Hoy les traigo la reseña de «The Good Enough Parent», un libro sobre paternidad y maternidad. Me divertí mucho haciendo este video e hice algo nuevo: escoger mis frases favoritas y explicarlas. Usualmente no hago eso para no soltar pedazos de historia o que los mensajes del libro no pierdan fuerza, pero este libro está estructurado para que las sorpresas no sean tan importantes. Son treinta minutos, y no me di cuenta de que estaba haciendo algo tan largo, pero ahí está.
Lamentablemente el libro no está disponible en español, pero si alguien quiere emprender la tarea, tengo entendido que los derechos de traducción están a la venta. Yo lo traduciría encantado si tuviera los derechos y me ganara un sueldo humilde. En fin, abajo el video. Consideré poner esto como contenido exclusivo para mis suscriptores, pero aún no soy tan popular. Así que les dejo acá el enlance de las donaciones:
Soy de esas personas que se obsesiona con las cosas. Por ejemplo, hace dos semanas, escuchaba Pasos de cero de Pablo Alborán varias veces al día. No contento con eso, busqué otras versiones de la canción y otras canciones del mismo autor. Para mi buena suerte, no encontré nada bueno, así que tuve que cambiar de obsesión. Ahora escucho Surface Pressure varias veces al día. Esta última canción viene en la banda sonora de Encanto, un musical animado. Las canciones fueron compuestas por Lin-Manuel Miranda y son espectaculares. La película parece tener agujeros en el argumento, pero envejece bien. Su fortaleza no es el guión intrincado o las sorpresas, sino la composición, la animación, los detalles del momento. En cierto sentido, es una de esas películas que hace homenaje al vivir en el presente. (Otra canción hermosa es Dos Oruguitas, interpretada por Sebastián Yatra y compuesta originalmente en español).
Religión para ateos
En fin, tengo un comportamiento obsesivo. Mi más reciente víctima es Alain de Botton, que de alguna manera se coló en mis suscripciones de YouTube (básicamente videos de ajedrez, ciencia y esculturas de chocolate). El video en cuestión tiene ya nueve años y es parte de «Ideas at the House», un ciclo de conferencias que se da (¿daba?) en la casa de la ópera de Sydney (sí, ese teatro que parece barquito). Religión para ateos me atrajo porque, a pesar de ser ateo, creo en el valor de la religión. Si han seguido mi blog desde sus inicios, habrán leído un poco de esa nostalgia.
No sé qué visión tengan ustedes del ateísmo, pero si tuviera que explicarle al Andrés del pasado, aclararía que. no somos miserables, no estamos enojados y sentimos empatía por las otras personas. En pocas palabras, no somos tan diferentes y disfrutamos de las mismas cosas. Nos gustan los conciertos (todavía me llena de emoción cantar el Ave María, tanto como en el colegio). Disfrutamos de congregarnos con gente a comulgar sobre lo que es sagrado. Pero más importante que todo eso: necesitamos profundamente una guía para ser mejores personas.
No sé si lo sepan, pero cada vez hay más ateos en el mundo. Y a diferencia de los creyentes, nosotros no podemos colapsar en medio de la crisis e ir a refugiarnos en el templo. Eso no existe. No podemos acudir a una comunidad que nos brinde apoyo durante las diferentes etapas de nuestro duelo. Eso no existe. Y tampoco existe un catálogo de libros que nos ayude a convertirnos en mejores personas. Necesitamos tanto de la razón (la búsqueda de la verdad) como de su equivalente irracional (la búsqueda de la perfección emocional). Ahora está de moda hablar de «mindfullness», pero creo que imaginar la emoción perfecta es una mejor manera de explicar el tema: los ateos necesitamos eso.
Con esto en mente, Alain de Botton empezó School of Life, una especia de escuela filosófica para gente seglar. Irónicamente, parece una iglesia. La gente recibe folletos al llegar y las conferencias inician con canciones. Una de mis favoritas es la charla sobre el pesimismo que inicia con la interpretación de Suzanne de Leonard Cohen. Arte como terapia incluye imágenes sobre las obras discutidas en la ¿ceremonia? Además de charlas, School of Life ha creado videos, libros y ofrecen asesoría para ser mejores personas. No todo es gratis, pero una buena parte del material educativo está disponible en inglés sin barreras de acceso. Pero entre los videos que no están disponibles en español está su conferencia sobre el romanticismo.
Ángeles viviendo la experiencia humana
El cuerpo se me va hacia donde tu estas
Mi vida cambió… El ángel que quiero yo
La charla sobre el romanticismo empieza con Angels. Esta pieza de Robbie Williams sirve como pretexto para establecer que el romanticismo ha reemplazado a la religión en nuestra sociedad. Si antes buscábamos al padre perfecto en la religión, ahora buscamos a la persona perfecta en nuestra pareja. Ya no nos casamos por conveniencia (como se hacía antiguamente) sino como un acto de fe. Dejamos que nos guíe nuestra intuición y cuando sentimos que alguien nos va a hacer sufrir de la manera adecauda, hemos encontrado al verdadero amor. Pero dar ese «sí, acepto» implica varias cosas. Una, que somos el uno para el otro y para siempre. Por eso, tuvimos esos momentos donde no necesitábamos decir nada, porque teníamos un entendimiento implícito. Nos desnudamos y desnudamos al otro, más allá del sexo. Una consecuencia directa de casarse con un «ángel» es que esperamos comportamientos sobrenaturales. Aquí está una lista no comprehensiva. Una pareja ideal:
Nacio para ti;
Te acepta tal cuál eres y no quiere cambiarte;
Entiende tus necesidades sin necesidad de que digas nada;
No se interesa en otras personas porque existe exclusivamente para hacerte feliz;
Dura para siempre.
En fin, una serie de valores absolutos que, más temprano que tarde, va a darse de frente con la realidad. Alain lo dice de una manera mucho más poética: «En muchos sentidos, el matrimonio es algo bastante desagradable para hacérselo a alguien a quien dices amar». El origen de las incompatibilidades está en que la gran mayoría de nosotros tiene un punto ciego: lo que no sabemos que no sabemos sobre nosotros. También están aquellas que conocemos y no nos gustan. Tú evitas aquellas cosas que te avergüenzan o te exponen. Decirle «me siento solo» a tu pareja o «que guapo ese chico» traiciona el amor idelizado del romanticismo. Aún más importante, las soluciones implican romper la ilusión de la pareja ideal. Dialogar con tu pareja sobre por qué está equivocado implica que (1) no es perfecto, (2) no intuye qué te sucede y (3) no te hace feliz.
En un nivel más profundo, también implica reconocer que cada uno de nosotros es un ser roto. Que no podemos ser perfectos sino suficientemente buenos. Ese autoconocimiento es el que nos lleva a conectar nuestros defectos con experiencias casi siempre de la infancia, y nos hace reconocer a ese niño asustado en el adulto con el que decidimos casarnos. Y ojalá y lo reconozcamos y le tengamos la misma paciencia. Al final, la lección que nos deja el video es que somos pésimos para reconocer defectos.
Cuando te rompes el brazo, todo el mundo sabe que algo te pasa. Si te duele algo, seguro lo googleas y tienes varios potenciales diagnósticos antes de ir al médico para que te asegure que no es cáncer. Pero cuando tenemos problemas de vida, apenas y tenemos el vocabulario adecuado para entender qué nos pasa y jamás consideramos edificarnos a través del autoexamen y la educación emocional. El romanticismo es otra creencia que necesita de una revolución personal profunda (similar al ateísmo), sin que esto implique alejarnos de su «religión»: los rituales que nos permiten amar y conectarnos a un nivel profundo con la pareja (amigos o familiares) que tenemos en el camino.
Hay una forma de jugar ajedrez que me gusta mucho, pero rara vez he tenido la oportunidad de practicar. Se llama «hand and brain» en inglés y propongo que le encontremos un nombre más interesante en español. La idea del juego es que dos personas juegan en el mismo equipo. La primera piensa cómo jugar (el «cerebro») y la otra mueve las piezas (la «mano»). Lo divertido, obviamente, es que la mano no puede saber exactamente qué está pensando el cerebro. Y como hay ocho peones, dos caballos, dos alfiles y dos torres, es imposible adivinar siquiera a qué pieza se refiere uno la mayoría de las ocasiones. Me gusta jugar esto con jugadores cuando el compañero de juego tiene un nivel muy diferente al mío, porque así ambos aprendemos algo del juego.
Hace un par de meses jugué así con una amiga e hice un video explicándo la lógica detrás de mis movimientos (yo fui la mano). Enjoy:
Este es un resumen de los comentarios iniciales realizados por el Dr. Daniel Griffin en el podcastThis week in virology. Tienen relevancia para el tratamiento de pacientes moderados y graves de Covid-19. No deben tomarse como una guía clínica sino como experiencias relevantes para la discusión y un estudio más profundo de la evidencia:
Al inicio de la pandemia hubo malas experiencias con el uso de esteroides, así que se desaconsejó su uso. Y tenía sentido porque los esteroides disminuyen la acción del sistema inmune y durante la primera semana necesitas que tu sistema inmune luche contra el coronavirus.
Ilustración 1. Niveles de carga viral desde el primer día de síntomas
Pero mientras ha ido pasado el tiempo, hemos aprendido más sobre la enfermedad. Una de las lecciones más importantes es que la enfermedad se divide en dos fases. La primera semana transcurre con síntomas leves a moderados (incluso llegando a la neumonía). Aquí es donde la gente tiene fiebres, dolor de cuerpo, anosmia y otros síntomas que les hacen sentir atropellados por un camión. Pero luego, pasa algo que les hace sentir como si ese camión les arrollara una y otra vez. Aquí es cuando realmente te empieza a faltar el oxígeno y tus respiraciones se aceleran a una cada dos segundos.
Bueno, este estudio del que les voy a conversar —sobre la aplicación de dosis tempranas a corto plazo de corticoides en pacientes con COVID-19 severa <https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2020.03.06.20032342v1>— empieza en pacientes que entran en esta segunda etapa de la enfermedad. Lo que hicieron estos investigadores fue administrar a estos pacientes corticoides intravenosos. Como resultado, algunos pacientes empezaron a respirar mejor y no necesitaron ventiladores. En mi hospital, hemos usado la misma estrategia con buenos resultados. Con base en esta experiencia, se ha empezado a recomendar el uso de prednisona oral (también por cinco días) en pacientes que se encuentran en sus casas y que, después de pasar la fase inicial, empiezan a sentir que les falta el aire. Y parece ser que eso evita que algunos pacientes lleguen al hospital.
En resumen, este estudio ha llevado a reconsiderar el uso de corticosteroides y ahora cuando un paciente entra en la fase donde le hace falta oxígeno, se está administrando corticosteroides de forma intravenosa durante cinco días con buenos resultados.
¿Qué pasa con los pacientes que no mejoran con corticoides? Bueno, la segunda cosa que nos dimos cuenta es que parece ser que detrás de esa sensación de un camión atropellándote repetidamente está lo que los médicos conocen como tormenta de citoquinas, una reacción inflamatoria severa comandada por un general de nombre extraño: la interleuquina-6. Muchos científicos vieron similitudes entre este patrón inflamatorio liderado por la interleuquina-6 y lo que tenías los pacientes que padecían Covid-19, incluso Robert Gallo, que contribuyó a la identificación del VIH en los ochentas. Así que si los pacientes no respondían a los corticoides y parecía que iban a necesitar intubarlos, les administraron un fármaco que bloquea los receptores de interleuquina-6 (se llama Tocilizumab). ¿Cuál fue el resultado? El Dr. Daniel Griffin lo puso en estos términos: “no necesitas un estadístico cuando el impacto es así de dramático”. Personas que parecía que iban a ser intubadas para recibir oxígeno se recuperaron y no necesitaron ser intubadas. Y los que terminaron en el ventilador, salieron en un par de días y no en dos o tres semanas como sucedía antes.
Griffin también hace una aclaración. Usar Tocilizumab sin antes haber usado corticosteroides puede causar una acumulación de interleuquina-6 que genera un cuadro de descompensación después de tres o cuatro días; “suministrar corticosteroides antes de Tocilizumab es esencial”.
El otro gran cambio que hemos visto acerca de cómo tratar a los pacientes con Covid-19 ha sido la anticoagulación. Solíamos decir que no se debe hacer, pero un estudio bastante decente con muchos pacientes —tratamiento anticoagulante se asocia con una disminución de la mortalidad en pacientes con enfermedad grave por coronavirus 2019 con coagulopatía <https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/jth.14817>— evidenció que los pacientes con un nivel dímero-D seis veces por encima de lo normal mejoran al ser tratados con heparina de bajo peso molecular (el estudio demuestra que la mortalidad a las 4 semanas disminuye con el tratamiento en estos pacientes).
La intervención del Dr. Griffin termina con una advertencia, estos son casos anecdóticos. Si bien tenemos docenas de pacientes que han mejorado, aún es necesario realizar experimentos controlados, “pero para mí esto me ha ayudado a no sentirme tan desmoralizado… el ver que estamos haciendo algo que tiene un impacto así de dramático en la historia natural de la enfermedad”.
Casos relacionados:
Paciente con esclerosis sistémica y diabetes está en tratamiento de inmunosupresión. Se enferma de Covid-19, esperaríamos un caso grave pero sucede lo contrario; pasa con síntomas leves: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32241792/