiéndolo durante los dos últimos minutos de este video.

Michel Bauwens

© Guerrilla Translation! / PP BY-NC-SA 4.0

Michel es el famoso al que más tiempo he conocido, también es el menos famoso. Trabajamos juntos durante meses y asistí su agenda de relacionamiento público con labores de interpretación. Le regaló una camiseta muy bonita a mi novia cuando vino de Tailandia. Tiene un carácter liviano que va muy bien con mi informalidad. Aquí pueden oírme traduciendo las palabras de Michel.

Lawrence Lessig

© Joi Ito / CC BY 2.0 (via Flickr)

Nos conocimos en la Cumbre 2018 de Creative Commons. Lessig fundó esta organización porque se lo prometió a Aaron Swartz. Conversamos muy poco porque uno no puede quitarle tanto tiempo a la gente famosa. Si quieren ver mi foto con Lessig, deben leer mi reseña del evento.

Katherine Maher

© VGrigas_(WMF) / CC BY-SA 3.0 (via Wikimedia Commons)

Directora ejecutiva de Fundación Wikimedia. Conocerla no es gran mérito porque es accesible, encantadora y carismática. Tal vez si sea mérito porque en la Cumbre CC todo el mundo quería hablar con ella y uno fue lo suficientemente atrevido. También tiene un cerebro envidiable y creo que tendrá un rol importante al definir el futuro del procomún. Pueden ver mi selfie con Katherine en instagram.

Jorge Drexler

© Jorge Mejía Peralta / CC BY 2.0 (via Flickr)

Cuando viví en Vancouver, la ciudad acogió al primer evento TED (sin x) en Español. Escribí en la aplicación para hispanoparlantes que TEDxQuito cambió mi vida, halagos, ruegos; ya no recuerdo. El asunto es que estuve ahí cuando dio su charla y nos enseñaban a aplaudir. Al final del encuentro, llevé a mi amiga Keka a sus brazos porque no se atrevía sola y vi como se abrazaban. Keka prometió no lavar esa ropa nunca y mi amiga Denisse me tiene celos jarochos por esto, ¡gracias por recordármelo Denisse!

Bonus: Cory Doctorow

© Terri Oda / CC BY 2.0 (via Flickr)

Todas las personas que están en la lista de arriba han conversado conmigo, al menos un poquito. Doctorow es la excepción puesto que no conversé con él cuando fui al lanzamiento de su libro Walkaway. Sin embargo, hemos conversado por correo y por eso lo pongo en la lista. Tengo su autógrafo en dos de mis/sus libros y traduje una de sus obras multimedia al español: Guerras de autos.

Cuéntame ¿a qué famosos has conocido?

Cómo incrementar becarios sin becas: aclaraciones penosas pero necesarias

No hay becas para estudiar un posgrado en el exterior. La Senescyt ha informado que en 2018 apenas se entregaron 400 y «espera» que hayan 500 en 2019. Esto contrasta enormemente con lo entregado por el gobierno anterior (su promedio anual fue de 1 250, entre 2006 y 2014). No hay culpables —un menor presupuesto obligó a restringir las convocatorias en 2015—, pero hay víctimas. Quienes se gradúen en 2019, tendrán menores oportunidades de estudiar en el extranjero respecto a quienes se graduaron en años previos.

Una beca para estudiar afuera —decía un amigo— es ideal en estos tiempos de recesión. A las universidades locales les interesa: el éxito de sus graduados se traduce en buenos indicadores y en publicidad para atraer a más estudiantes. Diría que no le conviene al Estado (por la fuga de cerebros), pero la realidad es que Ecuador tampoco puede acoger a tanto genio. Según cifras de la Senescyt, 1 de cada 4 becarios retornados no consigue empleo.

La solución es que las becas nos las den desde el exterior. Durante el último mes, busqué opciones y constaté lo obvio: tengo más oportunidad de conseguir financiamiento aplicando a un doctorado que a una maestría. Sin embargo, también me di cuenta que muchas universidades aceptarían que una persona salte directamente del pregrado a la investigación. En términos estrictamente monetarios, no conviene hacer una maestría. Entonces queda la pregunta, ¿qué pueden hacer las universidades para ayudar a sus graduados a ir directamente al PhD?

Informar sobre requisitos de posgrado

La Universidad de Columbia Británica (Canadá) requiere que los estudiantes de Ecuador se hayan graduado con un promedio de 9/10. En Warwick (Reino Unido), el requisito es un promedio 8/10. Conocer la oferta académica relacionada a mi carrera, junto con estos pequeños detalles, hace que el estudiante se pregunte acerca de la posibilidad de estudiar en el extranjero. Por absurdo que suene, mucha gente piensa no estar calificada para el reto y es algo que las universidades pudieran corregir.

Mejorar el nivel de inglés

Suena absurdo repetirlo, pero no se pone suficiente empeño en que los graduados hablen, escriban, entiendan y escuchen inglés. Tener los puntajes mínimos necesarios, en pruebas como TOEFL o IELTS, te abre las puertas a universidades en Canadá, Reino Unido, Holanda, Suiza y Alemania. Aunque no es el idioma oficial, un gran número de universidades ofrece programas en inglés. Estarán feliz de recibirte si puedes expresarte como gente. Esto también será clave al momento de presentar la carta de intención.

Integrar a los estudiantes en proyectos de investigación

Las universidades extranjeras están dispuestas a aceptar a recién graduados en un programa doctoral. La condición es que los chicos hagan maestría y doctorado o tengan experiencia previa en investigación. En ciencias biomédicas, es clave aprender técnicas de laboratorio. En otras carreras, hay exigencias similares. Un sueldo mínimo por hora beneficiaría a universidades y estudiantes, especialmente si las oportunidades se enfocan en los mejores prospectos.

Enseñar a los profesores a escribir recomendaciones

Punto clave: los docentes no saben escribir cartas de recomendación. Más grave aún, muchos todavía tienen miedo de aventurarse a hacerlo en inglés. Las aplicaciones académicas tienen un lenguaje propio. Una carta codificada adecuadamente puede hacer la diferencia entre candidatos igualmente calificados. Personalmente, me ha sido difícil encontrar personas que sepan hacerlo y, por ello, creo que es urgente que se aborde este tema de manera sistemática en todas las universidades.

Entregar títulos y reportes académicos en inglés

La traducción es casi siempre obligatoria. Los estudiantes gastan tiempo y mucho dinero en un trámite que las universidades podrían implementar virtualmente sin esfuerzo.